Ensayo al otro lado

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Sin embargo, la prosa de Yépez es tan potente que nos impide quedarnos en la actitud del turista o el cronista que viaja a Tijuana para ratificar su imagen de la frontera como el lugar del sincretismo postmoderno o el terreno sin ley. Lo que logra magistralmente Yépez en esta novela es sacudir al lector, enphocándose y enphocándonos sin tregua alguna en las imágenes inolvidables de un infierno contemporáneo. Más todavía, la prosa de Yépez en Al otro lado es un phocazo que nos deja queriendo más.

En mi opinión este es un libro bastante bueno que no ha sido muy reconocido en los medios de actualidad. Cuando compre este libro en lo particular estaba en búsqueda de un libro más acorde a la novela que me parecía una lectura más complaciente, tal y como se nos mencionó alguna vez durante el curso lo importante es siempre tener tiempo para realizar las actividades que nos gustan en comunión

Sin embargo mi curiosidad me atrajo más hacia la búsqueda de una novela que me atrajera lo suficiente para poder leerla con gusto y no por compromiso. Este es un libro diferente a los que estaba acostumbrado a leer, de hecho la verdad es que casi no acostumbro a leer mucho, desde el primer momento en que comencé su lectura supe que había encontrado un libro distinto a lo que normalmente leo, eso represento un reto porque tuve que leerlo con detenimiento, el lenguaje usado no es tan complicado pero se pueden entender o interpretar muchas cosas por la forma en como están escritas, hay también algunos términos que desconocía como el Phocho, la droga que se vuelve el eje en que se desarrolla la mayor parte de las aventuras de Tiburón. Lo que más me impacto del libro sin duda es la historia de Tiburón, el conocer la psique de una persona que es adicta a una sustancia nociva puede ser vista como algo malo, a pesar de ello el personaje principal conserva una parte de su humanidad y corazón en el fondo. Esto se puede descifrar con facilidad en la parte en la que Tiburón habla de Elsa, su esposa que lo abandono a raíz de su adicción. Él la alucina cuando esta drogado o la escucha cuando piensa en ella, así emprende su búsqueda donde se topa con que su hijo es el dueño del barrio en donde se quitó la vida su amada. Esta parte del libro me pareció simplemente brutal.

Otra de las cosas que me agrado de esta novela es la habilidad que tiene el protagonista para solucionar sus problemas, ya que demuestra por una parte que a pesar de estar completamente perdido siempre se puede encontrar algo que nos ayude a levantarnos, la astucia que refleja cuando se asocia con un policía corrupto para atraer migrantes a la posada propiedad del hermano de Tiburón que es pollero, con lo cual recobra el derecho a seguir habitando allí en compañía de Cholo su perro.

Este libro sin duda refleja la situación de la violencia en nuestro país, pero de una manera distinta en la que no es necesaria hablar de todo lo malo, sino que ahí en medio de toda la podredumbre aún existen historias protagonizadas por las personas menos pensadas pero que se pueden volver la historia más bella, por ejemplo cuando Tiburón se enamora de una de las migrantes que llegan a la posada para esperar su turno para realizar el viaje en el cual tratarán de cruzar la frontera.