La administración en una época de grandes cambios
Enviado por monto2435 • 10 de Enero de 2018 • 1.564 Palabras (7 Páginas) • 568 Visitas
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al trabajar duro y ser conscientes de lo que hacían. Esto es porque lograron actuar de forma rápida y tomando las decisiones eficaces para que la teoría fuese viable.
Planificar para lo incierto
La incertidumbre ha convertido en contraproducente la clase de planificación que la mayoría de las empresas sigue practicando: los pronósticos basados en probabilidades.
Los ejecutivos tienen que tomar decisiones que comprometen para el futuro recursos actuales de tiempo y dinero o todo lo contrario, no comprometer recursos y abstenerse de ese futuro. La amplitud de esto es cada vez mayor y no deja de aumentar en diferentes áreas para que una nueva fábrica empiece a producir o hasta que los recursos comprometidos en un nuevo establecimiento empiecen a rendir resultados.
Lo primero que se mira son los cambios demográficos. Existen dos cambios importantes: la explosión en la educación superior y el aumento de mejoras en profesiones fuera del hogar.
Algo errado es pensar que las innovaciones producen cambios, ya que las que tienen éxito solo explotan los cambios que ya se han producido, tienen un lapso donde no se enfrentan a mucha competencia y las personas siguen funcionando sobre la base de la realidad de ayer.
Si bien hoy el aumento de la capacidad de producción de riqueza y de la renta personal se ha gastado en un mayor ocio, en atención médica y en educación, en un futuro, esto no será así y dejaran de crecer.
El análisis de los puntos fuertes muestra también dónde es necesario mejorar o subir el nivel de las virtudes ya existentes y dónde hay que adquirirlas. Muestra tanto lo que la empresa puede hacer como lo que debería hacer. Armonizar los puntos fuertes de una empresa con los cambios que ya han tenido lugar produce, en la práctica, un plan de actuación. Pone a la empresa en condiciones de convertir lo inesperado en una ventaja. La incertidumbre deja de ser una amenaza y se convierte en una oportunidad.
La empresa debe elaborar un presupuesto de futuro independiente donde se establezca el gasto anual necesario para crear y mantener los recursos para el futuro.
Los cinco pecados capitales de la empresa
Empresas con mucho poder han perdido su dominio debido a uno de los cinco pecados capitales, los cuales son errores evitables que dañan incluso a empresas que tienen una gran influencia. Por ejemplo, los anteriores caso de IBM y GM.
El primer pecado capital es el culto a los altos márgenes de beneficios y a las tarifas sobrepreciadas”, lo que hace es crear un mercado para los competidores y no siempre se obtiene un máximo beneficio. El total del beneficio es el margen de beneficio multiplicado por la producción. El beneficio máximo se obtiene así por el margen que rinde el mayor volumen total de beneficios y ése es el margen que produce una posición de mercado óptima.
El segundo es poner un precio equivocado a un nuevo producto cargando “lo que el mercado soportará”, consiste en no poner tarifas elevadas de un determinado producto, por más que este estuviera patentando, ya que la competencia tendrá una oportunidad libre de riesgo y puede ponerlo a un precio inferior y adueñarse del mercado.
El tercero es la fijación de precios según el coste, lo único que funciona es establecer los costes según el precio y no como muchas de las grandes empresas que suman todos los costes y añaden un margen para obtener un precio que es muy elevado en el mercado. La mejor forma de fijar precios es ver lo que el mercado está dispuesto a pagar y diseñar según las exigencias de ese precio. Aunque esto es un trabajo más duro en un comienzo, al final es menos trabajo que empezar equivocándose y luego pasar años de pérdidas intentando rectificar los costos.
El cuarto es sacrificar las oportunidades del mañana en el altar del ayer como es el caso de IBM que le dio más importancia a los ordenadores centrales y subordino a la PC, lo cual no ayudó al negocio de los ordenadores, pero además, atrofió el de la PC.
El quinto y último pecado capital es alimentar los problemas y matar de hambre las oportunidades. Lo único que se puede conseguir “resolviendo problemas” es la contención de los daños. Sólo las oportunidades producen resultados y crecimiento. Y las oportunidades son en todo igual de difíciles y exigentes que los problemas.
Si bien estos pecados capitales es algo sabido, todavía hay gran cantidad de directores que siguen cayendo en ellas, lo único que se puede hacer para evitarlo es resistirse y principalmente ver la realidad del contexto en el que estamos teniendo unas políticas y regulaciones que se adapten a ella.
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