Elena Poniatowska. Periodista y escritora mexicana de origen francés.

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Un segundo párrafo que me parece importante es:

”—Mamá, entre más libre me siento, mejor pinto, hago progresos continuos gracias a esa inmensa fuerza que tengo adentro. Maurie escucha a su hija con curiosidad, ella también cree que hay puertas aún cerradas al conocimiento y los filtros y los encantamientos son una llave. Le regala el libro de Herbert Read: Surrealismo. En la tapa viene la pintura de Max Ernst Dos niños amenazados por un ruiseñor. Al verla, las entrañas de Leonora arden, su emoción es tan visceral que le dice a su madre: —Nunca sabrás el regalo que me has hecho. Algún día veré el mundo tal y como Ernst lo pintó.”

Parece que este es el momento en el que se identifica con alguien, Max, en cuestión de pensamiento y no solo con el sino con todo el movimiento. Este también parece ser el momento desde el cual Max no sale de su cabeza, primero admirándolo por su arte y después como amante.

El libro tenía muchas frases y párrafos que me gustaron pues dejaban ver el espíritu feminista que tenía, al querer ser tratada como sus hermanos o como a los pintores “A las pintoras surrealistas nadie las reconoce. Lo que en los hombres es creatividad, en ellas es locura.”

- Final:

—Si son vacaciones, ¿qué tienes que hacer?

—Pintar una giganta.[pic 3]

—Leonora, Leonora.

— ¿Quién eres?

- Pequeña Prim, no te asustes.

Desde la última inyección de Cardiazol a Leonora le dan crisis convulsivas y epilépticas una vez cada tanto.

—Nanny, cada vez te ves más vieja y descuidada.

—Igual que tú, llevamos cinco años en este Hospital y parece que lo único que no mejora es tu aspecto.

—Tu estas porque quieres, te he dicho mil veces que quiero que te vayas. Pásame mi cuaderno y mi pluma, y después vete del cuarto o del país.

Leonora escribía todos los sueños que tenía después de sus ataques. Soñó con un águila que la tomaba entre sus garras, la sacaba de Santander y la llevaba a un lugar de oro, con gente pequeña que no tenía ojos y le robaban su fuerza. Escribía pero no podía pintar.

—El doctor Morales quiere verla.

Frau Asegurado la lleva hasta la oficina del doctor y se queda con ella en la sesión.

—Don Mariano, no me gusta verlo porque siempre significan malas noticias.

—Te vas a Inglaterra, terminaras tu tratamiento ahí. Tu mamá dio órdenes de trasladarte al Hospital de allá. Te vas con un buen diagnóstico, podrás salir en cuanto ellos crean pertinente.

Frau se había convertido en su cómplice y fueron juntas, con Nanny, a la estación de tren. Todo le parecía nuevo y la gente le maravillaba. De entre todos pudo ver a un hombre guapo, de ojos rojos y cámara en mano. En el tren se sentaron uno al lado del otro y la plática se dio tan natural que de pronto ya sabían la mayor parte de la vida del otro y tenían mucho en común. Los dos perdieron mucho en la guerra.

—Csiki, yo voy a estar unos días en un Hospital, pero puedes visitarme cuando quieras, Frau te va a dar la dirección.

Y así lo hizo Csiki, quien fue todos los días de visitas a ver sus ojos negros y a que ella escuchara sus historias.

Cuando Leonora fue dada de alta, se subieron al primer tren que encontraron, porque estaban locos de amor. El tren los llevo de regreso a España y el destino los llevo a Nueva York donde los refugiados surrealistas seguían emigrando en distintas direcciones.

Biografía y Novela Biográfica, sus diferencias[pic 4]

De bios “vida” y graphein “escribir”. Es una narración escrita que resume los principales hechos en la vida de una persona. Suelen