Las Leyes de Luppiter.
Enviado por Kate • 30 de Marzo de 2018 • 1.856 Palabras (8 Páginas) • 297 Visitas
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— Queridos amigos, hoy es un día especial, nació mi primer hijo con excelente salud, mi amada esposa se encuentra bien, pero quiero anunciar algo, he decidido hacer una promesa frente los dioses— dijo levantando el tarro de vino, todos se quedaron atónitos, Eileen estaba pálida y un poco mareada ante las palabras de Cedric— así es amigos, hice una promesa frente los dioses, y necesito de ustedes, voy armar un gran frente en la frontera sur de Catria para luchar contra los romanos y así no puedan conquistarnos, ¿quién está conmigo? — dijo tratando de esconder su mano temblorosa, todos estaban callados, pareciera que no podían procesar la información hasta que Maddox, un gigante de dos metros, muy amigo de Cedric, se levanta de la mesa alzando su martillo.
— Cedric, mi gran amigo, ha hecho una promesa a los dioses, yo no lo dejaré abajo, todos somos amigo de él y muchas veces nos ha ayudado en lo que puede, así que ¡¡Todos arriba y apoyemos a nuestro gran amigo Cedric!! — dijo Maddox con sus puños en el aire, todos los demás agarraron valor, levantaron sus armas y gritaron al unísono “¡¡SÍ!!”
— He escuchado que los romanos están en Wessex, y eso queda cerca de Catria y después dentro de tres lunas se dirigirán hacia Escocia, Quintus Dias es el centurión que los guía y tienen a uno de los nuestros como esclavo— dijo Owen desde una esquina.
— Bien, mañana en la mañana partiremos hacia Thax, la frontera de Wessex, nos quedaremos ahí vigilando, aprendiendo sus técnicas de combate para una vez distraídos, los atacamos, liberamos a los nuestros y vencemos a los romanos— dijo Cedric levantando la espada que le había regalado su padre, todos estaban motivados, todos excepto el mismo Owen, el creía que era una mala idea, por lo que decidió quedarse.
En esa misma noche todos estaban empacando las cosas mínimas que podían lleva como comida, armas, agua y un poco de ropa, Cedric se encontraba en su pequeña casa con Eileen, ella estaba acabada y enojada al mismo tiempo porque Cedric se iba.
— ¿Cómo pudiste hacernos esto? Kenneth crecerá sin un padre yo sola no podré cuidarlo— dijo entre llantos, Cedric la abrazó muy fuerte y le dio un beso en la frente.
— Tranquila, con ayuda del Árbol Mayor, regresaré triunfador y dentro de poco tiempo— dijo abrazando a Kenneth, ella no le creyó, tomó a su bebé y se fue a dormir sin dirigirle la palabra a Cedric.
A la mañana siguiente todos partieron hacia Thax, muchos iban con esperanza de ganarles, otros con miedo y algunos con sed de justicia. A momento de llegar a Thax ya se encontraba otro grupo celta el cual se unieron y se hicieron aliados. Después de una luna y media entraron en un combate sangriento, donde los celtas iban perdiendo, entraron los hombres de Cedric y después de un largo tiempo con diferencia de quince hombres, ganaron los celtas, habían perdido a muchos hombres. Maddox y la mayoría de todos habían logrado sobrevivir la batalla pero los aliados fueron los que quedaron destrozados y decidieron quedar en Wessex, junto con otros bárbaros que se encontraban ahí.
Cedric había cumplido la promesa hacia los dioses y después de varios días logran llegar a Catria, Cuando llegó se encontró a Eileen feliz por verlo pero estaba llorando, no pudo moverse y cayó, Cedric corrió hacia donde estaba ella.
— Eileen, ¿dónde está el pequeño Kenneth?— esto entristeció mucho a Eileen y rompió a llorar— ¡¿Qué pasa?! Vamos Eileen dime— preguntó histéricamente Cedric.
— Hace un tiempo cuando te habías ido, una anciana llegó y robó a Kenneth, lo tomó de mi lecho, luché contra ella hice todo lo que pude pero la anciana tenía otra persona con una capucha a su lado que me sujetó y me quitó mi bebé— dijo entre llantos, gritos y sollozos, las mujeres que se encontraban ahí estaban asintiendo a todo lo que decía, ellas habían ayudado a buscar al pequeño Kenneth, pero fue en vano, nunca pudieron encontrarlo.
— ¿Quién era la persona encapuchada? — dijo Cedric buscando por todas partes.
— No logré verle el rostro, era una persona grande y un poco gorda que llevaba puesto un dije de la dios Brigid, fue lo único que pude ver— dijo Eileen tirada en el suelo llorando, Cedric en cuanto escuchó Brigid, su cabeza timbró, como si hubiera atinado la respuesta.
— ¡Owen, maldito sacerdote! — dijo gritando dirigiéndose hacia la choza de Owen— ¡¿Qué has hecho con mi hijo, maldito desgraciado?! — dijo tomándolo por el cuello y azotándolo al suelo.
— Ya no hay nada que puedas hacer al respecto Cedric, Kenneth, era el elegido para hacer el sacrificio perfecto, gracias a él surgirá un nuevo grupo en Wessex, que superarán a los romanos, conquistarán por mares otras naciones y serán los grandes reyes de toda Irlanda— dijo Owen apretando su dije, Cedric de todas maneras había perdido su hijo, pero lo que más le intrigaba es que si él no lo había ofrecido ¿Quién pudo ser? En ese momento no le importaba eso, lo único que quería era venganza y la obtuvo, salió de la choza con su espada llena de sangre y un dije destrozado.
FIN
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