Essays.club - Ensayos gratis, notas de cursos, notas de libros, tareas, monografías y trabajos de investigación
Buscar

ANALISIS DEL LIBRO "EL ALMA DE LAS LEYES"

Enviado por   •  19 de Enero de 2018  •  2.970 Palabras (12 Páginas)  •  545 Visitas

Página 1 de 12

...

PRICIPIO DE LA MONARQUIA; Es algo semejante al sistema del universo, en el que hay dos fuerzas contrarias; centrípeta y centrífuga. El honor mueve todas las partes del cuerpo político separadamente, las atrae, las liga por su misma acción. Cada cual concurre al interés común creyendo servir al bien particular.

El Honor no es principio de los estados despóticos, ¿cómo podría soportar al déspota?, el honor hace gala de despreciar la vida y el déspota solo es fuerte porque la puede quitar, el honor tiene reglas constantes y sostenidas, y el déspota no tiene regla alguna: sus mudables caprichos destruyen toda voluntad ajena.

La virtud en una República es la más sencilla: Es el amor a la república, es un sentimiento y no una serie de conocimientos, el último de los hombres puede sentir ese amor como el primero. Cuando el pueblo tiene buenas máximas, las practica mejor y se mantiene más tiempo incorruptible que las clases altas. Es raro que comience por el la corrupción. Muchas veces de la misma limitación de sus luces han sacado más durable apego a lo estatuido.

El amor a la república, es una democracia es el amor a la democracia; el amor a la democracia es una igualdad. Estaría crudamente gobernada una república en la que las leyes formaran muchas gentes de buen sentido y pocos sabios; sería feliz si se compusiera de hombres contentos con su suerte.

El amor a la igualdad y la frugalidad lo excitan y lo extreman la igualdad misma y la propia sobriedad, cuando se vive en una sociedad en la que las leyes han establecido la una y la otra. Lo mismo ocurre con la frugalidad; Gentes que no tienen delante de sus ojos más que hombres ricos y hombres miserables tan desheredados como ellos detestan su miseria y envidian la opulencia de los desfavorecidos.

Para que las leyes establezcan igualdad en la democracia es necesario que todo esté previsto y legislado: la dote de las mujeres, las donaciones, las sucesiones, los testamentos y las maneras de contratar. Si cada cual pudiera legar sus bienes a quien quisiera y en la forma que quisiera, la voluntad de cada uno destruiría la disposición de la ley fundamental.

Aunque la democracia es la igualdad del alma del Estado, no es fácil de establecerla de una manera efectiva; ni convendría siempre establecerla con demasiado rigor. Las desigualdades en la democracia deben fundarse en la naturaleza misma de la democracia y en el principio de la igualdad.

LA CORRUPCION DE LOS PRICIPIOS DE LOS TRES GOBIERNOS

La corrupción de cada régimen político empieza casi siempre por la de los principios. El principio dela democracia genera no solamente cuando se pierde el espíritu de igualdad, sino cuando se extrema este mismo principio, es decir cuando cada uno quiere ser igual a los que el mismo eligió para que le mandaran.

Desaparece la virtud de la república. El pueblo quiere hacer lo que es de incumbencia de los magistrados: ya no se respeta. Desoye las deliberaciones del senado: pierde el respeto a los senadores y por consiguiente a los ancianos. El pueblo cae en esta desgracia cuando aquellos a quien confía, para ocultar su propia corrupción, procuran corromperlo. Para que el pueblo no vea su ambición, le habla sin cesar de la grandeza del pueblo; para que o descubra su avaricia, fomenta la del pueblo si cesar.

Dos excesos tiene que evitar la democracia: el de la desigualdad que la convierte en Aristocracia o la lleva a un gobierno de uno solo y el de una igualdad exagerada que la conduce al despotismo.

La aristocracia se corrompe cuando el poder de los nobles se hace arbitrario; siendo así ya no hay virtud posible, ni en los que gobiernan ni en los gobernados. Cuanto mayor es la seguridad en los Estados, más fácilmente se corrompe, como en las aguas inmóviles y tranquilas.

La corrupción en la monarquía. Las monarquías se pierden cuando van cercenando poco a poco los privilegios de las ciudades o las prorrogativas de las corporaciones.

La monarquía se pierde, cuando el príncipe supone que muestra más su poder cambiando el orden de las cosas que ajustándose a lo establecido; cuando separa a algunas de sus funciones naturales para dárselas a otros; y cuando se atiene más a sus caprichos que a sus voluntades.

El principio del gobierno despótico se corrompe sin parar, porque esta corrompido por su naturaleza.

Cuando una república se ha corrompido, no se puede remediar ninguno de los males originados por la corrupción a menos de atajarla y volver a los principios; cualquier otra corrección es inútil, o un nuevo mal.

DE LAS LEYES EN SU RELACIONES CON LA FUERZA DEFENSIVA

Si una república es pequeña, será destruida por la fuerza; si es grande la destruirá un vicio interior. Parece, pues que los hombres se hubieran visto obligados a vivir gobernados por uno solo, si no hubiesen imaginado, una manera de constitución que tiene todas la ventajas interiores de la república y la fuerza exterior de una monarquía o mejor llamada Republica Federa, esta forma de gobierno es una convención, mediante la cual diversas entidades políticas se presentan a formar parte de un Estado mas grande, conservando cada una su personalidad. Es una sociedad de sociedades. Que puede engrandecerse con nuevos asociados hasta construir una potencia que baste a la seguridad de todos los que se hayan unido.

Las asociaciones de ciudades eran en otros tiempos más necesarias que hoy. Una ciudad sin fuerza corra grandes peligros. Si era conquistada no perdía solamente el poder legislativo y ejecutivo, como sucede ahora, sino todo lo que es propiedad del hombre.

Compuesta de pequeñas republicas, goza la confederación de todo lo bueno que haya en cada una en lo referente a su gobierno interior, y respecto a lo exterior, la fuerza de la asociación le ofrece las ventajas de las grandes monarquías.

Para que u Estado se fuerte, lo primero que se necesita es que las distancias estén en proporción con la rapidez que exija la ejecución de cualquier plan con la prontitud indispensable para estorbar a empresa enemiga. El verdadero poder de un príncipe soberano, cosiste menos en la facilidad de conquistar, que en las dificultades que pueda oponer a quien le ataque; en la inmutabilidad de su condición.

Toda grandeza, toda fuerza, todo poder son relativos. Hay que guardarse bien de que, por querer el aumento de la extensión, crezca la grandeza real y disminuya la relativa.

SIGNIFICADOS DE LA PALABRA LIBERTAD. Para unos significa deponer a mismo a quien ellos dieron un poder tiránico;

...

Descargar como  txt (17.6 Kb)   pdf (59.2 Kb)   docx (18.9 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Essays.club