La Carta a García trata un tema muy importante, en realidad dos, que son la eficacia y la eficiencia.

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- ¿Cuál es la diferencia entre efectividad y eficacia?

Existe una gran diferencia entre ser eficiente y ser eficaz. La eficiencia es relación entre los recursos utilizados en una tarea y los logros conseguidos en la misma. Se entiende que la eficiencia se da cuando se utilizan menos recursos para lograr un mismo objetivo. O al contrario, cuando se logran más objetivos con los mismos o menos recursos.

La eficacia es el nivel de consecución de metas y objetivos. Esta hace referencia a nuestra capacidad para lograr lo que nos proponemos.

La eficiencia hace referencia en la mejor utilización de los recursos, mientras que la eficacia hace referencia en la capacidad para alcanzar un objetivo, aunque en el proceso no se haya hecho el mejor uso de los recursos, no importa si se fue eficiente en el proceso llevado a cabo para alcanzar el objetivo.

Por lo tanto es posible ser eficientes sin ser eficaces y podemos ser eficaces sin ser eficientes. Lo ideal sería ser eficaces y a la vez ser eficientes.

- ¿Cómo influye esta lectura en la vida personal?

Esta es una clase de lectura motivacional, que inspira a las personas a dar más de sí mismos y a hacer cualquier actividad, que se propongan y de la forma correcta. Tratar de hacer las cosas para uno mismo y para la propia autorrealización, para entonces poder ser capaces de realizar acciones para ser de beneficio a los demás.

Llevar la carta a “García” se interpreta como una metáfora que entiende completar una tarea que se ha encomendado sin preguntar y pensar dos veces. Actualmente es casi imposible que un trabajador lleve a cabo una tarea sin antes preguntarle a alguien mas como debe hacerla o si esta bien. Cuántas veces no dependemos de otros para que hagan un algo por nosotros porque no se tenemos la iniciativa para hacer las cosas nosotros mismos.

El problema laboral actual es que las personas no trabajan para sus jefes, ni para ellos mismos, lo hacen por cumplir con un horario, para poder cobrar un cheque, y nada más. No tienen motivación ni ganas de seguirse superando cada día.

En cambio las personas exitosas son completamente diferentes, hacen todo lo contrario, hacen las cosas sin que nadie se los pida y sin una motivación tan vaga como lo es el dinero, lo hacen por satisfacción propia, por saber que han hecho algo y que lo han hecho bien, sin conformarse con que otros hagan el trabajo por ellos.

En cuanto a la metáfora del libro, el mundo esta lleno de cartas a “García” en pausa, esperando a ser llevadas a su destino. No todos pueden hacerlo, tienen la capacidad, pero no han comprendido la complejidad de la efectividad y la eficacia. Pero es muy importante saber que se debe comenzar con uno mismo.