Resumen: DIVISIONES DEL DERECHO ROMANO.

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Así como existía el interés, estaban el comodato, depósito, prenda, venta, el arrendamiento y la sociedad, todos ellos contratos que hacían a una persona o varias benefactoras de ello.

Los cuasi ex contratos eran aquello actos muy parecidos a los contratos por su licitud, pero que no se producían por acuerdo de partes, sino por la voluntad de una sola persona o por un acto ajeno a ellas.

Dejando muy de lado el tema de los contratos nos adentramos al tema de los delitos, estos tienen como definición un acto ilícito que contraponen a la ley penal, produciendo obligaciones, naciendo del delito mismo.

Los romanos podían distinguir entre los delitos, cómo lo son los delitos públicos y privado.

Para la resolución de un delito público se era necesario de un representante del pueblo o magistrado y a través del procedimiento penal.

Muy diferente se encuentra el privado, ya que este necesitaba de la petición del ofendido mediante un procedimiento civil.

Entre las clasificaciones de los delitos privados se encuentran; El furtum, el daño causado injustamente a la cosa ajena, la rapiña y la injuria.

Los cuasi ex delitos son actos ilícitos, iguales a los delitos pero no encontrados entre sus clasificaciones.

Las personas que accedían a algún bien por la sucesión hereditaria, debían estar escritor en el testamento del fallecido, este solo era un privilegio otorgado a los ciudadanos romanos.

Si la herencia era de magnitud, debía ser dividida entre todos los hijos del fallecido, así sean deudas o bienes.

Para la herencia no existía un lapso de aceptación, solo en el caso de que el heredero falleciera.

Un testamento era un acto solemne revestido de ciertas formalidades para su validez, por medio del cual el paterfamilias, dignaba a quien o quienes podían suceder después de su muerte en su patrimonio.

Un testamento solo podía ser anulado sí había causas que afectaran a la redacción o causas posteriores a su confesión.

La sucesión testamentaria nos habla del claro ejemplo de que el testador manifestaba su voluntad, con la designación de sus herederos.

Protección a los derechos, cada uno de los temas antes vistos contaban con una protección específica. El derecho subjetivo los protegía, pero lo ideal era que los derechos fueran reconocidos por integrantes de una sociedad y que además cooperaran con la eficacia de este.

El proceso y sus clases se iniciaban con el ejercicio de la acción que contenía al demandante y comprendía los pasos para una sentencia firme.

Para seguir con un procedimiento en una sentencia, se debía a cual correspondía si era un procedimiento penal o procedimiento civil.

Los procedimientos de las acciones de ley se caracterizaban por ser rituales, su oralidad y la actuación debían realizar las partes (demandante y demandado) delante de un magistrado.

Para hablar de cada uno de los procedimientos necesitaríamos hojas de explicación, así que solo los citaremos los aspectos más esenciales de ellos:

Procedimiento formulario: era escrito, menos solemne y sin los rigores de oralidad.

Procedimiento extraordinario: se tramitaba en una sola instancia, era escrito y se llevaba a cabo con un magistrado público.

Procedimientos especiales: en estos solo intervenía el pretor, ejerciendo su jurisdicción o imperio.

La acción recaía en una sola persona y era la plenitud de hacer valer tus derechos frente a los tribunales judiciales.