EL PAPEL DEL ECOCENTRISMO DENTRO DE LA GEOGRAFÍA POSMODERNA
Enviado por Ninoka • 4 de Enero de 2019 • 2.922 Palabras (12 Páginas) • 393 Visitas
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Relaciones Hombre - Naturaleza
La naturaleza ha sido parte de nuestra historia desde el principio de todo. En diferentes culturas y pueblos a lo largo del globo se pensaba como una figura sagrada en la que el hombre podía estar, mas no alterar. No existía un pensamiento de dominación, de propiedad sobre toda clase de figuras y formas que la constituyen, solo había espacio para una relación recíproca, un respeto entre el hombre y la naturaleza.
Un ejemplo claro es la carta del jefe Seattle de la tribu Swamish, escrita a mitad del siglo XIX, donde el mensaje de misticismo, la cosmogonía presente en el texto deja ver el respeto por la tierra, la nula existencia de una pertenencia fija, donde el espacio conocido es familiar, no es concebido como producto. “Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas las cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.”
El problema radico en la forma de concebir el mundo, donde los recursos brindados son ilimitados, donde no hay ninguna alternativa de sostenibilidad, de permanencia, de respeto ni interés por los impactos que los procesos desarrollistas post revolución industrial estaban acarreando. Eventualmente se vio en todo el globo, como la falta de políticas públicas que lograran de alguna manera frenar este expansionismo económico de la producción consiguió alterar el funcionamiento del mismo. Contaminación, destrucción desmedida del medio natural, cambios en los patrones climáticos y atmosféricos, etc.
Sin duda alguna, la tecnología ha jugado un papel fundamental en la configuración de la sociedad de hoy. Puede ser tomada como una mera herramienta, ya que el uso que el hombre, siendo este el agente real del cambio, termina produciendo una alteración que puede ser positiva o negativa. “La tecnociencia actual logra el proyecto moderno: el hombre surge como amo y señor de la naturaleza. Pero al mismo tiempo la desestabiliza profundamente” (Lyotard, 1996).
Un ejemplo es la búsqueda e investigación en ciencia y tecnología en aras de darle una solución a los problemas ambientales. Fundamentalmente se busca un modo de producción distinto consiguiendo menos cantidad de recursos y menos producción de contaminación. Es una apuesta arriesgada al contemplar variables de tiempo, población y cantidad de recursos. Aun así, es óptimo pensar en esa alternativa como un futuro al mal necesario de la economía extractiva (Restrepo, 2015)
Por esta razón, a lo largo de las últimas décadas, tanto hombres como mujeres se han mostrado interesados en conseguir un accionar inmediato por parte de organizaciones públicas y privadas. Ronald Inglehart afirma que el discurso posmoderno influyo en este milagroso “despertar”, que logro darle un valor más allá del ámbito económico a la naturaleza.
El ecocentrismo, una alternativa al desarrollo
Surge entonces una propuesta alejada de las perspectivas desarrollistas antropocéntricas. El ecocentrismo incluye a los organismos vivos dentro de un espacio donde tienen derechos, una postura que se preocupa e intenta velar por el respeto y la conservación de toda forma de vida de manera que la supervivencia de una no afecte la de otra. Aun asi, es preciso resaltar que la condición de superioridad frente al medio natural presente en los seres humanos no es fácil de evadir.
Aldo Leopold, ecólogo y naturalista estadounidense propone algo que el denomina la “ética de la tierra”, donde nos incita a “pensar como una montaña” a la hora de tomar decisiones y emitir juicios de valor. James Lovelock, meteorólogo y ambientalista, propone en 1972 un modelo revolucionario, donde se concibe a la tierra como sistema autorregulado, un organismo cuyo fin es albergar y mantener la vida, donde la interacción entre los ecosistemas se regula gracias a la atmosfera.
Siguiendo esta rama, Arne Naess, filósofo y ecólogo noruego, es el fundador de la ecología profunda, movimiento que fue creciendo a finales del siglo XX y cuyos planteamientos son similares a los del ecocentrismo.
- El bienestar y el florecimiento de la vida humana y no-humana en la Tierra tienen un valor intrínseco, con independencia de la utilidad que lo no-humano pueda tener para los propósitos humanos.
- La riqueza y la diversidad de las formas de vida contribuyen a hacer realidad estos valores y son, por tanto, valores en sí mismos.
- Los seres humanos no tienen derecho a reducir esta riqueza y diversidad, excepto para satisfacer necesidades humanas vitales.
- El florecimiento de la vida y cultura humanas es compatible con un descenso sustancial de la población humana. El florecimiento de la vida no humana necesita esta disminución.
- Actualmente la intervención humana en el mundo no-humano es excesiva, y la situación está empeorando rápidamente.
- Por esta razón, las políticas deben cambiar. Estas políticas afectan a las estructuras básicas de la economía, la tecnología y la ideología. El estado que resulte será profundamente distinto del presente.
- El cambio ideológico consiste principalmente en apreciar la calidad de la vida, más que buscar incrementar el estándar de vida. Habrá una toma de conciencia profunda de la diferencia entre lo grande y lo importante.
- Aquellos que suscriban estos puntos tienen la obligación de intentar realizar, directa o indirectamente, los cambios necesarios.
De igual manera, colectivos feministas se han apropiado del concepto formulando el ecofeminismo, donde el abuso y dominación tanto de la naturaleza como de la mujer tienen una misma base histórica. Discusiones en torno a al hombre y la mujer, y su relación con la naturaleza y la sociedad se gestan al interior.
Finalmente, el manifiesto de la Tierra es uno de los mayores referentes de la perspectiva ecocéntrica, donde la visión por la protección del medio, la inclusión de la ética y la búsqueda del bienestar se mezclan en once principios.
PRINCIPIOS CENTRALES
Principio 1. Para la humanidad, la ecósfera es el valor central
Principio 2. La creatividad y la productividad de los ecosistemas de la Tierra dependen de su integridad
Principio 3. La historia natural confirma la visión global centrada en la Tierra
Principio 4. La ética ecocéntrica
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