Angeles cautivos “Ángeles cautivos”

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Es impresionante lo que el libro comenta sobre la poca atención y calidad que se les da a los niños que se encuentran ahí dentro, se narra la vivencia de como niños escuchando la voz de su madre, reflejan gestos de pavor. Como es que las madres transmiten tanto a sus hijos y provocan amargura y resentimiento en ellos que les es imposible tener un contacto sano, pues es claro que los niños son nuestro espejo y también es mencionado en el libro que las conductas que un pequeño observa es muy probable que el las repita como si fuese una situación normal.

Lo que me sorprendió es que se hace mención de las prácticas de incesto de una madre y su hijo como si se tratara de una relación de marido y mujer, suena indignante como es que las autoridades permiten tales situaciones y no se hace nada al respecto por la salud mental de ambos.

Cuando leí esta parte del libro deje de enfocarme solo en la parte afectiva que debe recibir el niño por parte de su cuidadora, se supone que la madre debería poder ofrecer un ambiente sano para el buen desarrollo de su hijo, tenerlo en un entorno sano donde se puedan cumplir las necesidades del pequeño, pero que es claro que en una prisión es imposible cumplir ya sea por el espacio o la poca privacidad que se tiene, lo que sería el caso de esta prisión pues se menciona que la prisión se reubico y el espacio que se brindaba no era el adecuado para los niños.

A manera de conclusión, es evidente que las prisiones no es un lugar para la crianza de un niño, el que ellos se encuentren en estos lugares va a impedir que su desarrollo psicológico sea optimo, si bien, es muy importante el contacto del niño con madre se debe tener en cuenta que la figura materna puede ser sustituida pues otros cuidadores pueden realizar perfectamente la función de la madre. El texto hace mención de que algunas de las mujeres que se encuentran en la prisión golpean a sus hijos y desde mi punto de vista creo que es mejor separar al niño de la madre a una edad temprana y brindarle la oportunidad de desarrollarse en un ambiente sano para él, en donde se puedan cumplir todas sus necesidades en lugar de vivir dentro de una celda y condenarlo injustamente a llevar una vida que no merece. Al dejar al niño a una corta edad en prisión con su madre o solo le estamos quitando libertad sino que también lo estaríamos “expulsando” de la sociedad y le quitaríamos el derecho a tener un buen desarrollo psicológico y social, se tiene que dejar de un lado el miedo a dejar al pequeño sin su madre, para así poder ofrecerle una estabilidad. Debemos brindar las herramientas necesarias para poder ayudarlos y que no comentan los mismos errores que sus padres cometieron,