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RESUMEN JEAN BERGERET ESTRUCTURA Y NORMALIDAD

Enviado por   •  5 de Marzo de 2018  •  1.513 Palabras (7 Páginas)  •  1.846 Visitas

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Se puede ser normal sin haber alcanzado el nivel edípico, pero a condición de haber realizado una estructura verdadera. Toda jerarquía estructural solo puede reposar sobre la integridad de las bases narcisistas de la constitución del yo.

La normalidad de un sujeto con una organización mental no puede compararse, jerarquicamente, con la normalidad de otro sujeto con otra organización mental.

La noción de estructura de la personalidad. La experiencia clínica nos ha enseñado que un episodio delirante puede muy bien no corresponder a una organización psicótica del sujeto.

Por otra parte, la importancia de los datos freudianos nos obliga a considerar el síntoma con toda su dimensión latente y según su valor relativo, relacional y económico.

Algunos síntomas del tipo neurótico pueden servir para disimular el origen pregenital de los conflictos de una organización psicótica; del mismo modo que un síntoma psicótico puede enmascarar el origen genital y edípico de un conflicto de estructura neurótica. El síntoma por sí solo no nos permite prejuzgar un diagnóstico en cuanto a la organización estructural profunda de la personalidad.

Entonces, no hablar si no de defensa de modo neurótico o psicótico, sin anticiparse a estableces la autenticidad de la estructura subyacente de los sujetos. Nos sentimos inclinados a hablar con demasiada prisa de neurosis o de psicosis cuando simplemente nos hallamos en presencia de un estado momentáneo de la evolución de una personalidad todavía muy inconsistente. En muchos episodios pasajeros el Yo no ha completado aún su maduración, no ha podido establecer de manera definitiva sus límites. En psicopatología la noción de estructura corresponder a aquello que está constituido por los elementos metapsicológicos profundos y fundamentales de la personalidad, fijados en un ensamblaje estable y definitivo.

Detrás de un juego caracterial conviene investigar las bases constantes sobre las que encontrar el camino de los objetos. Por el contrario, en las neurosis, el acento se pone sobre la relación entre las inversiones libidinales y las inversiones de las pulsiones del yo.

Tercera posición freudiana: Siempre una oposición entre las neurosis actuales y las psiconeurosis de transferencia, ps. narcisistas y las psicosis. El yo ocupa en este momento una posición intermedia entre el ello y la realidad. En las neurosis el yo obedece a las exigencias de la realidad y del super yo. En las psicosis, hay una ruptura entre el yo y la realidad. El yo cae bajo la influencia del ello dado que se reconstuye una nueva realidad acorde a los deseos del Ello. Cuarta posición freudiana: Ya en este momento a Freud no le interesa ahondar mucho más en los mecanismos de la vertiente psicótica.

En caso de ruptura del equilibrio anterior, un sujeto de estructura psicótica sólo podrá desarrollar una psicosis, y un sujeto con est. neurótica solo una neurosis.

En el caso general de la evolución psíquica del adulto hacia una estructuración estable, el proceso parece darse de la siguiente manera:

Primera etapa: partimos de los estadios iniciales del yo del pequeño niño, en su indiferenciación somato-psíquica y poco a poco esta diferenciación comienza a efectuarse. Segunda etapa: Hay una preorganización en función de las líneas de fuerza determinadas por los datos hereditarios y las experiencias objetales sucesivas que se refieren a zonas erógenas. Las relaciones con los padres son capitales y se agregan otros miembros del contexto social. Las defensas comienzan a organizarse y el yo trabaja por medio de movimientos de ensayo y retroceso para hacer frente a las amenazas generadas tanto en el exterior como en el interior.

Progresivamente el psiquismo del individuo se cristaliza según un modo de ensamblaje de sus elementos propios que ya no podrá variar en lo sucesivo. Tercera etapa: Esta culmina con una verdadera estructura de la personalidad que ya no se modificará ni cambiará de línea fundamental sino que solamente podrá adaptarse o desadaptarse. Esto implica que solo existe dos estructuras psíquicas estables: est. neurótica y psicótica.

En lo que concierne al período de latencia estamos convencidos de la importancia por sus identificaciones, sublimaciones y sus manifestaciones sexuales. Durante el período de latencia las vivencias emocionales del sujeto se mantienen en un estado de agitación considerable pero su org. estructural permanece invariable.

Podríamos decir que nuestro silencio evolutivo de la latencia tiene como objetivo connotar la ausencia de un progreso estructural. En lo que concierne a la adolescencia la capacidad del sujeto para cambiar de estructura en este período en que todo le parece nuevamente provisorio y en medio de un huracán pulsional y conflictual.

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