INSTRUMENTOS PARA LA PLANIFICACIÓN EN EL BARRIO SOLFERINO

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4. Proponer instrumentos conceptuales y metodológicos para el planeamiento del hábitat y sugerir políticas de intervención, llevar una agenda para el planeamiento urbano asociadas a la planeación intermedio del barrio.

DEFINIR LAS METAS:

La meta principal que se ha planteado para el desarrollo y mejoramiento del barrio es que al cabo de un tiempo haya un líder, una persona que actúe como guía o jefe de un grupo. Para que su liderazgo sea efectivo, los integrantes que lo acompañe deben reconocer sus capacidades. El líder elegido debe ser una persona capaz de saber lo que quiere tanto a nivel profesional como personal y participativo, que tenga clara sus capacidades y que si en algo se siente débil buscar la ayuda de los integrantes.

Tener totalmente claro las metas a futuro para el barrio y la otra importante es tratar de que las personas que habitan en diferentes barrios de la ciudad no lo vean como un barrio peligroso, que si van les va a pasar algo, cambiar la imagen del barrio a que es un barrio lleno de líderes y personas emprendedoras.

PLANTEARSE ACTIVIDADES:

Como resultado de las actividades del líder del barrio, de la unión de las diferentes personas y grupos, se llegará a momentos en los cuales se puedan interpretar los deseos del conjunto de las personas en términos de un proyecto que se quiera llevar a cabo.

-Realización de una actividad que exija organización y participación. Ejemplo: Un encuentro de las personas que viven en el barrio o un retiro.

-La construcción de espacios para usos comunitarios.

-La puesta en marcha de actividades para desarrollar o crear conciencia sobre algún tema de la comunidad. Una campaña de valores o la formación sobre ciertos temas.

DISTRIBUIR EL TIEMPO NOMBRAR REPRESENTANTES

Estos dos componentes van de la mano, pues se necesita una planificación exacta para tal cuestión. En el asunto de distribución de tiempo se debe tener presente que para todo lo anteriormente mencionado debe haber un espacio y un tiempo donde se deba evaluar cada uno de los componentes. La distribución del tiempo se puede de hacer de una manera general y equitativa, pues las personas que hagan parte del grupo del líder se pueden turnar para hacer las actividades que requieran de tiempo y así no habrá confrontaciones.

El nombrar representantes se hace de una manera equitativa y que la comunidad como tal quede satisfecha, se deben buscar personas que realmente tengan un amplio nivel de liderazgo, que si se requiere de algo cuenten con la comunidad y expresen sus inquietudes en el caso de que llegue a ser necesario. Los representantes deben conocerse todos entre sí y que no a largo plazo se desarrollen conflictos porque alguno de ellos no actúe de la manera adecuada.

EJECUTAR LAS ACTIVIDADES:

La organización de las actividades exige acciones de liderazgo y debe estar por supuesto basada en los objetivos y la estrategia elegidas por la comunidad.

Puede que se requiera elaborar presupuestos detallados. Estos deben quedar por escrito, considerando los distintos aspectos, puede que sea necesario conseguir financiación para adelantar el proyecto. Deben definirse las contribuciones de los miembros de la comunidad, en lo posible, en términos monetarios. Igualmente los demás aportes comunitarios que están disponibles para el proyecto.

La supervisión es el seguimiento de la marcha del proyecto según se va completando. Se deben supervisar tanto las acciones emprendidas, como también los resultados de estas acciones. Lo que se quiere es mantener el proyecto en el buen camino. La tendencia natural de las cosas es que estas se deterioren. Por ello se requiere una atención para mantenerlas dentro de los objetivos deseados.

La evaluación se hace para examinar lo que está sucediendo y los impactos y resultados de las acciones. Lo normal es que haya cierra complejidad en los proyectos y que se generen resultados inesperados. Por ello, debe ser posible cambiar los planes, las metas, los objetivos y las estrategias si hace falta.

La comunidad debe tener la sabiduría para ajustar el proyecto hasta lograr objetivos que contribuyan a su crecimiento, al fortalecimiento y a la unidad.