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“El humo de las flores.” Pasaje de: Alejandro Archundia, “PERSONAJES

Enviado por   •  21 de Diciembre de 2018  •  2.507 Palabras (11 Páginas)  •  384 Visitas

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MONA.- ¿Y Tú crees que Felipe se merece lo que le haces? Digo, yo soy tu amiga y tu compañera de cuarto, no me afecta que te vayas sin decir nada, pero él ¿Se lo merece?

FELICIA.- ¡Él tiene derecho a hacer lo mismo si se le pega la gana! Yo no me voy a detener porque vaya a romperle su corazoncito al pendejo, ¡Si lo hago sufrir mucho porqué no me deja y ya!

MONA.- ¿Y porqué no lo dejas tú?

FELICIA mira con cierto coraje a MONA, FELICIA se mete al baño con su pijama y azota la puerta, MONA sin “inmutarse continúa disfrutando del café, se lo termina y se sirve otra taza, lo acompaña con otro cigarro, suena el teléfono.

FELICIA.- (Desde el baño) Si es el abandonado le dices que aún no aparezco.

MONA.- (Contesta el teléfono, se sienta en el sillón grande) ¿Sí?, No Felipe no ha llegado, no te preocupes ya me habló para decir que está bien, no, no me dijo donde estaba, entiendo tu situación perfectamente, no te sientas culpable, si yo le aviso, si yo también, luego hablamos, cuídate, adiós. (Cuelga, FELICIA sale del baño ya con la pijama puesta y cepillándose el cabello)

FELICIA.- (Se sienta frente al espejo) ¿Sabes porqué no lo dejo?

MONA.- ¿Por que te da seguridad y si la cosa con Alejandro se termina ahí tienes a tu baboso de premio de consolación?

FELICIA.- ¡No! ¿Comiste gallo verdad? (Silencio). No lo dejo porque sé que soy todo para él, es muy dependiente y si lo abandono no sé de lo que sería capaz de hacerse a si mismo.

MONA.- Que considerada eres.

FELICIA.- ¡Hablo en serio! ¿Te acuerdas cuando nos peleamos en Acapulco?

MONA.- Sí, te fuiste a bailar al Coco y yo me tuve que quedar “con él toda la noche platicando para que no se aventara al mar.

FELICIA.- ¡Ahí está! Tú mejor que nadie deberías de saber porque no dejo a Felipe.

MONA.- Pero así lo lastimas más ¿No crees que tus groserías le dan en la madre? Y si ya no hay nada de amor en esa relación ¿Para qué seguir?

FELICIA.- (Deja de peinarse y comienza a desmaquillarse) Ya te dije. Es por él, si por mi fuera ya “todo se hubiera acabado. (Suena el teléfono) ¿Otra vez ese cabrón? ¿Qué no le dijiste bien claro que no había llegado? (Mona se levanta a contestar, FELICIA continúa quitándose el maquillaje).

MONA.- ¿Sí? Hola, permíteme. Te llama Alejandro. (FELICIA interrumpe su ritual y se levanta rápidamente, le arrebata el auricular a MONA quien simplemente se hace a un lado, FELICIA está a punto de contestar pero mira a MONA con sospecha, se mete al baño con el teléfono, MONA se levanta del sillón y se sirve otra taza de café, es la última, le pone más agua a la jarra y la vuelve a poner en la hornilla, se sienta en la silla de la mesa de la cocina, se escuchan risas desde el baño, MONA se agarra la cabeza, toma la taza de café y la besa simulando que es una persona, FELICIA sale del baño y MONA sobresaltada finge, FELICIA pone el teléfono en su lugar).

FELICIA.- ¿Te molesta que Alejandro venga a tomarse un café con nosotras? (Se sienta en el sillón).

MONA.- ¿Cuándo? ¿Ahorita? (FELICIA asiente con la cabeza) ¿Qué pasó con eso de “podemos olvidarnos durante meses”?

FELICIA.- Dice que por única vez “no ha tenido suficiente de mi, quiere verme ya.

MONA.- ¿Y porqué no se van a un hotel, porqué aquí?

FELICIA.- Porque yo lo invité a venir. Además me dijo que quería verte a ti también.

MONA.- Pero yo no tengo nada que verle a él, además ya es noche y acabas de estar tres días de cola floja con él ¿Yo que culpa tengo de sus necesidades?

FELICIA.- Ándale manita, por fa, sólo un rato. Si haces eso te prometo que dejo que metas a quien quieras y te dejo la cama, yo me duermo en el suelo ¿Sí?

MONA.- Como si eso fuera a suceder.

“FELICIA.- Bueno ¿Porqué no invitas a alguien a que venga? Así ya somos dos parejas y no te sentirás tan sola.

MONA.- ¿Tú crees que hay tantos pendejos en el mundo que estén dispuestos a venir a esta hora y entre semana? Al menos yo no conozco ninguno.

FELICIA.- Amiga, compañera...

MONA.- Ya, ya. Pero te chingas porque voy a invitar a quien yo quiera.

FELICIA.- Con que no sea el travesti ese que recogiste el otro día...

MONA.- A quien yo quiera.

FELICIA.- Bueno. (MONA toma el teléfono y se dirige al baño, FELICIA consternada vuelve a maquillarse) ¿Adonde vas? Puedes hablar aquí.

MONA.- Mi llamada es privada, si no te molesta.

FELICIA.- Pero no te tardes, que me voy a cambiar de pijama.

MONA.- Ridícula. (Cierra la puerta del baño. FELICIA se queda arreglándose, canta una canción de amor, MONA sale del baño y coloca el teléfono en celular, va a la cocina y se termina su café) Habrá que poner más café, la noche será larga.

FELICIA.- ¿Conseguiste alguien que te acompañe?

MONA.- No exactamente. (Enciende un cigarrillo, silencio, mira a FELICIA que sigue arreglándose) ¿Quieres saber quien vendrá?

FELICIA.- Mientras sea alguien que te guste.

“MONA.- Sí claro. (Silencio, MONA se ve angustiada, fuma su cigarro rápidamente, FELICIA se está poniendo sombras en los ojos) Felipe. Va a venir Felipe.

“FELICIA.- (Se levanta sobresaltada) ¡¿Qué?! ¡¿Felipe?! ¡¿Mi Felipe?! ¿Acaso estás estúpida o que chingados te pasa Mona?

MONA.- (Agacha la cabeza) A mi no me pasa nada.

FELICIA.- ¿Entonces? ¿Es una pinche broma verdad? (va hacia ella, la levanta de los hombros y la sacude) ¡Dime que estás jugando!

MONA.- (sin soltarse de FELICIA)

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