“El perfume historia de un asesino” del autor Patrick Süskind

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Grenouille no sabía relacionarse correctamente. Tal fue el resultado del tipo de convivencia y trato que recibió desde pequeño, que incluso, sentía odio y desprecio por las demás personas.

Se sentía superior por poder engañar a todos a través de sus creaciones.

Cuando consiguió un trabajo, adquirió habilidad de habla, y de seguridad se percató de que podía contar con la gente que quería, una vez ganándose su confianza, a través de una fragancia que lo hacía oler a “humano”.

Cuando Grenouille concluyó la segunda parte de su viaje por Francia, se sentía más seguro de sí mismo. Fue en ese momento en el que encontró la última nota que necesitaba para concluir el maravilloso perfume que lo haría tener el poder de todo cuanto quisiera. Espero casi dos años para raptar aquella fragancia, ahora más fuerte y deslumbrante que antes. Se dedicó durante casi dos años a seguir practicando e investigando como extraer los aromas de las cosas. Una vez que logro perfeccionar su técnica, con nuevos conocimientos, retomó la hazaña de obtener el aroma de Laure.

Cabe mencionar que; cuando asesino a Laure, y a todas aquellas muchachas, no lo hizo por mera crueldad. Sino que sólo tomó lo que necesitaba de cada una de ellas.

El 15 de abril de 1766 Jean Baptiste utilizo su poderoso perfume. Estaba listo y era exquisito.

Cuando Grenouille bajó al estrado, no iba esposado, y nadie lo agarraba del brazo. Era un hombre libre que despedía olor a inocencia. Lo veían como el ser más hermoso, atractivo y perfecto que podían imaginar: les parecía el Salvador en persona; los dominó una sensación de afecto, de ternura, y de amor hacia Grenouille. En ese momento estaba viviendo el mayor triunfo de su vida, él era “El Gran Grenouille”.

Jean Baptiste Grenouille, fue un hombre que lucho durante toda su vida, aún desde el mismo nacimiento, por vivir. Demostró de lo que era capaz de resistir y de lograr.

Era un hombre que carecía de olor alguno y fue esa falta la que le hacía percibir de manera especial los demás aromas.

Busco desesperadamente hasta lograr obtener lo que aparentemente le haría feliz. Pero, su vida perdió sentido cuando se percató de que solo él y nadie más, valoraría su esfuerzo; pues a pesar de poder obtener lo que él quisiera, (ya que tenía el poder con la ayuda de la fragancia que creó) había algo que nunca podría obtener, lo cual era su constante tormento: la capacidad de olerse a sí mismo.

Esto nos muestra la necesidad que todos los seres humanos de tener una identidad para saber quién somos, debemos tener un objetivo en la vida, un plan, y no cansarnos de luchar por lo que queremos.

De igual forma nos muestra el lado cruel de las personas, a las cuales las podríamos comparar con los animales al actuar de manera impulsiva, y guiados por un deseo incomprensible; en el momento en que todos ven a el Grenouille cuando iba a ser ejecutado, y sin saber porque desean alagar y reverenciar de alguna forma a ese ser “maravilloso”. Asimismo cuando una vez que huye de la ciudad y se refugia; todas las personas con las que se topa, desean poseer algo de su pertenencia y es por eso que sin pensarlo y sin saber cómo, se lo terminaron comiendo. A partir de estos acontecimientos se muestra el sentimiento de culpa que sienten las personas por haber cometido tal acto, de manera que buscan una forma de aliviarse. En la primera situación culpan a otro, y en la segunda no sienten ningún sentimiento de culpa, pues sentían que lo habían hecho por amor. Esto muestra el sentimiento de culpa que los hombres al ser animales racionales sentimos, pero que muchas veces tratamos de borrar de nuestras mentes porque nos creemos demasiado “buenos” y “puros” como para creer lo que sucede. Y el cómo nos liberamos de todo remordimiento y culpa, asignándoselo a otras personas o hallándole justificación a nuestros actos.