A sangre fría- Truman Capote

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Uno de los aspectos que considero importante enfatizar ya que es la clave de que su trabajo fuera totalmente verosímil es que Truman Capote siguió el caso de los Clutter desde el inicio hasta el final junto con los agentes del KBI Roy Church, Clarence, Duntz, Harold Nye y Dewey. El hecho de citar por ejemplo la carta que envía Don Cullivan a Perry cuando él ya se encuentra detenido. Publicar las anotaciones que hacia Perry Smith durante sus días preso. Aquellas cartas que presentaron al juez por petición del doctor psiquiatra Jones donde Perry cuenta de nuevo el alcoholismo de su mamá, el trauma y sufrimiento que vivió por mojar la cama cada noche a causa de un problema en los riñones, la relación con su padre Tex; y donde Dick entre muchas otras cosas le revela al juez sus tendencias homosexuales, dato que nuca le había confiado a nadie por vergüenza. Narrar lo que hicieron Perry y Smith mientras eran prófugos, incluso contar lo que ellos pensaban, le da una profundidad y un sentido que muy pocos periodistas pueden lograr. Llega un momento en que aquel narrador omnisciente parece desaparecer totalmente de la historia para meter al lector como si éste fuera uno de los jurados que debe estar atento a cada detalle del caso para poder dar un fallo.

La manera en que Truman introduce a cada uno de los personajes involucrados para de alguna manera recrear, explicar las razones por las cuales Dick y Perry pasaron de ser unos ciudadanos más para convertirse en los protagonistas de una de las escenas del crimen más sangrientas y aterradoras en la historia de Holcomb, provoca en el lector que en algún momento de la historia olvide este atroz acontecimiento y considere la posibilidad de que al final ambos asesinos sean liberados y perdonados de aquella sentencia de muerte, es decir, saca de nosotros el sentimiento de lastima y quizá de la misericordia por esas dos almas que llevaron una vida miserable que desato en ellos la pérdida de conciencia.

Pero Capote de una manera acertada, casi al final de libro cuando se encuentran en el juicio, recuerda al lector a través de un testimonio los hechos violentos que cometieron ambos sujetos y termina con ese sentimentalismo del receptor para concentrarse de nuevo en el desenlace de la historia.

Finalmente cabe mencionar que pese a saber que son asesinos uno no puede dejar de sentir lastima por ellos cuando van a ser ahorcados y es hasta el miércoles 14 de abril de 1965 que Hickock de 33 años de edad muere a las 12:41 después de 20 minutos de estar “colgado”. Mientas Smith muere de 36 años a la 1:19.

Se podría decir que aquí llega el final de la historia, sin embargo, Capote añade una cuartilla y media más donde nos da un poco de contexto sobre lo que ocurrió después de dicho suceso, como fue que continuaron las vidas de los involucrados, como fue en el caso de Bobby el novio de Nancy quien retomo su vida y se casó. Y de Susan Kidwell quien tiempo después se encuentra con el agente Dewey y conversan un poco de su nueva vida.