Literatura Dramatica
Enviado por Ensa05 • 19 de Diciembre de 2018 • 1.990 Palabras (8 Páginas) • 332 Visitas
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Al terminar el día Ricardo se encuentra con Castel en su cuarto
-Te estaba esperando.
-Por favor, solo quiero dormir, ya sufrí mucho.
-Somos perros y es lo que nos toca, pronto seremos nosotros los que bautizaremos y humillaremos a los de tercer año.
Se quedaron platicando sobre las humillaciones que sufrieron esta mañana hasta tal punto de llegar a imaginar a los de cuarto año sufriendo como ellos, a tal punto de que uno de ellos muriera.
De repente todo estaba borroso, se veían montañas, se sentía mucho calor, todo parecía conocido ya, de alguna manera todo esto me resultaba muy familiar parecía una de las practicas que nos hacían hacer pero no reconocía ningún rostro. Se comenzaron a escuchar disparos y yo aún no entendía nada de lo que estaba pasando, de repente se escuchan gritos a lo lejos de una voz que me resultaba conocida “toma tu posición, recuerda cómo lo explicamos” era lo único que podía llegar a entender.
Luego me percaté de algo que bajaba por las montañas, nadie se había dado cuenta. De la nada sentí un escalofrío que recorría todo mi cuerpo, era una sensación que casi se me hace imposible describir. “¡Qué haces, concéntrate en el ejercicio!” me gritan por atrás, el pelotón avanza para rodear el cerro. Se me había olvidado eso que vi bajar por la montaña, lo recordé cuando volví a verlo bajando el cerro que estábamos rodeando, era una sombra, algo oscuro, no alcanzaba a distinguir qué es lo que era. Vuelvo a sentir la misma sensación que antes, pero esta vez siento como todo mi cuerpo comienza a paralizarse, trato de gritar para pedir ayuda pero no me sale la voz. Vuelvo a ver hacia el cerro y veo como la sombra me mira fijamente. Aunque estábamos en pleno sol comencé a sentir un inmenso frío por todo mi cuerpo, sentía como todo mi cuerpo se iba congelando desde abajo, sentí un fuerte dolor en el pecho. La sombra que estaba en el cerro la volví a perder, traté de advertirle a un compañero que estaba a mi lado pero no podía, seguía en el ejercicio mientras estaba sintiendo todo esto.
Luego de un par de minutos, despierto en lo que parece ser un hospital y ahí estaba la sombra que había visto antes. Pero ahora todo era diferente, solo estaba la sombra y el cadete, yo solo observaba y vi como la sombra lentamente inyectaba algo en el suero del cadete luego de eso todo oscureció.
Esa mañana se sentía algo rara, nadie sabía el por qué. Los de cuarto estaban volviendo de una práctica con cara de preocupados, los perros no les dieron mucha importancia pero les llamo la atención que no los lincharan como era de costumbre. Más tarde, El Jaguar va a los dormitorios de tercero y le dice al poeta y Castel que en la práctica de la mañana un cadete se había descompuesto y había fallecido hace pocas horas, el esclavo al escucharlo se queda medio paralizado pero no le dio mucha importancia y siguió su día.
En la noche le tocaba estar de guardia al esclavo y al poeta, en esa larga conversación el poeta trató de cambiar al esclavo mientras este le pedía que le enseñe a escribir porque sentía que así iba a mejorar lo que le estaba pasando, entre bebidas terminaron muy amigos. El esclavo a penas se quedó dormido el poeta comenzó a tratar de escribir pero era en vano, su mente estaba en blanco y ya se encontraba muy cansado. Comenzó a garabatear para ver si se le ocurría algo pero nada, no lograba inspirarse. En eso llega Castel a pedirle unos cigarros al poeta, pero al encontrarlo dormido no le quedó otra que quedarse hablando con el esclavo.
-A mí no me engañas- dice Castel –a ti te pasa algo que te tiene preocupado, cuéntame.
-No me pasa nada, es en serio, son cosas que no entederías.
-Si no me cuentas nunca te entendería, ¿problemas familiares? ¿Algo por el estilo?
-Me gustaría que fuera algo de eso pero no, no quiero hablar ahora de eso
-Llevamos tiempo en este internado, todos ya compartimos todo, tú solo te aíslas como si escondieras algo, deja de hacerte el misterioso y cuenta
-Pues, no creo que lo entiendas mucho, es algo que ni yo logro de entender todavía…
-¡Deja de dar vueltas y cuenta!- grita Castel –No dices nada, solo das vueltas y vueltas, seguro es porque quieres llamar la atención, o porque te crees diferente al resto de nosotros. ¿Es por eso?, maldito esclavo.
-Cree lo que quieras, me iré a dormir.
IV
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