La vida nos lleva a lugares y a personas que ella nos tiene preparadas
Enviado por Albert • 22 de Noviembre de 2017 • 957 Palabras (4 Páginas) • 582 Visitas
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En ese momento entro otra persona al salón, era el orientador, se disculpó por haber llegado tarde, se presentó como es de costumbre por los maestros, su nombre es Gabriel Romero Roque, nos pidió que por favor saliéramos a ceremonia. Tardo unos cuantos minutos la ceremonia, de repente los maestros empezaron a pedir que guardáramos silencio, de un salón salió una señora ya grande, estatura baja, bien vestida, arrugas en la piel las cuales daban a entender que tenía sus años, mientras yo escaneaba a esa señora ella empezó a hablar, nos dio la bienvenida, por la forma en cómo se dirigía a nosotros me dio a entender que era la directora y que el lugar de donde había salido era la dirección. Pidió que todos los maestros de primer grado pasaran al frente, y los presento por ellos.
La ceremonia duro una media hora. Al regresar a los salones ya había otra maestra y se volvió a presentar, eso de presentarse me estaba hartando, pero lo único que me intereso en esa clase fue el presentarse ante todos, me percaté de que había muchas compañeras guapas, mientras yo fantaseaba con cómo me vería andando con esas niñas, pero mi sueño se perdió cuando me gritaron que me tocaba, no hice nada más que saltar de mi asiento y presentarme.
Después del receso nos mandaron a ver los diferentes talleres que había, las opciones eran carpintería, informática y ofimática, en mi opinión no sabía cuál escoger pero al percatarme de que una niña la cual conocía desde la primaria y nunca le logre decir mis sentimientos se había metido al taller de Ofimática mi instinto hizo que me metiera yo también a ese taller.
Al finalizar el día llegue a mi casa muy emocionado pues había encontrado amigos y había logrado estar aún más cerca de Magaly (ese era su nombre). Pero toda mi ilusión se rompió al ver a mi mamá sentada en el sillón observándome, lo único que hice fue abrazarla y pedirle disculpas, aunque me dijo que eran innecesarias, le dije que la amaba, fuimos a cenar y terminando me subí a dormir.
Recuerdo haberme dormido con una gran sonrisa en la cara y pensando en cuanto me había emocionado en ese día.
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