De los delios y las penas
Enviado por Ensa05 • 5 de Diciembre de 2018 • 6.004 Palabras (25 Páginas) • 362 Visitas
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1.2.1 Objetivo general
Dar a conocer cómo se aplicaba en una sociedad llena de injusticias las diferentes formas de tortura y la penalización a los infractores de la ley; además se propone la hipótesis de un sistema penal basado en una corriente intelectual que da libertad al hombre, dándole a conocer sus derechos y así mismo las obligaciones que éste tiene, presentando un sistema en el cual se dé a conocer la ley de manera clara y entendible, para evitar que el delincuente vuelva a quebrantar la ley y sirva para inducir a otras personas a no cometer delitos, y de no ser así, se le apliquen castigos como la privación de la libertad u otros castigos que sean más humanos, es decir, que no generen violencia en una sociedad que busca ser subsanada.
1.2.2 Objetivos específicos
• Analizar si hay mayor efectividad por el aspecto de recompensa de la virtud comparado con las penas o castigos agravados para lograr prevenir delitos.
• Evaluar si la voluntad del legislador, representado en las leyes, es la única fuente que puede ejercer sobre las penas dejando a un lado la voluntad del juez.
• Formular que condiciones deben cumplir las penas para que cumplan con los requisitos de claridad, sencillez y generalidad.
CAPITULO 2: MARCOS
2.1 MARCO TEÓRICO
2.1.1 Origen de las penas
El estado de guerra en el que permanecían las personas empezó a perder su sentido y se inició la búsqueda de estrategias diferentes para resolver los conflictos, estableciendo así las leyes como una alternativa para imponer orden y así mejorar la convivencia.
Pero una vez establecidas las leyes, era necesario hacer que se cumplieran y se optó por establecer una manera en que así fuera, de aquí el origen de las penas.
En esta parte se realiza una especie de pacto social en el que los hombres ceden parte de su misma libertad con el fin de terminar la guerra y buscar la paz aunque esto vaya a costa de que el resto de sus vidas se subyugue a un tipo de sistema que sea capaz de juzgarlos por sus actos. Son esas libertades cedidas las creadoras de la soberanía.
Además de esto Beccaria hace un énfasis en los llamados “motivos sensibles” que resultan del hecho de que la experiencia ha hecho ver que la mayoría de personas no llega a adoptar principios estables de conducta, pues por el contrario, debido a los motivos que afectan de manera casi inmediata a los sentidos y que además se presentan de forma continua en la mente, haciendo contrapeso a las fuertes impresiones de las pasiones parciales que se oponen al bien universal, haciendo que ni la elocuencia o las declamaciones, ni aun las más sublimes verdades basten para refrenar por largo tiempo las pasiones excitadas por las vivas sacudidas de los objetos presentes que corresponden a los conflictos simples pero de soluciones aparentemente complejas .
2.1.2 Derecho de castigar
Esta parte del libro de Beccaria, se fundamenta en una frase: “todo acto de autoridad de hombre a hombre, que no se derive de la absoluta necesidad, es tiránico” . Es decir que entre más sagrada e inviolable sea la seguridad, y que sea mayor la libertad de os súbditos frente al soberano, solo entonces las penas serán verdaderamente justas.
Así se da por entendido que son las penas las que otorgan el derecho a castigar a los infractores de la ley.
2.1.3 Consecuencias
Las penas implican unas consecuencias, que se resumen en tres aspectos.
La primera consecuencia es que las penas solo pueden ser interpuestas por las mismas leyes y las únicas personas que tienen autoridad para ello son los legisladores.
La siguiente consecuencia es que el soberano posee plena potestad para crear leyes generales y hacer que el pueblo tenga un estricto cumplimiento de ellas dándoles carácter de obligatoriedad; pero a pesar de que el soberano es quien hace las leyes, este no posee facultad para juzgar a quienes las incumplan pues esta ya es tarea del magistrado cuya sentencia no podrá ser apelada.
La última consecuencia es que en caso de probarse la arbitrariedad de las penas quedaría en evidencia que estas son injustas.
2.1.4 Interpretación de las leyes
La interpretación de la ley corresponde a otra de las consecuencias de las penas, aquí en resumidas palabras se habla de que los jueces del campo penal no pueden interpretar las leyes penales, pues su trabajo no es el de ser legisladores, ellos deben remitirse únicamente a impartir juicios.
Para los jueces las leyes no pueden y no deben tener un carácter consuetudinario, pues la ley no nació con base en una tradición sino que esto se logró gracias a la legítima voluntad de todos.
Beccaria opina que de cada delito se debe hacer un buen análisis, para que los delitos sean juzgados de forma imparcial por los jueces que son quienes se encargan de dar los juicios y establecer las penas.
Se está de acuerdo en que la justicia nunca será perfecta, pues al fin y al cabo, quienes la interpretan son humanos y siempre se está muy propenso al error, pero siempre debe prevalecer la buena intención de hacer todo mejor y más imparcial posible.
2.1.5 oscuridad de las leyes
En esta parte se inicia analizando la gravedad de que las leyes estén escritas en idiomas ajenos al del pueblo, ya que los delitos se pueden cometer sin siquiera saber que se está infringiendo en delito o que hay una ley que prohíba cierta acción.
Entonces, para combatir el no conocimiento de la ley se debe publicar las leyes o darlas a conocer e incluso explicarlas brevemente para mejorar su entendimiento y así tener una seguridad de que estas serán cumplidas.
2.1.6 Proporción entre los delitos y las penas
La proporción o la medida en que se aplican las penas tienen una relación con la incidencia de un delito en la sociedad, puesto que no todos los delitos tienen una trascendencia considerable en la sociedad.
Entonces entre más graves sean los delitos, mayor será la pena correspondiente que se les imponga.
Dependiendo de la magnitud del daño que provoque un delito en la sociedad, se ha establecido una escala, que tiene a su cabeza los delitos que dañan de manera inmediata a la sociedad; teniendo al final de ella el o los delitos que no causen daño
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