¿Qué son las decisiones a corto plazo y cuáles son sus características?
Enviado por Helena • 12 de Noviembre de 2018 • 2.230 Palabras (9 Páginas) • 758 Visitas
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Análisis.
“Esta decisión la abordé en tres fases: primero intenté adaptarme y luchar al máximo para evitar que los efectos de la decisión afectasen en exceso tanto a nuestra responsabilidad y economía personal (avales, pérdidas, etcétera), como a la mayoría de los puestos de trabajo. Por ello hicimos un ERE temporal bien pactado y comprendido por todo el equipo. Después, al ver que era imposible reaccionar en el corto-medio plazo ante la desaparición de la ley principal que sustentaba la base del negocio de nuestros clientes y, por derivación, del nuestro, afrontamos el duro proceso del concurso de acreedores, con todos los costes económicos, sociales, relacionales, emocionales, etcétera, que ello supone. Y, por último, aprendí a consolidar mi posición posterior a la debacle en ese proyecto, para que no afectase a los demás temas en los que estoy involucrado como emprendedor ni desde el punto de vista económico o mercantil ni de autoconfianza”, explica Bosch.
3. Integra toda la información que has recabado, tu análisis y explicaciones, en un ensayo de 3 cuartillas (mínimo).
En este primer caso que he encontrado trata sobre un CEO de la empresa Adtriboo.com, en el cual la empresa dio el primer paso al darse cuenta que su empresa no era viable y lo que decidieron fue cambiar el modelo en el cual estaban trabajando. Tomando decisiones al ver las ventajas y desventajas de la empresa para así saber cuál es el problema. En la vida de una empresa hay baches, picos y valles. Es labor del emprendedor saber cuándo esos vaivenes forman parte de la dinámica normal empresarial o cuándo se impone un cambio en el modelo de negocio. Ésta es una de las decisiones más difíciles de abordar por dos motivos: porque implica un sobresfuerzo de tiempo y de inversión y porque la empresa no puede dar bandazos. Jaime Sanmartín, CEO de Adtriboo.com, lo recuerda así: “Teníamos una comunidad llamada Cinemavip y la empresa no era viable, así que decidimos cambiar el modelo de negocio”.
Antes de abordar esta decisión, es imprescindible, como señala Sanmartín “analizar tu empresa y ver qué ventajas tienes frente al resto. Todas las empresas tienen que estar atentas a cómo cambian los mercados, los clientes, la competencia… Y, partiendo de lo que son, adaptarse aunque esto suponga cambios importantes en los modelos de negocio.
Para mi segundo caso de empresa en el cual se toman decisiones a corto plazo tomando en cuenta los costos para las empresas, encontré el de un empresa en el cual se refleja que la rutina en las empresas también afecta tanto a los empleados como a los clientes, es por eso que lo que decidieron hacer fue cambiar su sector y su normatividad, así mismo decidieron cambiar ese tipos de ámbitos por lo menos cada año, lo que significa que aplican sus decisiones a corto plazo.
Albert Bosch: “El cambio de normativa que regulaba el sector nos llevó a la ruina”
En los tiempos que corren no son pocos los empresarios que han tenido que enfrentarse al temible concurso de acreedores. Es una decisión difícil porque en España esta figura tiene connotaciones bastante negativas, ya que se le adjudica un carácter definitivo que en realidad no tiene. En efecto, el concurso de acreedores debe entenderse como lo que es: una situación temporal que permite al emprendedor afrontar una crisis también temporal y salir renovado de ello. En Estados Unidos se producen continuamente, mientras que en España, a pesar de la crisis, el año pasado no se llegó a los 2.000 concursos. Uno de ellos fue el que afectó a Albert Bosch, socio fundador de Invergroup y, como le gusta decir, “emprendedor con cinco proyectos activos”. Había una explicación clara, el cambio repentino de la normativa que regulaba las energías renovables en régimen especial “que nos llevó a la ruina en ese negocio”.
“A lo largo de mi vida de emprendedor he tomado muchas decisiones complicadas, arriesgadas y duras, pero esta fue la peor, pues era una derrota que afectaba a algunos de los puntos clave de mi motivación como empresario y emprendedor. Suponía dejar en la calle a gente de gran talento, a la que apreciaba mucho”, afirma.
Esta decisión la abordé en tres fases: primero intenté adaptarme y luchar al máximo para evitar que los efectos de la decisión afectasen en exceso tanto a nuestra responsabilidad y economía personal (avales, pérdidas, etcétera), como a la mayoría de los puestos de trabajo. Por ello hicimos un ERE temporal bien pactado y comprendido por todo el equipo. Después, al ver que era imposible reaccionar en el corto-medio plazo ante la desaparición de la ley principal que sustentaba la base del negocio de nuestros clientes y, por derivación, del nuestro, afrontamos el duro proceso del concurso de acreedores, con todos los costes económicos, sociales, relacionales, emocionales, etcétera, que ello supone.
Y, por último, aprendí a consolidar mi posición posterior a la debacle en ese proyecto, para que no afectase a los demás temas en los que estoy involucrado como emprendedor ni desde el punto de vista económico o mercantil ni de autoconfianza”, explica Bosch.
En el último caso se desarrolló un proyecto cuyos plazos eran muy ajustados en los cuales el CEO de Worldsensing Ignasi Vilajosana en el cual el proyecto que llego era de mejora para la empresa es por eso que decidieron ponerlo en marcha pero sin tomar en cuenta los tiempos, ventajas y desventajas que tendrían, para tomar una decisión se tiene un proceso para ello.
Ignasi Vilajosana: “Sacamos adelante un proyecto cuyos plazos eran muy ajustados”
Debemos conocer nuestras limitaciones para no dejarnos arrastrar por la ambición de aceptar cualquier encargo que pueda sobrepasar nuestra capacidad. Pero, más importante aún es diferenciar entre ser prudente o morirse por inacción. A menudo tomar la opción más arriesgada resulta incómoda y menos justificada, pero, sin embargo, puede marcar la diferencia entre dar el salto con la empresa o estancarte e incluso cerrar. Eso fue lo que le pasó a Ignasi Vilajosana, CEO de Worldsensing. “En agosto de 2012 nos llegó un proyecto que había que entregar en noviembre. Era de una envergadura que no habíamos afrontado antes y una oportunidad que podía cambiar la compañía, pero los plazos eran realmente ajustados”.
En este caso, es muy importante sopesar desapasionadamente todas las variables que entran en juego y en función de este análisis y de las consecuencias que puede tener para el futuro a medio y largo plazo de la empresa tomar la decisión. “Le di muchas vueltas
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