Cruzadas en jeans resumen

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9 El tribunal de los niños

Cuando llegaron todos los niños y comenzó el juicio Don Anselmus acuso a Rudolf de diferentes cosas y los niños apoyaban a Rudolf. En un momento en que ya nada se podía hacer por Rudolf apareció Don Thaddeus y lo ayudo diciendo que aquella marca que Rudolf tenía en el brazo era una cicatriz de Dios que representaba a la santísima trinidad, que en realidad hera una mordida de perro. Finalmente Nicolás se acerca a Rudolf miro la cicatriz en su brazo y se arrodillo ante él. Rudolf lo levanto y en un abrazo le dijo que de ahora en adelante serian amigos.

10 El Karwendel

El campamento se levantó temprano y cuando estaban listos para irse Fredo con otros cientos de chicos se fueron de regreso a casa pues no quisieron seguir con la cruzada. Una vez que ellos se fueron, la cruzada comenzó a subir por la garganta del monte Karwendel. Más de 7000 niños andaban por el estrecho sendero. La subida fue muy lento y hubo accidentes. La garganta solo tenía 10 Km el grupo bajo la lluvia tardo todo el día en subirla. Al salir de la garganta se encontraron con un amplio valle, donde instalaron su campamento, estaban tan cansados que apenas comieron y se quedaron dormidos, sin establecer un cerco de vigilancia.

11 El secuestro

Rudolf se despertó en el campamento. Habían sido atacados por jinetes del conde de Romhild, que quería llevarse a 50 niños. Rudolf se salvo gracias a la ayuda de Don Thaddeus que lo escondió bajo su hábito. Los jinetes se llevaron a más de50 niños, los ataron y se los llevaron al castillo. Rudolf no pudo aceptar la perdida de Frank, Peter, Bertho, Frieda, Wilhelm, Carl y Ludwig que eran prácticamente muy importantes para la cruzada y paleo ir a rescatarlos. Sin darle muchos detalles encargo a Carolus que reuniera 15 niños valientes y fuertes dispuestos a acompañarlos. Salieron 3 horas antes del anochecer y con cosas que habían recolectado. Todo ese plan se hizo en el más estricto secreto.

12 El ataque de los demonios

Los niños fueron rápidamente y esperaron cerca del castillo. Cuando faltaba poco para el amanecer los niños se colocaron un cuerno en la cabeza, se vistieron con un faldón de hierba y se pintaron rayas negras en sus cuerpos, daban miedo. Rudolf preparo con carbón vegetal, caca de ave y la cabeza de las cerillas una bomba fétida que estallo a momento del ataque. Los pequeños demonios corrieron haciendo ruidos hacia el patio de armas y pidieron la entrega de los niños sagrados. El conde, asustado les da a los 52 niños que había secuestrado, los diablos los llevaron fuera del castillo y se fueron corriendo. Los 52 niños con sus raptores se metieron rápidamente en el bosque y solo se pararon a recoger las vestimentas de los diablos. Se quedaron ocultos en el bosque hasta el anochecer. A la noche siguiente se unieron a la cruzada, donde ya los daban por perdidos.

13 Los Alpes

El ejercito siguió su camino por las montañas de Karwendel el camino se hizo duro por la lluvia, los animales salvajes, los aludes, las serpientes y la neumonía. Wilhelm murió por el ataque de un oso. Consiguieron llegar a la cumbre y empezaron a bajar hasta el valle de Inn que era ancho, bastante llano y fértil. Allí se encontraba la ciudad de Innsbruck donde fueron muy bien recibidos. Los niños por primera vez en mucho tiempo tomaron leche y comieron verduras. Afortunadamente el sol volvió a alumbrar, los niños secaron sus vestidos y pudieron descansar. Vendieron sus ovejas a cambio de jamón y embutidos. Una vez que descansaron se pusieron en marcha y empezaron a escalar montañas muy altas. Tras alcanzar una cumbre muy alta bajaron a otro valle, fértil y bañado por un río que los llevo hasta la ciudad de Bolzano. Los habitantes de Bolzano se asombraron al ver a los 7000 niños que habían cruzado un infierno y ahora cantaban felices.

14 La batalla del valle del Po

Después de descansar los niños siguieron el río Isarco que los llevo nuevamente a las montañas que esta vez eran más bajas y no estaban tan próximas. Al cabo de una semana llegaron a un magnifico lago entre las montañas, era el lago Garda. Rudolf recordaba este lugar de las vacaciones con sus padres, se sorprendía de lo diferente que era en el siglo XX. Siguieron caminando bajo el ardiente sol. Los sufrimientos, las dificultades encontradas en el camino había cambiado a aquellos niños que salieron cantando y rezando desde Colonia en la cruzada, en 2 meses se habían convertido en una banda de ladrones y de seguros soldados que no tenían miedo. Después de caminar varios días por tierras secas llegaron al pequeño río Oglio donde levantaron su campamento y se refrescaron. De repente fueron atacados por granjeros lombardos. Los niños se organizaron de tal forma y pelearon con tal fuerza, que después de la lucha los granjeros huyeron gritando. Se desato un incendio y los chicos debieron acampar al otro lado del río. Al otro día encontraron 26 cadáveres de adultos y 32 de niños. Hanz había desaparecido. Cuando supusieron en marcha era una tropa de casi 7000 sucios y salvajes niños en ruta hacia tierra santa.

15 La última voluntad del rey

Pasaron el río Po y llegaron a los Apeninos. Frente a esta nueva cordillera estuvo a punto de producirse una nueva rebelión. Don Anselmus trato de calmar a los niños, pero no pudo lograrlo. Cuando Don Augustus los intentaba convencer llego Frank diciendo que Carolus estaba enfermo. Debido a esto los niños empezaron a montar el campamento y comenzaron a atenderlo. Rudolf se dio cuenta que tenia apendicitis y en la edad media esa era una enfermedad mortal. Los últimos deseos de Carolus fueron que Bertho fuera montero mayor y que Rudolf fuera el futuro rey de Jerusalén. Al día siguiente Carolus se despidió de sus súbditos. Aquella tarde tuvo lugar el entierro. La ceremonia fue emocionante, todos los niños hicieron una larga fila para verlo por última vez. Fue un funeral digno de un rey, hubo flores, un oficio religioso, cánticos y una enorme cruz tallada. Nuevamente comenzaron su camino por las montañas. El camino fue tranquilo y Don Augustus comenzó a portarse de una forma curiosa, se negó a dormir en la carpa y caminaba en la retaguardia de la formación.

16 ¡Por fin, el mar!

Después de 5 días llegaron a Génova donde no se les dejaron entrar, pero se les ofreció un camino alternativo para llegar al mar. Ya en la playa los niños se mostraron muy contentos, muchos ni siquiera imaginaban lo