Cuento infantil.

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Cuando comenzaron a llegar los invitados, pusieron los regalos en la mesa del centro, Frida logro meterse en uno de ellos, pero antes se miró en un pequeño espejo, para ver cómo se veía, se observó un poco desalineada pero dijo “Yaya me quedra y yo seré su muñeca favorita”.

La fiesta comenzó e iniciaron los juegos organizados por la mamá de Yaya, para finalizar partieron el pastel y abrieron los regalos.

Yaya abrió todos los regalos, pero le faltaba uno, al abrirlo metió la mano en la caja y saco a Frida, todos se quedaron en silencio y Yaya observándola dijo “que raro, esta muñeca está un poco desalineada, pero es hermosa, creo que le hace falta un poco de cariño”.

La abrazo tanto que por arte de magia Frida quedo como si fuera nueva y sintió en su corazón una inmensa alegría y amor que su mal carácter se esfumo, pues ya no sentía rencor ni resentimientos por ningún juguete, se sentía diferente, pues se sentía querida y amada por Yaya.

Yaya exclamo que Frida había sido su mejor regalo, pues siempre la acompañaba a todos lados, le contaba sus secretos y era su amiga fiel.

Por las tardes se la pasaban en su jardín jugando y cuando no lo hacían era porque estaba practicando con su papá el arte de la pintura.

Una tarde el papa de Yaya decidió pintarla y Yaya quiso que fuera pintada junto con Frida su muñeca, el papá acepto y comenzó a mezclar los colores y a darle vida al lienzo con el retrato de Yaya y Frida la muñeca, “está quedando hermoso” decía el papá.

Al terminar el retrato, se quedó en silencio observándolo y le grito a Dora la esposa, “Dora, amor, ven, para que veas lo que yo estoy viendo”, pues el retrato de Frida y Yaya los sorprendió tanto, pues parecía que Frida era la miniatura de Yaya, eran igualitas, “con razón es la muñeca favorita de Yaya”, dijo Dora la mamá, “y también gracias a Frida, Yaya ha cambiado, ya no es tan caprichosa, y se comporta mejor en la escuela y casa”, pues pareciera como arte de magia que las conductas de ambas cambiaron para bien.

Y los papás de Yaya se dieron cuenta que los que necesitaba era compartir todo el amor que ella tenía guardado en su corazón y no sabía cómo hacerlo y Frida le ayudo, y cuál era la sorpresa de Frida que cuando Yaya se reunió con sus amigas del vecindario también llevaban sus muñecas, eran las mismas de aquella tienda las compañeras de Frida.

Frida les pidió disculpas a Betty, Sara y Carol, y le dijeron “Como te ves bien Frida, te ves más hermosa”, “si, es que ya no soy tan renegada ni caprichosa y por eso me veo distinta” dijo Frida.

Y todas jugaron y se divirtieron tanto que olvidaron los enojos y los disgustos y descubrieron que cuando estás enojado o te comportas mal con tus compañeros es porque no sabes que hacer con tanto amor que tienes dentro de tu corazón y no puedes expresar y compartir, y que por eso es mejor tener muchos amigos y ser feliz. FIN