“El capitán Miguel y el misterio de la daga milanesa”.

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A consecuencia de esto, el Sr. Monroy montó una cacería de lobos para contentar al conde de la Espiga ya que la liberación del hombre cojo le había sentado muy mal. Montaron un campamento a las afueras del pueblo y también una trampa para atrapar a los lobos.

El día anterior a la cacería, Miguel fue a buscar las cosas que había pedido y se marchó a una zona cerca de la cacería y preparó, con esas cosas, una escapatoria por si pasaba algo ya que de pequeño había tenido una visión.

Mientras se dirigían a la cacería, Miguel enseñó la daga al conde de la Espiga delante de todos y le preguntó si era suya y este le respondió que no.

En la cacería, después de encerrar a un lobo en la trampa, alcanzan a un jabalí, pero este escapa hacia donde Miguel había preparado la escapatoria. Miguel lo espera y con su lanza lo atraviesa pero detrás venia el marqués de Hambrán, con los perros y el perrero. Al ver a Miguel, le pide la daga pero este le dice que solo se la daría a su dueño. Hambrán le dice que es suya y Miguel se sorprende porque estaba delante del asesino. El marqués mata al perrero para que no haya testigos y saca un frasco amarillo para bebérselo pero Miguel lo rompe y el marqués le suelta a los perros. El capitán huye hasta la zona donde estaba la escapatoria que había preparado y se escapa de los perros y del marqués.

Al terminar la comida de la cacería Benito, el criado de Miguel, queda con Crispina, la doncella de Rosalba, en un granero diciéndole que sabe algo sobre la muerte de Rodrigo. Miguel lo escucha y le dice a Benito que irá él a la cita.

Cuando llega al granero no hay nadie, pero escucha la voz de Rosalba, pensando que es ella pero aparece Hambrán montado en su caballo. Se toma el líquido amarillo que llevaba y se convierte en hombre lobo. Después de una gran lucha, Hambrán, convertido en hombre lobo, mata a Miguel, pero cuando le va a cortar la cabeza aparece el Arcángel de San Miguel y se lleva a Miguel a la cueva del Alma en Pena. Allí lo resucita y le dice que tiene una oportunidad para matar al hombre lobo.

Miguel, que tenía ahora el poder de imitar voces, igual que el que tenía Hambran, engaña al marqués con la voz de Monroy y queda con él en su castillo.

En el castillo, Hambrán se convierte en hombre lobo y vuelve a luchar con Miguel. El hombre lobo lo desarma otra vez y Miguel cae al suelo y cuando está a punto de ser devorado , saca la daga milanesa que tenía guardada bajo la ropa y se la clava en el pecho al Hombre lobo, matándolo y cortándole, después, la cabeza.

El Sr. Monroy le dio el título de marqués del Lobo Negro y entonces Miguel le pidió la mano de Rosalba porque al ser un noble ya se podía casar con ella, a lo que Monroy dio el visto bueno.

Una vez que el padre de Miguel acabo de contar el cuento, este se fue a la cama, tranquilo y sin miedo porque ya no quedaba ningún hombre lobo que hablase.