CONTRAPOSICIÓN ENTRE EL LARISMO Y LA LITERATURA DE MARCELO MELLADO

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Junto a Caldera se encuentra El Gallina Clueca, que según la descripción del mismo narrador, no superaría el metro cincuenta y los cuarenta y ocho kilos de peso. Así como el Pickle Quiroga y Bochorno Oyarzun, “poeta de tugurios y bares rancios, ambos eran muy caídos al litro, siempre andaban a medio filo”. (Mellado, 2011, pág. 40)

Después de la descripción de cada uno de estos poetas se puede apreciar la caracterización sin sofisticación que hace Mellado de estos seres, ya no centrados en la superficialidad de la provincia que servía de refugio ante el presente, sino que siendo parte fundamental de la descripción territorial, cobrando relevancia desde su labor y compromiso social, hasta su postura política influenciada por los juegos de poder.

Marcelo Mellado se jacta, sin tapujos, del engrandecimiento a la labor del poeta que hace Jorge Teillier en su ensayo Los poetas de los lares. Ya que contrapone, de manera paródica, la esencia de estos, en donde el ennoblecimiento del lugar (provincia/territorio) debido al tiempo ya no es preponderante, aquí solo prima la realidad real a la que se enfrenta el poeta.

POLÍTICA, SOCIEDAD Y JUEGOS DE PODER

Dentro del relato cobra importancia la esencia del territorio, la exposición de los problemas, que no solo aquejan a los grandes centros urbanos o a las capitales regionales del país, sino que hasta en los pueblos más abandonados, debido al centralismo, se pueden observar. Es por ello que Mellado realiza una separación entre los estatutos de poder cultural que priman en este puerto.

En primer lugar está El Gremio, el cual, conformado por cuatro poetas tiene la necesidad imperiosa de concretar el proyecto de una nueva biblioteca pública para el pueblo, lo que dignifica la esencia cultural de este, debido a que (…) “la Biblioteca Pública era un edificio aledaño al Centro de Recuperación de Animales Exóticos, que también dependía de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos, al menos a nivel administrativo” (…) (Mellado, 2011, págs. 17, 18). Todo esto ligado al ataque de termitas, ratones, humedad y mal olor que aquejaba a la biblioteca. Para Prudencio Aguilar, la construcción de esta biblioteca tenía un sentido republicano, debido a que la vislumbraba:

(…) cerca de la casa de gobierno, del parlamento y del palacio de justicia, y en medio de una especie de Plaza de la Constitución. Toda la edificación republicana debía flanquear la plaza de la ciudadanía, y todo ello constituiría un barrio cívico, y la biblioteca como base simbólica de lo republicano. (Mellado, 2011, págs. 73, 74)

El mismo Aguilar realiza mapeo en donde expone la disidencia a su postura, basada en la construcción de la biblioteca. Expone a tres grupos relevantes con poder dentro de la comuna y que son el punto de inflexión en las decisiones gubernamentales. Una caricatura bastante realista de lo que se vive hoy en día en Chile.

En primer lugar se encuentra el grupo masónico, que genera desvíos de recursos del gobierno a sus cuentas personales y familiares. En segundo lugar, se encuentran los llamados huasos brutos, aliados a la derecha política y, por ende, a los militares y torturadores de la dictadura. Y finalmente los impostores o criminales políticos, también llamados operadores políticos clásicos, de cual se desprende “La Caleta”. Todos estos grupos ligados de una u otra forma al poder político de la Concertación.

En este sentido, el grupo de los poderes fácticos, encabezado por Poetiso Caldera, busca no solo evitar la construcción de la biblioteca, sino que desviar recursos y ser parte del grupo más influyente de la política de la comuna.

El Poetiso Caldera, que según el gremio de Prudencio Aguilar utilizaba la biblioteca municipal en beneficio propio, ya fuera como oficina o segunda vivienda o primera, nunca quedó muy claro, intentaba por todos los medios impedir la competencia bibliotecaria y para ello recurrió a sus influencias al interior del municipio. Prudencio Aguilar y su equipo lo acusaban de haberse apropiado de la feria del libro que algunos grupos culturales habían diseñado en el periodo democratoide y que no había funcionado del todo mal, hasta que el poetiso se la llevó para la casa, porque quería ser concejal, decían, y la quería utilizar como plataforma de esa candidatura y otras. (Mellado, 2011, pág. 39)

Finalmente, el paraíso perdido, la vuelta a la provincia como el lugar libre de contaminación no se ve por ningún lugar en la literatura de Mellado. Siguen siendo los mismos poetas de poca monta los que se arreglan los bigotes con el gobierno y terminan siendo los gestores culturales a cargo de elevadas sumas de dineros destinadas al “progreso cultural” del país. Realidad que no solo se refleja en el centro neurálgico del país, sino que expuesto bajo la pluma marginal de Marcelo Mellado, lo vemos reflejado en la provincia, ahora contaminada y con los mismos problemas que los poetas de los lares -también poetas de la territorialidad- no expresaban en sus poemas.

BIOBLIOGRAFÍA

Mellado, M. (2011). La Hediondez. Alquimia Ediciones.

Teillier, J. (mayo de 1965). LOS POETAS DE LOS LARES. Obtenido de Boletín de la Universidad de Chile: http://www.uchile.cl/cultura/teillier/poeticas/3.html