Interpretación del "Rey Burgués" de Ruben Darío

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Por otra parte, el narrador utiliza frases para contrastar la vida del poeta y la del rey burgués, resaltando así la ironía de llevar una vida artística idealista. El poeta sigue describiendo su labor y el rey lo interrumpe solo para ordenar algo irónico, “Daréis vueltas a un manubrio. Cerraréis la boca. Haréis sonar una caja de música…Pieza de música por pedazo de pan. Nada de jerigonzas, ni ideales.”[5] Aquí, después de todo un discurso muy emotivo de su propia labor, el poeta debe aceptar que para vivir debe comer, y para comer debe seguir la orden del rey burgués, a quien no le ha causado gran conmoción el discurso dicho. Si bien, es claro nuevamente la incapacidad del burgués respecto el arte, lo importante aquí es la ironía. La cual manifiesta que a pesar de que el poeta lleva a cabo su ocupación solo con un afán esteticista e irrealista, ahora tiene que ocuparse de girar un manubrio para sobrevivir. Esta ironía es la que muestra implícitamente la crítica a seguir un ideal por y para el arte poético puesto que a pesar de todo, el arte no le brinda al poeta sustento para sobrevivir.

Por consiguiente, la ironía en el cuento por sí mismo, es utilizada por un lado, en contrastar la vida de los personajes, y por otro, en criticar el ideal que muchos artistas anuncian seguir en la vida real. De este modo el final del cuento es irónico al quedarse el poeta girando el manubrio en pleno invierno. “…Y se quedó muerto, pensando en que nacería el sol del día venidero, y con él el ideal…, y en que el arte no vestiría pantalones sino manto de llamas de oro…”[6] Este final evidencia el juego que el autor lleva al límite, después de todo lo que el poeta ha hecho por seguir su ideal, aparentemente no debería morir. Así, muere en su afán de ser exageradamente idealista, y el rey burgués, en cambio, sigue ocupado en otros entretenimientos. Este es el punto irónico que hace ver al lector el asunto principal de la historia. Así, al morir el poeta en el cuento, se manifiesta una crítica hacía los artistas que en la vida real llevan el principio del “arte por el arte” demasiado lejos.

El “Rey Burgués” relata de manera extravagante la vida opulenta y exótica del rey al tener un encuentro con un poeta que viene a ser algo nuevo e inexplicable para él. Es por esto que Darío utiliza gran cantidad de metáforas y palabras relacionadas a la belleza, a lo irreal y a lo exótico para igualar la vida del burgués con la del poeta alejado de la realidad. Son estas semejanzas en los dos estilos de vida los que permiten al autor hacer una crítica al hecho de llevar una vida artística desarrollando el principio del “arte por el arte” de manera exagerada. Así, el narrador exhorta a no exagerar el ideal, sino valorar la vida y las relaciones que se dan en ella tanto como el arte poético. Puesto que si bien, la poesía tiene gran valor estético por su irrealidad, el poeta siempre se encontrará en relación con todo lo que le acontece en el mundo real y por lo tanto el arte como las riquezas de la clase alta pueden llegar a tener un valor equivalente. Es en este punto donde cabría preguntarse si Rubén Darío vivió realmente alejado del idealismo poético.

Referencias

Darío, Ruben. Carta del país azul y otros cuentos. México: Fondo de Cultura Económica, 1996.

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