Cartas a un estudiante de Derecho. Este libro nos presentó lo que yo podría tomar como un método de estudio

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No me cabe duda de que este es un libro al que nos sólo los abogados sino cualquier estudiante podrían si así lo desea, sacarle mucho provecho y hacer de sus momentos de estudio algo realmente provechoso, y poder planificar su vida conforme a lo que está decidiendo dedicarse ya que el Derecho es por así decirlo y perdón por el ejemplo “una novia celosa” que nos exige tiempo, paciencia y respeto, nos pide tratar de entenderla e interpretarla de manera que las cosas que planeamos salgan lo mejor posible, de la manera justa para ambas partes.

Este libro me hizo reflexionar acerca de mi misma y valorar cuanto tiempo y dedicación debo ponerle a la carrera, de cómo mis tareas, mis maestros y todo lo que esta conlleva me va a formar como abogado. Esto es apenas el principio, y fuera de la escuela está la realidad, una que muchas veces no encaja exactamente con la realidad que se nos dio en los libros y sin embargo como abogados se nos está obligados a hacer encajar la norma con el caso particular, es por esto que se nos prepara para ello y se nos hace consciencia de eso en este libro, que incluso toca un tema como lo es la justicia, y es que lo que probablemente sea justo para mí no lo sea para Juan o Pedro, hay que ser conscientes también de esto.

En lo personal, si bien existen algunos puntos que se me dificultaría llevar a cabo (aunque no significa que no pueda intentarlo) este es un libro que me ayudo un poco a pensar en que estudiar Derecho es una decisión de la cual tengo que estar segura y comprometerme de lleno con ella para así poder servir a quienes puedan acudir a mí, es mi obligación pues estar lo mejor preparada posible para cuando el tiempo así lo indique y poder ejercer con responsabilidad todo lo que aprendí y siga aprendiendo.