La empresa personal es una tarea fundamental que el hombre debe llevar a cabo, tarde o temprano en algún momento de su vida. La labor de forjarse una identidad propia es necesaria
Enviado por mondoro • 12 de Junio de 2018 • 1.389 Palabras (6 Páginas) • 623 Visitas
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Aristóteles, filósofo griego, dividió a las virtudes en intelectuales y morales. Las virtudes intelectuales son aquellas con las que se adquiere conocimientos teóricos y que permiten aplicar esos conocimientos, por ejemplo: la ciencia, el arte, la sabiduría, la prudencia, etc. Mientras que las virtudes morales están relacionadas con el actuar moral, por ejemplo: la justicia, la templanza, etc.
Una consecuencia de llevar una empresa personal es la adquisición de la capacidad del liderazgo. Un líder es aquel que sirve de guía para los demás, es decir, es el individuo que busca romper paradigmas, sabe actuar ante los retos que traen consigo los problemas y, sobre todo, sabe empatizar con su prójimo. Para formar el liderazgo en una persona, éste debe ser disciplinado y acrecentar ciertas virtudes.
Una de esas virtudes que debe acrecentar una persona que aspira a ser líder es la visión. Esta fortaleza permite al individuo detectar aquellas situaciones particularidades en las que se desenvolverá la sociedad a futuro y deduce las medidas oportunas que hay que seguir para mejorar o detener alguna situación. Es necesario para ello que el hombre tenga hábitos de estudio, capacidad para analizar y sintetizar la información de su medio,
La persona que ha hecho suya la virtud de la visión, actuará de forma prudente. La decisión tomada de manera prudente, lleva detrás un ejercicio de consulta y reflexión profunda tal que sé sabe cuándo es el momento de proceder tanto para el bien del individuo como el de la sociedad en general.
La sensibilidad para tratar a los demás es una fortaleza muy fundamental si se quiere llegar a ser un buen líder. Ya no mirar al prójimo como simple objeto que se puede usar para ciertos intereses, sino reconocer su dignidad como persona no importa su condición social o su nivel laboral es la virtud que nos enseña a ser justos y respetar la empresa personal de los demás.
Un líder obra de manera recta, es decir, es coherente con su conjunto de valores y con aquello que ha definido para su empresa personal, dado que siempre antepondrá los principios morales antes que los personales, se dirá que actúa con honradez. Una buena forma de cultivar la honradez y la rectitud, es tener fortaleza de ánimo, que sólo se consigue de manera paciente y siendo perseverantes.
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Conclusión
El ser humano fue dotado con un don que otras especies carecen: la razón. Por medio de ella, ha podido constituirse como un ser complejo y único. Forjarse una personalidad es una consecuencia directa de su facultad de razonar. Ya no actúa por su mero instinto natural, como lo hacen las demás especies, rasgo que los hace semejantes, sino dirigido por la reflexión. El sólo hecho de razonar los hace diferente de otros hombres, pues, la empresa personal de cada quién es diferente.
En el devenir histórico del hombre, en su afán de usar y dominar su capacidad de razonar, se ha dado la tarea de describir ciertos rasgos que le ayudan a mejorar como seres humanos y a dejar de un lado la barbarie, las fortalezas o virtudes son una de ellas.
Una persona que no se preocupa por su empresa personal, desaprovecha aquellos dones que la naturaleza le ha dado, se aleja de su humanidad, pues, al renunciar a su personalidad sus instintos más básicos le controlan y se acerca a la barbarie, es decir, a actuar de manera que se dañe a él mismo y a los demás, que destruya su medio social y natural.
Bibliografía
Garza Treviño, Juan Gerardo (2007). Valores para el Ejercicio Profesional. Mc Graw-Gil, pp 318- 326.
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