Escritura como terapia. Taller de Redacción II

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La autora en su libro nos hace alusión a que “el acto de escribir es lo fundamental, puesto que lo importante se gesta en el mismo proceso” (pág.16). Para realizar la acción de la escritura terapéutica, no se trata de esforzarse en crear una obra de arte extraordinaria, es solo esencial el acto de escribir, luego de esto viene el proceso de corrección, luego de evaluar el resultado, posteriormente el de publicarlo, quemarlo y simplemente guardarlo en el cual puede realizarse o no, es simplemente decisión del autor del texto.

Lo único que hace falta para realizar el ejercicio es un lápiz y cuaderno o un computador lo que el autor tenga a mano, pero la autora nos recomienda “La elección del primero a veces adquiere cierta importancia en el proceso. Hay quienes personalizan la portada, realizan dibujos o compran diarios que estéticamente coincidan con su estilo o su personalidad” (pág.16). Esto hace que el autor se apropie más de los que desea trasmitir ya que en el lugar donde realizara la escritura será de su agrado.

El lugar y el tiempo nos dice la autora no es de gran relevancia, pero algunos ejercicios deben realizarse en lugares cómodos, espaciosos, que cuenten con un ambiente de tranquilidad, o por el contrario hay gente que le gusta los lugares ruidosos o que son bastantes concurridos, es por eso que “nada está establecido en los dominios de la creatividad”. (pág. 17).

Es frecuente que las personas recurran a ese tipo de terapia cuando se sienten acongojados, o simplemente sienten el deseo se explorar su creatividad, es por esto que los ejercicios de la terapia pueden realizarse de la manera más propicia para la persona, aunque Adorna Castro nos dice “es más recomendable hacer de la escritura un hábito”. (pág. 17).

En palabras de la autora “la escritura nos ayudará a reinventarnos, a buscar un centro donde colocar nuestro eje, a reinterpretar nuestra historia y a darle un sentido, convirtiéndola en un relato coherente y único donde tenemos el privilegio de ser al mismo tiempo protagonista y narrador”.(pág.17).

- Visión y reflexión.

Después de analizar, comparar y contrastar las dos fuentes expuestas en el trabajo sobre la escritura terapéutica, podemos apreciar semejanzas en lo que plantean ambas fuentes.

La primera fuente realiza un análisis a una autora en específico, a su estilo de escritura, lo que quiere manifestar con ello, cual es su propósito, para que ella utiliza la escritura pedagógica, los propios estudios que ella a realizado a cerca del tema. Como ella recurre al ejercicio de la escritura y lectura, como la utiliza para que sus lectores se vean reflejados, esto ayuda a que ellos expresen sus sentimientos, frustraciones, con esto pueden escapar y viajar a un mundo donde ellos son los propios protagonistas los cuales son capaces de cambiar su futuro.

La segunda fuente nos presenta las técnicas para realizar un buen ejercicio de escritura, para ella lo fundamental es el acto de escribir, sea cual sea lo que queramos expresar este método nos ayudara a sanar muchas veces el estrés, el no saber cómo resolver problemas, nos recomienda herramientas como el uso de lápiz y papel, para que el proceso sea perfectamente ejecutado.

En conclusión las dos fuentes muestran su fuerte positivismo frente a la escritura como un recurso que puede ayudar a las personas a mejorar su estado anímico, alivianar sus ajetreadas vidas, que se puedan sumergir en el mundo de la literatura para ser dueños de sus propias historias.

- Bibliografía

- Montserrat Escartín Gual, (2014), “La curación por la palabra hablada”. Carmen Martín Gaite: La escritura Terapéutica (PDF). (2014). Revista de Literatura, julio-diciembre, vol. LXXVI, nº 152.

http://dugi-doc.udg.edu/bitstream/handle/10256/10018/CarmenMartinGaite.pdf?sequence=1

- Reyes Adorna Castro, “Escribir como recurso personal” (PDF).Practicando la escritura terapéutica, 79 ejercicio. Desclée De Brouwer.