La Charla.
Enviado por karlo • 8 de Julio de 2018 • 2.947 Palabras (12 Páginas) • 307 Visitas
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Cabe señalar que los términos sexo y género significan cosas diferentes y no siempre se utilizan en el mismo sentido, por lo que no resulta fácil definirlos. El término género procede del campo de la lingüística y designa una propiedad de algunos términos gramaticales. Así, en español, como en otros idiomas, los sustantivos, pronombres, adjetivos y algunas formas verbales pueden tener tres géneros: masculino, femenino y neutro. (Noriega, 2011)
Es por eso que, desde un enfoque de género, el lenguaje juega un papel importante, pues con él se puede generar cambios en la forma de hablar, de escribir y en las mismas representaciones gráficas sobre hombre y mujeres; niños y niñas, y cómo cambian las concepciones acerca de ellos; por medio del lenguaje se buscan prácticas de comunicación que no sean discriminatorias y más bien promuevan cambios hacia enfoques igualitarios. (Zeledón, 2015)
2.2.2 Nudo
¿Qué es el lenguaje inclusivo o lenguaje no sexista?
Se entiende por lenguaje inclusivo o lenguaje no sexista aquel que ni oculta, ni subordine, ni excluya a ninguno de los géneros y sea responsable al considerar, respetar y hacer visible tanto a la mujer como al varón y a la diversidad sexual y de género. (Cordo, 2013)
Desde hace un tiempo ha circulado un correo electrónico en la red con una lista de palabras que muestran el uso que se hace de los vocablos mujer y hombre en nuestra sociedad. Cito algunos ejemplos de dichos usos, más las definiciones las tomé del sitio del Diccionario de la Academia Española: cualquier: adjetivo indefinido; cualquiera: mujer de mala vida; golfo: gran porción de mar que se interna en la tierra entre dos cabos; golfa: prostituta; hombre público: el que tiene presencia e influjo en la vida social; mujer pública: prostituta, entre otras.
¿Para qué usar el lenguaje inclusivo?
Se debe de usar el lenguaje inclusivo, para que en la lengua que construye, representa, describe (la misma que también insulta, rechaza y categoriza) nuestro mundo, también se exprese la igualdad de oportunidades que pretendemos para la diversidad de géneros, con enfoque de derechos; considerando que mediante el leguaje transmitimos ideas, valores y pensamientos; y nos permite, entonces, establecer comportamientos actitudinales. (Cordo, 2013)
El lenguaje es poder: bien lo saben quienes manejan la palabra en la política y en los medios de comunicación; bien podrían saberlo quienes diseñan formularios, cartas y gacetillas institucionales; bien podríamos practicarlo en nuestro trato cotidiano, en pos de un trato justo, igualitario y equitativo. (Cordo, 2013)
Sujeto 1: Maestra de primaria- pero, ¿cómo usar el lenguaje inclusivo cuando hablamos, si no se pueden utilizar equis y arrobas? ¿cómo ponerlo en práctica en las acciones cotidianas?
Incorporar el lenguaje inclusivo implica nombrar a las personas de acuerdo a como estas eligen ser nombradas: por ejemplo, respetando la identidad de género que asumen y construyen las personas trans; preguntando, si es que no sé cómo dirigirme a una persona con discapacidad; estableciendo que me dirijo a una persona afrodescendiente, tal su origen étnico-racial. (Cordo, 2013)
Sujeto 1: Maestra de primaria- ¿por qué la sociedad evita que se promueva la reproducción de estereotipos de género?
Zeledón (2015) en su artículo: El uso del lenguaje inclusivo ¿Necesidad Social?, publicado en la revista Enfoque Jurídico, define los estereotipos de género ¨cómo el conjunto de ideas preconcebidas que utilizamos para analizar e interactuar con otros hombres y mujeres. ¨ Estos son aprendidos por la socialización y transmitidos directamente por el lenguaje, de ahí la importancia de expresarnos con un lenguaje inclusivo. El uso de este lenguaje, es una apuesta al cambio de concepciones, actitudes y prácticas lingüísticas, aunque no debe entenderse, que el lenguaje inclusivo consiste en agregarles ¨OS/AS¨ a las palabras; si no en utilizar términos y conceptos neutros que incluyan y visibilicen a todos los grupos dentro de la sociedad.
Sujeto 2: Profesor de secundaria- ¿cuáles son algunas barreras que contribuyen al fomento del lenguaje sexista (inclusivo)?
Según Jiménez, Román & Traverso (2011), ¨desde la óptica femenina se reflejan de una manera muy destacada tres elementos. En primer lugar ¨el peso de la costumbre en el uso del masculino como genérico¨. Para las mujeres, el uso que tradicionalmente se ha hecho del masculino como aglutinador de los dos sexos es un elemento fundamental para que en la actualidad se siga practicando un lenguaje discriminatorio hacia éstas. En segundo lugar, de importancia, el colectivo femenino pone la barrera de ¨la influencia de una cultura machista y androcéntrica¨. En tercer lugar, en orden de importancia, las mujeres manifiestan que resulta determinante la ausencia de campañas de sensibilización para que se produzcan estos desajustes en el lenguaje. ¨
Sin embargo, los hombres estiman que la utilización del lenguaje no sexista es una cuestión poco relevante, por lo que no perciben la existencia de barreras que generen dicha situación. Al margen de lo anterior, los varones coinciden con sus homólogas mujeres en las dos principales barreras que impiden el desarrollo de un lenguaje inclusivo. (Jiménez, Román, & Traverso, 2011)
Sujeto 3- Director de la institución educativa- ¿cómo podemos hacer, nosotros docentes, para arraigar esa desigualdad en los centros educativos y empezar a utilizar un lenguaje inclusivo?
Para que la igualdad llegue a las escuelas es necesario actuar, tanto administradores como los profesores. Los profesores pueden hacer muchas cosas, son clave para lograr una educación igualitaria, pero lo primero es que sean conscientes de ello, y después que estén dispuestos a esforzarse, porque equilibrar el currículo exige arremangarse y trabajar, y cuando ves que el libro habla de trovadores y trovadoras, y cuando en los libros de lengua todos los ejemplos pasan por utilizar el masculino y siempre es Juan el que juega o come una manzana, esforzarse para que los sujetos de los ejercicios que tú pongas sean masculinos y femeninos al cincuenta por ciento. (Rius, 2013)
Algunas claves para que las aulas sean más igualitarias son las siguientes: (Rius, 2013)
- Detectar los comportamientos sexistas en clase, en el patio, en los libros, hacerlos evidentes y evitarlos. En ocasiones es suficiente con dar una visión crítica de esa
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