“El Acto Creador como Pedagogía Emancipatoria y Decolonial”.

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Si bien no todos alcanzaban estas pretensiones que critica Achinte, los inmigrantes trabajan fuertemente para lograr el éxito: ejercían sus oficios, agachaban la cabeza frente a las autoridades, las instituciones y ante el Estado.

“La noción de éxito estaba determinada por el mantenimiento a

toda costa de esa estabilidad.” (Pág.1)

Tanto Sarlo como Achinte nos demuestran que es necesario cuestionar las ideologías avasalladoras, que raptan nuestra voluntad, que debemos cuestionar y reflexionar. A diferencia de Rosa del Río quien es portadora de la ideología escolar en todos sus matices y contradicciones. (Pág. 53). Ideologías que están fuertemente arraigadas y completamente naturalizada en nuestro sistema educativo que construye subjetividades que se acomodan a estos procesos de la modernidad, al sentido de la estabilidad lo cual se aprende a la par de las letras del alfabeto. (Pág.1)

Como expresa Achinte si la modernidad emancipó al sujeto de sus creencias propongo entonces emanciparnos de la emancipación occidental. Emanciparnos de esta modernidad a través de un proceso de pensamiento crítico, profundo, dando lugar a nuestros orígenes, y esencias nos lleva a romper con esas narrativas, con esa ilusión de racionalidad, de estabilidad, de bienestar para convivir en armonía y en equilibrio con nuestro mundo simbólico esencial. Emanciparnos de lo hegemónicamente racional es un ejercicio que se debe realizar a partir de considerar esos miedos como la “trampa”, como la imposibilidad de independizarnos de ese proyecto.

Proyecto que está instaurado en la escuela de Rosa del Río y que es cimiento del modelo de educación actual, ya que ese estereotipo de educación se ha construido sobre la base de un sistema hegemónico eurocéntrico, que ha deslegitimado otras formas de saber. Ir desmembrando tan imponente modelo, representa un arduo trabajo y un desafío muy importante. Modificar paulatinamente diferentes aspectos, será un logro, que por más minúsculo que sea, aportará a la transformación de esta emancipación.

El arte se convierte en una herramienta capaz de interpelar críticamente esa realidad, y provocar en las personas él habito de reflexionar y de desarrollar un pensamiento crítico, a través de la riqueza de las culturas indígenas, afros y mestizas, el acto creador asumido como una práctica de-constructiva nos llevará a desaprender, a reconocer escenarios que van más allá, a descolonizar nuestras mentes, en la medida que podamos expresarnos sin miramientos ni ataduras. El acto creador no se separa de la vida misma y por eso es tan valioso, apuesta a la constitución de subjetividades éticas. Ya que es un suceso que devela, cuestiona, problematiza e invita al sujeto a asumir un compromiso crítico. La docencia, de igual forma, se asume como un ejercicio emancipador que posibilita a los sujetos del mismo modo, promoviendo la autonomía, y un compromiso en su accionar con el entorno.

De este modo los invito a emanciparse mirándose al espejo, reconociéndose con su verdadero universo de significaciones, ya no siendo ajeno a su situación social, cultural, étnica y logrando así despojarse de ese Universo Occidental.

Bibliografía

- Adolfo Albán Achinte “El Acto Creador como Pedagogía Emancipatoria Colonial”

- Beatriz Sarlo “Cabezas Rapadas y Cintas Argentinas”. La Máquina Cultural.

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