Es tarde para el hombre. William Ospina Los románticos y el futuro.
Enviado por Jerry • 14 de Abril de 2018 • 1.043 Palabras (5 Páginas) • 621 Visitas
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El hombre de hoy contempla en su conciencia un gran vacío de valores, por lo que no es posible separar la crisis de valores de la crisis social. El vacío de los valores, es el vacío de unos imperativos cuya razón de ser no es nada obvia. Porque la racionalidad económica y pragmática lo ha invadido todo. La sociedad está llena de pensamientos erróneos, nada vale por sí mismo, sino por su utilidad; estudiar no es un placer, es un trámite para ganar más dinero; solo lo numérico y cuantificable -lo aparente en suma- es objeto de complacencia.
Tal vez la razón fundamental del vacío de los valores que constatamos no sea otra que el haber condenado al sentimiento del romanticismo a un papel secundario en nuestro trato con los hombres y las cosas. Hay valores que están ahí, porque tienen que orientar las preferencias y elecciones de los humanos, pero son valores fácticos llamados “valores de mercado”, lo cual no distingue entre lo bueno o malo, ni entre lo justo o lo injusto. Nunca los valores fueron tan mudables, tan dependientes de intereses extraños a las cosas mismas, sujetos a modas y caprichos imprevisibles.
Estamos ante una evidente crisis y preocupa en primer lugar la superficialidad, el vacío y la des interiorización del hombre que le lleva a vivir de cara al exterior, aturdido entre la prisa y el ruido, sin saber a dónde va y quien es, más allá de la ambición de poder. En el romanticismo todas las culturas aceptaron los conceptos de amistad, amor, justicia, paz, solidaridad, buen entendimiento, fraternidad. Elevaron todo lo hermoso, bueno, verdadero, justo y bello que vieron en la humanidad y a través de esa costumbre y espiritualidad consolidaron la paz y la buena convivencia.
A pesar de que los hombres de hoy presumen de estar en una era mejorada, no podemos decir, ni siquiera pensar, de que seamos mejores que los hombres que existieron en épocas atrás, ni que nuestro pensamiento sea superior al de ellos, ya que si bien hemos alcanzado innumerables avances tecnológicos, no los hemos usado adecuadamente. El bien común ha desaparecido y la sociedad está en la obligación de satisfacer sus necesidades individuales antes que las grupales, la acumulación de capital es el eje del deseo humano, todo es material ahora y la espiritualidad junto con sus ideales ha desaparecido completamente. Ante esta contradicción, social y moderna, de a mas conocimiento más interés particular, solo puede haber una salida que proponen Los Románticos, la belleza y delicadeza de la muerte.
“La caída de la era cristiana y el desmoronamiento de los valores sobre los cuales se sustentó la humanidad durante siglos; la pérdida de un sentido trascendental de la historia; la muerte de una religión, con sus legislaciones y sus éticas, no pueden dejar de precipitar al mundo en una edad de vacío de desconcierto”. T.S ELIOT
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