Comparación de héroes medievales: Beowulf y Mío Cid.

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Según Juan Eduardo Cirlot, el concepto de héroe está ligado al de aventura, que es el símbolo de la búsqueda del sentido de la vida con todas sus implicancias: combate, amor, abandono, encuentro, ayuda, pérdida, conquista y muerte.

Figura del héroe en Beowulf y Mío Cid

Estas dos obras literarias, “Beowulf” y “Mío Cid”, son epopeyas ambientadas en la Edad Media, con la diferencia de que el primero está situado en Dinamarca y el segundo, en España. En el Mío Cid se puede observar que refleja el contexto real de la sociedad de la época, en cambio en Beouwulf también se puede percibir la sociedad y la cultura pero se agrega otro elemento más, la fantasía. Ahora bien, con respecto a la figura del héroe se pueden encontrar tanto similitudes como diferencias entre ambos textos, por ejemplo, el héroe Beowulf, se muestra tal cómo es , con sus fortalezas y debilidades, dejando entrever que el héroe se puede equivocar. Otra característica muy particular, es que es arrogante a la hora de enfrentarse a sus adversarios y mostrarse ante sus seguidores, aunque no se puede pasar por alto, que es carismático, benévolo y servicial. En cuanto a su vestimenta a la hora de luchar, se puede decir que solamente está compuesta por un simple taparrabo, ya que se enfrenta al monstruo con su torso desnudo para presumir su fortaleza, a diferencia de Mío Cid, que su armadura cubre todo su cuerpo.

Mío Cid es un caballero que sabe mantener su mesura en todo momento, ya que ésta cualidad, es la que lo enaltece como héroe. Siempre se muestra como un héroe humano, preocupado por los afectos de esposo y de padre y por la responsabilidad que le cabe respecto de cada uno de sus vasallos. Este hombre de carne y hueso debe resolver cuestiones materiales y compromisos espirituales. Cada vez que debe ir a batallar implora la asistencia de la Virgen y le promete mil misas. En este sentido, su figura de héroe es más creíble que la de Beowulf. Aunque, Mío Cid, también tiene su toque fantástico, ya que en uno de sus versos cuenta cómo un león se arrodilla ante sus pies y más adelante agrega, que mata a trescientos hombres con una sola espada. Pero en ambos héroes, se puede apreciar el amor que tienen por su pueblo y que además, son capaces de morir por ellos.

Conclusión

Para finalizar este trabajo, quiero agregar que estas figuras de héroes estudiadas y analizadas, nos hacen imaginar las realidades a las que se enfrentaban las personas de aquella época para entender la historia de nuestra literatura porque a través de ésta es cómo podemos aprender más de nuestros antepasados. Si bien, la figura de héroe en la actualidad está completamente desdibujada, creo que en algún rincón de cada persona quedan algunos vestigios del concepto de héroe.

Bibliografía

- Literatura IV, España en sus letras, Editorial Estrada

- Juan Eduardo Cirlot, EL libro de los símbolos

- M. Alvar, Épica española medieval, Madrid, 1981

- R. Menéndez Pidal , EL cantar de Mío Cid y Beowulf