El mundo sin nosotros

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se localiza entre la frontera de Polonia y Bielorrusia, donde los fresnos y los tilos alcanzan alturas superiores a los cuarenta metros. Seguidamente, la naturaleza va poco a poco borrando rastros de edificaciones hechas por el hombre y las va desapareciendo, no importa lo hermético que sea el interior ya que de los rigores del clima todo va padeciendo lentamente. De esta manera, se va evidenciando la destrucción de nuestra casa gracias al más eficiente destructor de edificaciones: el agua, el cual penetra en el más mínimo rincón, oxida los metales, corroe, crea grietas debido a la humedad y sostiene a los hongos que se comen la madera .Después de esto se hace la suposición de cómo sería la ciudad sin nosotros donde se toma como ejemplo a Nuevo York para dar una idea de la forma en la que el área urbana no mantendría su forma, es decir, al no haber personas que reparen los daños generados por el clima y el agua, las estructuras se van a desmoronar. De nuevo el agua toma venganza por “haber sido aplastada bajo el paisaje urbano” y se inundarán las vías del tren provocando grandes daños en las estructuras de la ciudad. Ahora vamos un poco más atrás en el tiempo, donde veremos como se supone que era el mundo antes de nosotros, donde existía un equilibrio entre la atmósfera y el océano, y que cuando este era roto por los diferentes eventos naturales se desencadenaba todo un proceso que aunque tenía una duración larga, y consecuencias que implican grandes cambios y nuevas condiciones del clima como una era glacial, era un proceso natural para volver al equilibrio, ahora por otra parte los seres humanos hemos cambiado el mundo de una manera que antes no era posible, nosotros rediseñamos nuestra atmósfera y no de una manera positiva, en tan poco tiempo que llevamos de existir comparado con lo que lleva existiendo el mundo logramos lo que solo las erupciones volcánicas y colisiones de placas continentales de la tierra habían logrado, aumentar el co2 a niveles alarmantes y exagerados, lo anterior hace parte del libro y nos permite entender y interpretar basados en hechos científicos los posibles futuros cercanos si no iniciamos un cambio en nuestros diario vivir, una nueva glaciación, inundaciones y destrucción es uno de los tantos posibles futuros que nos esperan , pero hay que tener claro que para que todo regrese a los niveles que existían antes de los humanos deben pasar 100 mil años según palabras de Tyler Volk, Del hielo al zoológico perdido. Paul Martin está en arizona estudiando un excremento momificado para explicar la megafauna de hace 13 mil años. Weisman rescata una premisa de Martin, “fueron los humanos quienes perpetraron las extinciones que terminaron con las tres cuartas partes de la megafauna de finales del Pleistoceno americano, un zoológico mucho más rico que el que puebla África en la actualidad”. argumentando a lo largo de esta que cuando el hombre empezó a salir de sus cavernas y llegar a estos lugares acabaron de manera “overkill” con casi todos estos ejemplares, los que no fueron cazados perdieron su nicho. Cierra la charla con Martín con una conclusión de éste: “no necesitamos disparar a las aves canoras para eliminarlas del cielo; basta con quitarles lo suficiente de su hábitat o de su sustento, y caerán muertas por sí solas”. Viendo el mundo desolado y afectado por los humanos se llega finalmente a la paradoja africana; África se caracteriza por su gran variedad de fauna salvaje y la evolución paralela de esta junto con los humanos. Con base en la Fauna y la relación de estos con la humanidad y el daño que le hace esta última a la naturaleza se cree que si los humanos en algún momento se extinguieran los animales se propagarían por todo el mundo creando un equilibrio de nuevo en la naturaleza y adaptandose nuevamente a vivir en libertad y evolucionando según las circunstancias que se van presentando, pues “ La adaptabilidad es la clave del más apto, y la extinción de una especie representa la evolución de otra”.

CONCLUSIÓN

El autor quiere que cada uno tome conciencia y empiece a pensar si el mundo sin nosotros estaría mejor ya que probablemente no se hubieran extinto tantos animales y plantas y habría un equilibrio en la naturaleza, con menos contaminación que no tendría unas consecuencias tan abruptas como las que se presentan en la actualidad, pues el ser humano la especie más “razonable” ha sido la más perjudicial en el planeta, ya que en su afán por evolucionar y ser “mejor” cada día, no mide las consecuencias y solo se preocupa por su bienestar en el presente, sin darse cuenta que quizá en un futuro puede llegar a ser la especie más débil y extinguirse sin dejar rastro alguno, dando paso a la vida en la tierra y a la evolución de nuevas especies.

La posición del grupo en cuanto al libro, “el mundo sin nosotros” es de total acuerdo con el autor en la temática desarrollada ya que de alguna manera pretende que cada lector reflexione sobre su modo de vivir y cómo su actuar está afectando la naturaleza, es decir, como se ve afectada tanto la fauna como la flora. Por otra parte, nos exhibe escenarios donde nos advierte como estamos agotando y desperdiciando los recursos que la naturaleza nos brinda, la dependencia de los humanos del planeta y la independencia de este con nuestra raza. Al hablar de independencia, consideramos que tiene bastante validez debido a que somos el principal factor que contribuye al deterioro de nuestro hogar, de nuestro planeta y esta mirada hacia un posible escenario en el cual el ser humano no se concibe como raza dominante y viviente, de alguna manera beneficiaría al equilibrio de la vida, supervivencia de las especies y subsistencia del planeta.