Essays.club - Ensayos gratis, notas de cursos, notas de libros, tareas, monografías y trabajos de investigación
Buscar

”Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”

Enviado por   •  3 de Diciembre de 2018  •  10.385 Palabras (42 Páginas)  •  816 Visitas

Página 1 de 42

...

De adentro hacia afuera es un proceso, un continuo proceso de renovación basada en las leyes naturales que gobiernan el crecimiento y el progreso humano.

El paradigma de afuera hacia adentro genera personas infelices que se sienten sacrificadas e inmovilizadas.

Panorama general de los 7 hábitos.

Básicamente nuestro carácter está compuesto por nuestros hábitos, “siembra un pensamiento, cosecha una acción, siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter, siembra un carácter, cosecha un destino".

Los hábitos son factores poderosos en nuestras vidas.

El cambio de ser y ver es un proceso progresivo: el ser cambia el ver, que a su vez cambia el ser, y así sucesivamente en una espiral ascendentes de crecimiento.

La independencia es el paradigma del yo, yo puedo hacerlo, yo soy responsable, yo me basto a mí mismo, yo puedo elegir. La persona dependiente necesita del otro para conseguir lo que quiere, las personas independientes consiguen lo que quieren gracias a su propio esfuerzo. La independencia de carácter nos da fuerza para actuar.

La efectividad brindar los máximos beneficios posibles a largo plazo.

Primer hábito. Sea proactivo.

El espejo social.

Si la única visión que tenemos de nosotros mismos proviene del espejo social (del actual paradigma social y de las opiniones, percepciones y paradigmas de las personas que nos rodean), la concepción que tengamos de nosotros será como la imagen reflejada en los espejos deformantes de los parques de atracciones.

A menudo son más proyecciones que reflejos: proyectan las preocupaciones y las debilidades de carácter de las personas en las que se originan, y no nos proporcionan un reflejo correcto de lo que somos. El reflejo de los actuales paradigmas sociales nos dice que estamos en gran medida determinados por el condicionamiento y por ciertas condiciones. Aunque hayamos reconocido el tremendo poder del condicionamiento en nuestras vidas, decir que estamos determinados por él, que no tenemos ningún control sobre esa influencia, genera un mapa totalmente distinto. Hay en realidad tres mapas sociales, tres teorías deterministas ampliamente aceptadas;

El determinismo genético, dice que es básicamente culpa de los abuelos. El ADN pasa de generación en generación y usted lo ha heredado.

El determinismo psíquico dice básicamente que la culpa es de los padres. Se recuerda el castigo, el rechazo, la comparación con los demás y los problemas emocionales, cuando uno no se comportaba de acuerdo con lo esperado.

El determinismo ambiental dice que la culpa es del patrón o el jefe (o de su esposa, su hijo adolescente, su situación económica o la política nacional). Alguien o algo de su ambiente es responsable de su situación.

La «proactividad» definida.

Si bien la palabra proactividad es ahora muy común en los textos de dirección de empresas, se trata de un término que no se encuentra en la mayoría de los diccionarios. No significa sólo tomar la iniciativa. Significa que, como seres humanos, somos responsables de nuestras propias vidas. Nuestra conducta es una función de nuestras decisiones, no de nuestras condiciones. Podemos subordinar los sentimientos a los valores. Tenemos la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan.

Las personas muy proactivas reconocen esa responsabilidad. No dicen que su conducta es la consecuencia de las condiciones, el condicionamiento o las circunstancias. Su conducta es un producto de su propia elección consciente; se basa en valores, y no es producto de las condiciones ni está fundada en el sentimiento. Dado que por naturaleza somos proactivos, si nuestras vidas están en función del condicionamiento y las condiciones, ello se debe a que, por decisión consciente o por omisión, elegimos otorgar a esas cosas el poder de controlarnos.

Si nuestra elección es ésa, nos volvemos reactivos. Las personas reactivas se ven a menudo afectadas por su ambiente físico. Si el tiempo es bueno, se sienten bien. Si no lo es, afecta a sus actitudes y su comportamiento. Las personas proactivas llevan consigo su propio clima. El hecho de que llueva o brille el sol no supone ninguna diferencia para ellas. Su fuerza impulsiva reside en los valores, y si su valor es hacer un trabajo de buena calidad, no depende de que haga buen tiempo o no.

Las personas reactivas se ven también afectadas por el ambiente social, por el «clima social». Cuando se las trata bien, se sienten bien; cuando no las tratan bien, se vuelven defensivas o auto protectores. Las personas reactivas construyen sus vidas emocionales en torno a la conducta de los otros, permitiendo que los defectos de las otras personas las controlen.

La capacidad para subordinar los impulsos a los valores es la esencia de la persona proactiva. Las personas reactivas se ven impulsadas por sentimientos, por las circunstancias, por las condiciones, por el ambiente. Las personas proactivas se mueven por valores: valores cuidadosamente meditados, seleccionados e internalizados. También las personas proactivas se ven influidas por los estímulos externos, sean físicos, sociales o psicológicos. Pero su respuesta a los estímulos, consciente o inconsciente, es una elección o respuesta basada en valores.

Tomar la iniciativa.

Nuestra naturaleza básica consiste en actuar, no en que se actúe sobre nosotros. Esto nos permite elegir nuestras respuestas a circunstancias particulares, y además nos da poder para crear las circunstancias. Tomar la iniciativa no significa ser insistente, molesto o agresivo. Significa reconocer nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan.

Actúe o deje que los demás actúen por usted.

La diferencia entre las personas que toman la iniciativa y las que no lo hacen equivale literalmente a la diferencia entre el día y la noche. Crear en nuestra vida el equilibrio de efectividad P/CP requiere iniciativa. Hace falta iniciativa para desarrollar los siete hábitos. Al estudiar los otros seis hábitos, el lector verá que cada uno de ellos depende del desarrollo de los músculos proactivos. En todos los casos, es uno mismo quien tiene la responsabilidad de actuar. Si espera que los demás actúen sobre usted, actuarán sobre usted. Y las consecuencias en cuanto al desarrollo

...

Descargar como  txt (67.9 Kb)   pdf (128 Kb)   docx (48.4 Kb)  
Leer 41 páginas más »
Disponible sólo en Essays.club