LAS INTERMITENCIAS DE LA MUERTE.

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Debo explicarle que la intención que me indujo a interrumpir miactividad, la de parar de matar, a envainar la emblemática guadaña que imaginativos pintores y grabadores de otros tiempos me pusieron en la mano, fue ofrecer a esos seres humanos que tanto me detestan una pequeña muestra de lo que para ellos sería vivir siempre, es decir, eternamente, aunque, aquí entre nosotros dos, señor director general dela televisión nacional, tenga que confesarle mi total ignorancia acerca desi las dos palabras, siempre y eternamente, son tan sinónimas cuanto en general se cree que en este, ahora bien, ya que se ha pasado este periodo de algunas semanas y algunos meses que se les podríamos llamar de prueba de resistencia, tiempo de más o de tiempo gratuito y teniendo en cuenta los lamentables resultados de la experiencia que se ha vivido , ya sea desde un punto de vista moral, es decir he considerado que lo mejor para las familias y para la sociedad en su conjunto, tanto en sentido vertical, como en sentido horizontal, es hacer público el reconocimiento de la equivocación de que soy responsable y anunciar el inmediato regreso a la normalidad, lo que significa que a todas aquellas personas que ya deberían estar muertas, pero que, con salud o sin ella, han permanecido en este mundo, se les apagará la candela de la vida y el gozo, cuando se extinga en el aire la última campanada de la media noche será el fin para los no muertos, nótese que la referencia a la campanada de la medianoche es meramente simbólica, pero las enfermedades tienen algo curioso, los seres humanos siempre esperan librarse de ellas, de modo que ya cuando es demasiado tarde, acaban sabiendo que ésa iba a ser la última, en fin, a partir de ahora todo el mundo estará prevenido de la misma manera y tendrá un plazo de una semana para poner en orden lo que todavía le queda de vida y que goce en ese tiempo, hacer testamento y decir adiós a la familia, pidiendo perdón por todo el mal que he hecho o haciendo las paces con el primo con el que estaba de relaciones cortadas desde hace veinte años, dicho esto, señor director general dela televisión nacional, sólo me queda pedirle que haga llegar hoy mismo todos los hogares del país este mi mensaje autógrafo, que firmo con el nombre con que generalmente se me conoce, muerte.