Ensayo de pedro paramo.

...

En los incontables saltos temporales que tiene la historia, nos muestran que a Susana la jovencita que tanto amaba, se murió, lo interesante es que Pedro sufrió mucho, de tanto que la amaba. Tanto era su amor por ella, que la historia nos dice que mató al padre de Susana con tal de quedarse con ella.

A Susana la conocían como una mujer loca, ya que alucinaba por Florencio, su único y verdadero amor. Ella murió bien comulgada y en paz, remarcando que la religión es un factor importante en Comala. Las campanas no paraban de sonar, llegaron músicos, circo maroma y teatro, provocando la ira de Pedro Páramo, y él se encargaría de vengarse de Comala.

En otro salto temporal, Pedro deja a Comala en hambruna destruyendo las tierras, haciendo que toda la gente del pueblo se marchara, y la poca que quedaba vivió esperanzada de alguna herencia del señor Pedro, la venganza que prometió el día de la muerte de su amada.

La muerte de Pedro es un asunto a debatir, un final abierto lo considero yo, la manera de interpretarla es que muere a manos de Abundio el hijo no reconocido que ayudo a Juan Preciado a llegar a Comala. Pero ¿por qué no está el fantasma de Pedro en Comala?

Si bien nadie merece el cielo, según Rentería, el infierno está abierto para aquellos que mueren sin pena, esto está entre líneas en el final: llega Abundio y acuchilla a Pedro, Damiana empieza a gritar por ayuda, Abundio la lastima, muere Damiana, Abundio sale de aquella casa, matando a Damiana y a Pedro, ellos sin darse cuenta de su muerte, siguen con su desayuno, sin embargo, Pedro se va al infierno y es por eso que su fantasma no está en Comala.

Para concluir, una historia que reta al lector de darle hilo a estas ideas, que necesita de mucha atención para encontrar la relación, un personaje tan interesante, que lo menos que el escritor Juan Rulfo quiso dar a entender es, que las decisiones que él tomó era a base de amor, ya sea por amor a sus tierras, a su hijo y sobre todo a Susana, su gran amor por la que incluso, sentenció su visita al infierno, pero claro, regresó por su cobija a Comala.