El túnel de Ernesto Sábato

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Obviamente no podemos ver lo que piensa María de todo esto, solo percibimos lo que percibe el protagonista. Y Castel es súper metódico y se va la vida usando razonamientos lógicos para todo, hasta sus relaciones pasionales esconden cierto razonamiento, donde se funda infinidad de hipótesis que justifican sus actos irracionales.

Para mí Castel no está tan loco, más bien es una víctima de sufrir un exceso de razonamiento, esto lo hace actuar de manera paranoica, esto es su defecto porque no siempre puede ver y mantener una relación con los demás tan racionalmente, porque somos seres pasionales y sociales, y que a veces nuestras acciones no responden a la razón.

Hay una cosa que me gusto en especial, cuando menciona que le disgusta profundamente a las masas, los conglomerados de personas iguales, que van a los mismos sitios y hacen los mismos gestos, llenos de vanidad y sintiéndose superiores, en conclusión, le son grotescos, lo que resulta único y original de una persona, esa persona al estar en algún lugar con personas de índole, todo se vuelve penoso y pierde su chiste. Castel hace una crítica a todos esos grupos que se dividen en ideologías; comunismo, fascismo, etc. Todos repiten la misma jerga aprendida de boca de otros, le son terriblemente repugnantes.

“¡Cuántas veces esta maldita división de mi conciencia ha sido la culpable de hechos atroces! Mientras una parte me lleva a tomar una hermosa actitud, la otra denuncia el fraude, la hipocresía y la falsa generosidad; mientras una me lleva a insultar a un ser humano, la otra se conduele de él y me acusa a mí mismo de lo que denunció en los otro; mientras una me hace ver la belleza del mundo, la otra me señala su fealdad y la ridiculez de todo sentimiento de felicidad” (p. 81). Castel es una dualidad extremista de razón y pasión, o a veces lleva un camino recto manejado por la razón extrema o se deja llevar por las pasiones. Había ocasiones en las que era muy agresivo con María y la insultaba para herirla, él sabía en ese mismo momento que lo estaba haciendo y se arrepentía, pero continuaba para verla sufrir en compensación de lo que ella le hacía a él.

Es interesante cómo después de todo su análisis él llego a la conclusión de que el asesinato era la respuesta adecuada, conducido por la desesperación va y la busca en su casa dominguera y en medio de la lluvia irrumpe en la casa y va directo al cuarto de María…“Entonces, llorando, le clavé el cuchillo en el pecho. Ella apretó la mandíbula y cerró los ojos y cuando yo saqué el cuchillo chorreante de sangre, los abrió con esfuerzo y me miró con una mirada dolorosa y humilde. Un súbito furor fortaleció mi alma y clavé muchas veces el cuchillo en su pecho y su vientre”... Castel se da cuenta de que nada puede salvarlo; al final sólo le queda la trágica certeza en su mente paranoica de que la comunicación total y absoluta no es posible, de que no hay túneles paralelos que se encuentran, sino de que “En todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario, el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida”... No logró salir del túnel, ese túnel el que le iba conducido por una sola visión cerrada y recta de la realidad.