Doctrina social de la Iglesia Resumen crítica sobre carta encíclica Rerum Novarum del Sumo Pontífice León XIII

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En respuesta a la primera gran cuestión social, el Papa León XIII promulgó la primera encíclica social, Rerum Novarum. Esta encíclica examina la condición de los trabajadores asalariados, lo cual resulta particularmente angustioso para los trabajadores industriales que languidecen en una miseria inhumana. La cuestión del trabajo se trata según sus verdaderas dimensiones. Se explora en todas sus expresiones sociales y políticas para que se pueda hacer una evaluación adecuada a la luz de los principios doctrinales fundados en la Revelación y en la ley natural y moral. Rerum Novarum enumera los errores que dan lugar a los males sociales, excluye al socialismo como remedio y expone con precisión y en términos contemporáneos "la doctrina católica sobre el trabajo, el derecho a la propiedad, el principio de colaboración en lugar de la lucha de clases como medio fundamental para la vida social" Los derechos de los débiles, la dignidad de los pobres y las obligaciones de los ricos, el perfeccionamiento de la justicia a través de la caridad, el derecho a formar asociaciones profesionales ".

Rerum Novarum se convirtió en el documento que inspiró la actividad cristiana en el ámbito social y el punto de referencia para esta actividad. El tema central de la Encíclica es el ordenamiento justo de la sociedad, a partir del cual existe la obligación de identificar criterios de juicio que ayuden a evaluar los sistemas sociopolíticos existentes ya sugerir líneas de acción para su adecuada transformación. Rerum Novarum se ocupó de la cuestión del trabajo utilizando una metodología que se convertiría en "un paradigma duradero" para los sucesivos desarrollos de la doctrina social de la Iglesia. Los principios afirmados por el Papa León XIII serían retomados y estudiados más profundamente en sucesivas encíclicas sociales. Toda la doctrina social de la Iglesia puede ser vista como una actualización, un análisis más profundo y una expansión del núcleo original de principios presentado en Rerum Novarum. Con este texto valiente y perspicaz, el Papa León XIII "dio a la Iglesia" el estatuto de ciudadanía "en medio de las cambiantes realidades de la vida pública" e hizo una "declaración incisiva" que se convirtió en "elemento permanente de la enseñanza social de la Iglesia". Afirmó que los graves problemas sociales "sólo podrían resolverse mediante la cooperación entre todas las fuerzas" y agregó que "en lo que respecta a la Iglesia, su cooperación nunca será carente".