Trabajo Practico Grupal Pedro paramo

...

-Mañana vas a pedir la mano de Lola.

-Pero cómo quiere usted que me quiera, si ya estoy viejo.

-Le pedirás para mi. Después de todo tiene alguna gracia. Le dirás que estoy muy enamorado de ella. Y que si lo tiene a bien. De pasada, dile al padre Rentería que nos arreglo el trato. ¿Con cuanto dinero cuentas?

Luego de solucionarse el tema de la deuda con los Preciados todavía existía un problema mayor y era que Toribio Aldrete que era vecino de los Páramo, había hecho mediciones de la tierra y quería dividirla ya que estas le pertenecían. A Pedro sin importarle que Toribio ya hubiese arreglado anteriormente con su difunto padre decide iniciarle juicio por usufructo que significa que el acusado había utilizado las tierras de este y disfrutado de sus beneficios sin su consentimiento:

-¿Cuáles leyes, Fulgor? La ley de ahora en adelante la vamos a hacer nosotros. ¿tienes trabajando en la Media Luna a algún atravesado?

- Si, hay uno que otro.

- Pues mándalos en comisión con el Aldrete. Le levantas un acta acusándolo de > o de lo que a ti se te ocurra. Y recuérdale que Lucas Páramo ya murió. Que conmigo hay que hacer nuevos tratos.

A su vez el caciquismo que es el dominio excesivo de una persona en la comunidad política y social de una comunidad es representado también por Pedro Páramo ya que luego de su padre muriera este se hace cargo de todo y logra saldar las deudas y expandir su tierra que era llamada La Medialuna. Gracias a esto Pedro se convierte en el hombre más poderoso y temido del pueblo, a tal punto que cuando estalla la Revolución Mexicana el tiene tanto peso que logra negociar con los revolucionarios que estaban en contra de los ricos, y decide prestarles $100 mil pesos y 300 hombres:

-Bueno. Les voy a prestar trescientos hombres para que aumenten su continente. Dentro de una semana tendrán a su disposición tanto los hombres como el dinero. El dinero se los regalo, a los hombres se los presto. En cuanto los desocupen mándenmelos para acá. ¿Está bien así?

-Pero cómo no.

A su vez también puede verse el poder que ejercía Pedro en el pueblo, que cuando muere su amada Susana todas las campanas de todas las iglesias de Comala hasta tal punto que los habitantes de Contla venían en peregrinación y aún de más lejos.

Llegó el mediodía y no cesaba el repique. Llegó la noche. Y de día y de noche las campanas siguieron tocando, todas por igual, cada vez con más fuerza, hasta que aquello se convirtió en un lamento ruboroso de sonidos. Los hombres gritaban lo que querían decir. >, se preguntaban.

Pecado/culpa/castigo:

Estos tres temas pueden unirse en la novela gracias a dos personajes que son los dos hermanos los cuales Juan Preciado se encuentra en el pueblo. Por un lado el pecado que ellos cometen es el incesto:

-¿Adonde fue su marido?

-No es mi marido. Es mi hermano; aunque él no quiere que se sepa. ¿Que adonde fue? De seguro a buscar un becerro cimarrón que anda por ahí desbalagado. Al menos eso me dijo

Por otro lado la culpa no se demuestra por Donis que es el hermano, sino por ella cuando esta le confiesa a Juan Preciado que una vez un obispo había visitado el pueblo y ella aprovechó la ocasión para confesarse:

.—Eso no se perdona —me dijo.

»—Estoy avergonzada.

»—No es el remedio.

»—¡Cásenos usted! »

—¡Apártense!

»—Yo le quise decir que la vida nos había juntado, acorralándonos y puesto uno junto al otro. Estábamos tan solos aquí, que los únicos éramos nosotros. Y de algún modo había que poblar el pueblo. Tal vez tenga ya a quién confirmar cuando regrese.

»—Sepárense. Eso es todo lo que se puede hacer.

»—Pero ¿cómo viviremos?

»—Como viven los hombres.

Por último el castigo es que ambos hermanos al haber practicado tal acto pecaminoso jamás podrán ir al cielo y por lo que sabemos la hermana siente que el mal que ha hecho la ha llenado de pecados y que por esto tiene toda la cara manchada, cuando en realidad no tiene nada.

—¿Qué es lo que quiere que le mire?

—¿No me ve el pecado? ¿No ve esas manchas moradas como de pote que me llenan de arriba abajo? Y eso es sólo por fuera; por dentro estoy hecha un mar de lodo.

Además de esto otro pecado/culpa/castigo lo vemos desde el comienzo de la novela y es la propia historia de Juan Preciado. El pecado es que Pedro Páramo ha abandonado a su hijo y esposa a su suerte. La culpa es que Dolores no le haya confesado la verdad a su hijo mucho antes. Y el castigo es lo que busca Dolores que su hijo haga con su padre:

—No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.

—Así lo haré, madre.

Sin embargo, este no se puede efectuarse porque Pedro Páramo había muerto mucho antes que Juan llegara al pueblo.

Religión católica: Complicidad, hipocresía:

En este pequeño pueblo llamado Comala se encuentra el padre Rentería, el cual es el único cura del pueblo y este representa a la perfección la complicidad que tenía la Iglesia Católica, como así también su hipocresía.

La complicidad del padre Rentería la podemos notar cuando Miguel Páramo, el hijo de Pedro muere y este último quiere que su hijo sea perdonado por Dios. Cabe aclarar que Miguel había asesinado al hermano del cura y violado a su sobrina. Al principio el padre Rentería se niega hasta que Pedro le ofrece unas monedas de oro como soborno.

Pedro Páramo se acercó, arrodillándose a su lado:

—Yo sé que usted lo odiaba, padre. Y con razón. El asesinato de su hermano, que según rumores fue cometido por mi hijo; el caso de su sobrina Ana, violada por él según el juicio de usted; las ofensas y falta de respeto que le tuvo en ocasiones, son motivos que cualquiera puede admitir.