Reseña del libro de “El Zarco” de Ignacio

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En lo concierne al lugar, principalmente se sitúa narrando como es el pueblo de Yautepec y al inicio de la obra es ahí donde suceden todos los hechos, después, se habla de Atlihuayan de donde viene Nicolás. Posteriormente de Xochimancas que es una de las “madrigueras” de los plateados, donde se desarrolla además una parte importante de la historia. Y por último y no menos importante, encontramos a Cuernavaca, donde llevaron a juzgar a Nicolás, cuando el coronel lo quería matar.

Uno de los principales temas de interés humano es la delincuencia, y no porque sea algo que se haya quedado en historias como en esta, todo lo contrario, actualmente aún está presente. En el libro se puede ver en una banda dedicada a vivir de los demás, robando, asaltando y secuestrando para pedir rescate. Y la falta de armas para detenerlos tiene a los pobladores e incluso a los oficiales, llenos de miedo, hasta que Martín Sánchez llega a imponer justicia por vengarse de lo que le habían hecho a su familia.

Otro tema también podría ser el pseudoamor, como el que padece Manuela. Ella sola se engaña, creyendo que en verdad ama a ese hombre, sin darse cuenta de que comienza a hacerse dependiente de él, y no fue una dependencia por el Zarco, sino más bien estaba basada en sus intereses y solo en eso porque el Zarco creía que lo amaba y no era así, tan solo quería tener todo lo material que le daba. Así ella se pinta un mundo como lo quiere ver, que solo le trae a consecuencia llevarla a la locura e incluso a su propia muerte.

Un tema tal vez no central en la novela pero si muy visto aquí, es la muerte, donde la primera es la de Doña Antonia, que al perder a su hija y saber que se ha ido con un criminal, enferma gravemente y después de unos días muere. Las otras son la del Zarco, que es fusilado y colgado, por Martin Sánchez y sus compañeros; y la de Manuela, que al ver como matan al Zarco comienza a ponerse muy mal, vomita sangre y muere.

Yo pienso que el personaje con el que me pude identificar más fue Pilar, ya que a veces entro en un contexto donde prefiero reservarme que dar mi opinión, por respeto a las personas o simplemente porque tal vez cometería un error al hacerlo, como ella que nunca dice la verdad de lo que siente hasta que se ve más obligad a contarlo. También siento que tiendo a ser tímida cuando se me presenta una situación que no es muy agradable para mí y llego a tener muchos nervios o incluso un poco de desesperación cuando no tengo ni la menor idea de que hacer.

Primero sentí intriga de saber qué sucedería con Nicolás y Manuela tras haber leído que ella pensaba irse con el Zarco pero en realidad solo huye y se olvidan, un poco después cuando Doña Antonia toma una gran preocupación por no saber dónde estaba su hija y al deducir que había huido me sentí un tanto agobiada por ella porque ¿a quién le gustaría pasar por algo así?, posteriormente me dio coraje saber que por la culpa de Manuela y de sus malas decisiones Doña Antonia es quien enferma y muere. Pero al saber cómo trataban a las mujeres en la hacienda de Xochimancas sentí un poco de alivio ya que era lo que estaba ganando Manuela por no haber pensado antes las cosas. Después de todo esto, al final de la obra, me dio felicidad el saber que Pilar se quedaría con Nicolás y contraerían matrimonio, y también por el hecho de que hacen justicia, matando al Zarco y a su amigo.

A mi modo de ver, me gustó este libro porque todo te lo explica con mucho detalle, cada escena la puedes recrear con un poco de imaginación y aparte porque es un libro hecho a base de un panorama real, desde el tiempo en que sucede (la Guerra de Reforma) y que puedes saber cómo era en aquel entonces pudiendo hacer una comparación con lo que pasa ahora y darte cuenta que en realidad no han cambiado mucho los tiempos en especial por toda la violencia y vandalismo que sigue habiendo. También me gustó porque habla varios temas que en realidad no tendrían mucho que ver con otro pero aquí el autor, Altamirano, tras vivir esto, sabe muy bien como ligarlos consiguiendo hacer una mejor y más fácil comprensión.

Recomiendo ampliamente esta obra ya que además de obtener información verídica de como era México en 1861, principalmente en Yautepec, Atlihuayan y Xochimancas, todo el contexto en el que se encuentra cada ambientación, descrita minuciosamente por el autor, te provoca intriga saber qué es lo que continua para por fin averiguar qué pasa con cada uno de los personajes, aportándote en cada persecución y conflicto que se atraviese, un conocimiento y reflexión, para poder comparar por medio de diferencias y similitudes esa época con la moderna.

La relación que mantiene con el mundo real es verdaderamente grande ya que las cosas que pasan en realidad así fueron y siguen siendo hasta ahora. Poniendo como ejemplo a la violencia que se presenta; los secuestros, robos, asaltos, matanzas, incendios y demás realizados por bandalistas llamados plateados en aquel tiempo, aún se sigue manifestando con los que ahora son criminales como narcotraficantes, secuestradores, extorsionistas, etcétera sólo que con el avance del tiempo han ido empeorando algunas de las situaciones gracias a el pensamiento de los habitantes.

Al realizar la lectura de este libro obtendrás gran cantidad de aprendizajes desde algo muy sencillo como saber que Yautepec pertenecía al Estado de México mientras que ahora forma parte del estado de Morelos, o el tipo de vegetación que aún prevalece con el tiempo incluso que a pesar de tener muchos años de diferencia no han cambiado la mayoría de los ámbitos tanto políticos, como sociales y hasta económicos. Además de que se encuentra ubicada en la guerra civil -Guerra de Reforma- cuando aún no había concluido, de esta forma puedes obtener una visión muy minuciosa de lo que sucedía mientras se suscitaba este acontecimiento.

En cuanto al autor, Ignacio Manuel Altamirano, en 1860 decide unirse a las fuerzas comandadas por el general Jiménez y aunque no tiene una participación militar propiamente activa, se convierte en un voluntario y obtiene el reconocimiento de sus superiores. Hasta 1861 presta sus servicios como asesor militar en la División del Sur para ser nombrado, finalmente, diputado del Congreso de la Unión en Acapulco, este aspecto me pareció interesante porque como lo está planteando él participó en las actividades que se llevaron a cabo en el tiempo que escribe la obra en cuestión.

Para concluir el presente trabajo retomaré que es una de las principales obras escritas por Ignacio Manuel Altamirano. Es la novela de la plena madurez del autor. Y en mi opinión es un espejo muy fiel de lo que fue México en un momento dado, con su respectivo