INDIGENTE EL EUFEMISMO DE “MUERTE EN LA CALLE” DE JOSE FELIZ FUENMAYOR

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El segundo aspecto está relacionado con las políticas públicas destructivas para los derechos humanos que han usado los gobernantes para enfrentar la indigencia. Lo anterior con el fin de evitar repetir las acciones que usaron para eliminar el problema de la indigencia en nuestro país hace algunos años, como fueron por ejemplo el expulsar de una manera cruel a los indigentes de los lugares donde dormitaban o la de propagar una mentalidad de rechazo en la sociedad, lo que genera a su vez que ello sean tratados como una especie de objeto que no forman parte de la sociedad, en el cuento de Fuenmayor (2016), se visualiza al mendigo que se cruza con unos niños que lo importunaban en toda ocasión, y en sus palabras expresa: “los muchachos con quienes yo me he estado cruzando, son malos. Hablan sucio y feo. Y se fijan en uno, y le tiran piedras y le gritan apodos.” En ese sentido se puede constatar que a los niños desde pequeños se les inculca una cultura de estigmatización a las personas de la calle, por lo tanto no es viable que se prolongue esta situación en la que se vean en las calles desde ancianos hasta niños suplicando la compasión de todos o simplemente sucumbiendo en soledad en medio de una humanidad indiferente, violenta y enferma.

Es fundamental la capacidad de solidaridad de nuestros dirigentes y de la población en general con el propósito de afrontar esta situación, aportando tiempo para crear una verdadera inclusión social. La existencia de tantos habitantes de la calle pone en evidencia la falla de las anteriores políticas públicas, por lo tanto lo que debe imperar es una compasión universal, que demuestre que a pesar de las diferencias sustanciales hay una preocupación generalizada por darle prevalencia a la vida. Se deduce, entonces, que existe la necesidad de contar con una política pública capaz de combatir realmente la indigencia sin vulnerar los derechos humanos.

En conclusión, la indigencia en Colombia tiene que generar políticas sociales más inclusivas, que impidan el creciente aumento de los habitantes de la calle y que promuevan una sensibilidad en lo ciudadanos, por medio de la comprensión de las causas y los orígenes de la indigencia con él fin de evitar que se fortalezcan en la sociedad y traigan consigo más trashumantes, además de que ya conocida la raíz de esta problemática, existe la necesidad de tener políticas públicas capaces de luchar para disminuir de manera proporcional la indigencia sin afectar los derechos humanos.

Por ende, los Colombianos no deberían ver con lastima a las personas que viven en la calle, ni como algo normal, puesto que es fundamental que se desconcierten y no que caminen delante de ellos de forma indiferente, es solo cuestión de que se compare la escasa tolerancia de las personas con los indigentes.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Fuenmayor, J. (2016). La muerte en la calle y otros textos. Barranquilla: Universidad Del Norte editorial, pp.29-45.

Rulfo, J. (1953). “Es que somos muy pobres”. El Llano en llamas.