Impulso al desarrollo emocional como medio para una vida de éxito
Enviado por Rebecca • 17 de Diciembre de 2017 • 2.436 Palabras (10 Páginas) • 596 Visitas
...
Sin embargo, la existencia misma del cerebro, como órgano común, constituye una prueba de la falsa creencia de la distinción y separación entre sentimientos y pensamientos, proponiendo un modelo donde ambas no se pueden distinguir claramente. Así, Mente y cuerpo constituyen una misma identidad inseparable integrada por las complejas interacciones neuronales que producen la actividad mental. Los maestros que trabajan en el aula confirman este modelo cuando observan como los trastornos emocionales interfieren en los proceso mentales: los estudiantes deprimidos, enfadados o ansiosos no aprenden, mientras los felices, relajados y optimistas no tienen dificultades en la escuela.
Peter Salovey y John Mayer (1990) definieron la Inteligencia emocional como "aquella que comprende la habilidad de supervisar y entender las emociones propias así como las de los demás, discriminar entre ellas y utilizar esta información para guiar nuestro pensamiento y nuestras acciones". Este concepto, complementa el concepto tradicional de inteligencia enfatizando las contribuciones emocionales, personales y sociales a la conducta inteligente.
Según Bolaños & otros, su precursor Thorndike (1920) definió la inteligencia emocional como "la habilidad para comprender y dirigir a los hombres y mujeres, muchachos y muchachas, y actuar sabiamente en las relaciones humanas".
Según Shannon (2013), la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner (1995), distingue entre la inteligencia interpersonal y la intrapersonal y las considera imprescindibles. La inteligencia interpersonal se construye a partir de la capacidad para establecer buenas relaciones con otras personas; la inteligencia intrapersonal se refiere al conocimiento de los aspectos internos de sí mismo. Por lo que concentrarse únicamente en las capacidades lingüísticas y lógicas durante la escolaridad puede suponer una fracaso para los individuos que tienen capacidad en otras inteligencias. Observándose así, índices elevados de fracaso escolar, dificultades de aprendizaje... Estos hechos provocan estados emocionales negativos
Según Fernández Berrocal & otros, Mayer y Salovey consideran la Inteligencia emocional como un conjunto de competencias, que tienen que ver cómo reconocer las emociones en nosotros mismos y en los demás. Esta definición está fundamentada en una serie de estudios que realizaron, un test de medición denominado: Mayer, Salovey y Caruso Emotional Intelligence Test (MSCEIT), considerado hasta el momento presente entre los más confiables y válidos a nivel internacional, para medir la inteligencia emocional.
Goleman (1996) nos permite comprender como las dos mentes forjan nuestro destino: lo racional y la emocional. Su premisa fundamental está en afirmar que la Inteligencia emocional predice mejor el éxito en la vida real y en el plano académico que el cociente intelectual tradicional. Algunas personas con un modesto cociente intelectual tiene más éxito en la vida que los que tienen alto cociente intelectual concluyendo que hay otra forma de ser inteligente y no solo con un CI alto. Goleman describe a la persona con un alto cociente de inteligencia emocional como un sujeto agradable, amable, cariñoso y muy amigable. Dentro de su teoría hace un marcado énfasis en las características personales, tales como la persistencia, perseverancia, carácter y maduración.
Antonio Damasio, neurobiólogo y premio «Príncipe de Asturias» de Investigación Científica y Técnica en 2005 por su investigación sobre los sistemas neuronales que sostienen la memoria, el lenguaje y la conciencia, es considerado uno de los padres de las teorías sobre el “cerebro emocional” que han ayudado a distinguir las bases neuronales de las emociones y el papel central de estas en el conocimiento y la toma de decisiones. Sostiene que Descartes se equivocó al creer que las operaciones mentales están separadas de la estructura y del funcionamiento del organismo biológico: el cerebro y el resto del cuerpo constituyen una única realidad. La razón no puede desligarse de su contexto emocional, sino todo lo contrario; los sentimientos tienen una influencia sobre la razón. Esta influencia de los sentimientos sobre la racionalidad no significa que la racionalidad sea menos importante pero si invita a tomar conciencia del papel relevante de los sentimientos, para aprovechar sus efectos positivos.
Los niños están afectados principalmente por dos grandes problemas: menos atención en casa, ya que sus padres cada vez están más ausentes; y una creciente influencia de la televisión. Su desarrollo emocional es mucho más vulnerable debido a la falta de afecto a la que están sometidos. No tienen modelos a seguir en su día a día para poder desarrollar competencias que necesitan para la vida presente. Cada vez más, les son difícil manejar la ansiedad o la agresividad, y les cuesta más desarrollar la empatía necesaria para la socialización con los compañeros y adultos.
Las competencias socio-emocionales son un aspecto básico del desarrollo humano y de la preparación para la vida. Por lo que hay un interés creciente por parte de los educadores sobre temas de educación emocional. Pudiendo de este modo, enseñar a sus alumnos a aprender a procesar las elevadas cantidades de contenidos trasmitidos por los medios comunicativos con altas cargas emocionales y preparar a los niños en estrategias para afrontar situaciones adversas.
En conclusión, es de esperar que la educación prepare para la vida y se imponga atender al desarrollo emocional, como complemento indispensable al desarrollo cognitivo. La educación emocional debe proponer el desarrollo de la personalidad integral del individuo. Esto incluye el desarrollo de competencias emocionales: promover actitudes positivas ante la vida, habilidades sociales y empatía, con la finalidad de posibilitar unas mejores relaciones con los demás.
Por todo ello, La respuesta educativa a estas necesidades sociales puede ser la educación emocional en un trabajo conjunto entre familia y escuela.
Según el artículo 1 a) de la LOGSE, el sistema educativo se orientará al pleno desarrollo de la personalidad del alumnado. Esto implica atender no solamente al desarrollo cognitivo, sobre el cual hay un énfasis claramente predominante, sino también al desarrollo emocional que lo debe complementar.
El currículum tiene como objetivo el desarrollo de competencias emocionales. Entendemos las competencias emocionales como el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para tomar conciencia, comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales. Dentro de las
...