Resumen del libro: Don Quijote de la Mancha, Primera parte, capítulos XVIII a XXI.
Enviado por tomas • 28 de Diciembre de 2018 • 2.646 Palabras (11 Páginas) • 683 Visitas
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maldito porque puso sus manos en algo sagrado. A lo que Don Quijote dice que él creía que eran fantasmas. Al final del capitulo Sancho y Quijote encuentran lugar para descansar y comer.
Capitulo XX: "De la jamás vista ni oída aventura que con más poco peligro fue acabada de famoso caballero en el mundo, como la que acabó el valeroso don Quijote de la Mancha”.
Tras comer, don Quijote y Sancho van en busca de un arroyo para satisfacer su sed. Escuchan el ruido del agua en la distancia, pero también de golpes, y por ser de noche, no pueden ver bien, creando una atmósfera escalofriante. Don Quijote le cuenta a Sancho sobre la edad de hierro y de oro explicándole que él nació en la edad de hierro. Le dice que quiere resucitar la edad de oro o dorada, porque él nació para los peligros y las grandes hazañas. Ademas dice que también él va a resucitar a los de la Tabla Redonda, los Doce de Francia y los Nueve de la Fama, y él que va a superar y poner en olvido a los Platires, los Tablantes, Olivantes y Tirantes, los Febos y Belianises, que eran famosos caballeros andantes del pasado tiempo. Durante el transcurso de la obra se observa como Quijote se hizo caballero para cambiar la edad de hierro la cual es una sociedad injusta, y transformarla en una sociedad justa, como era la edad de oro.
Don Quijote cree que ese ruido es una nueva aventura, y le pide a Sancho que lo espere allí por tres días mientras que él se va a la aventura y que si no vuelve que vaya a decirle a Dulcinea que él murió.
Sancho comienza a llorar y le dice que deben quedarse juntos y que no está bien tentar a Dios entrando en peligros innecesarios y que pueden devolverse que nadie los esta forzando. Sancho explica que él dejó atrás a su familia en esperanzas de tener su propia isla y que ahora don Quijote le quiere abandonar en un lugar tan remoto. Cuando don Quijote insiste en irse, Sancho, sin ser visto, ata los pies a Rocinante para que no pueda moverse. Don Quijote acepta esperar hasta el alba para seguir.
Como Sancho aún tiene miedo, don Quijote le sugiere que le cuente una historia para distraerse. El cuento trata de Lope Ruiz, un pastor, quien esta enamorado de una pastora llamada Torralba que parecía un poco hombre porque tenia bigote. Pero cuando Torralba le provoca celos, el amor que el pastor le tenía se convierte en aborrecimiento. Ese rechazo hace que Torralba lo quiera aún más. El pastor quiere alejarse de ella así que parte cruzando las tierras de Portugal y guía sus 300 cabras hacia Portugal, pero Torralba decide seguirlo.
Cuando el pastor llega al río Guadiana, le pide a un pescador que le ayude cruzar, pero en su pequeño bote sólo cabe una persona y una cabra. El pescador ofrece ayudarlo, pasando una cabra a la vez. Como Sancho decía que pasaba a una oveja una por una Don Quijote le dice que siga con la historia, pero Sancho le responde que no puede porque allí acaba el cuento.
Don Quijote no puede creer que así termina la historia y le da un elogio irónico: "que tú has contado una de las más nuevas consejas, cuento o historia, que nadie pudo pensar en el mundo".
De repente a Sancho le da ganas de ir al baño, pero no quiere apartarse de su amo por el miedo que tiene. Por lo tanto, se baja los pantalones y comienza a defecar allí mismo en la oscuridad, tratando de no hacer ruido para que don Quijote no se dé cuenta. Pese a sus esfuerzos, don Quijote escucha algo y le pregunta a Sancho qué fue. "No sé, señor", responde Sancho. "Alguna cosa nueva debe de ser; que las aventuras y desventuras nunca comienzan por poco". Pero Sancho está tan cerca de don Quijote que los olores le llegan a la nariz. Don Quijote se tapa la nariz y le dice a Sancho: "Ten más cuenta con tu persona y con lo que debes a la mía; que la mucha conversación que tengo contigo ha engendrado este menosprecio".
Al amanecer, Sancho desata los pies de Rocinante para que pueda moverse, y don Quijote interpreta el movimiento de su caballo como señal de que deben continuar e investigar el origen de los golpes que no cesan. De nuevo, don Quijote le pide a Sancho que le espere, pero Sancho comienza a llora y decide seguir a su amo.
Finalmente encuentran el origen de esos sonidos que tanto miedo les dieron: eran unos mazos que golpeaban que estaban adentro de una casa abandonada. Sancho empieza a reírse y burlarse de don Quijote, pero este se enfada con él. Entonces, comienzan a hablar sobre su relación y don Quijote le dice que conversan mucho más que otros caballeros y escuderos, según los libros de caballería, que ha leído. Por lo tanto, le dice a Sancho: "De todo lo que he dicho, has de inferir, Sancho, que es menester hacer diferencia de amo a mozo, de señor a criado y de caballero a escudero. Así que, desde hoy en adelante, nos hemos de tratar con más respeto...". Sancho está de acuerdo, pero le pregunta a su amo cuánto gana un escudero. A esto don Quijote le contesta que según él ha leído, que "jamás los tales escuderos estuvieron a salario, sino a merced".
Capitulo XXI: "Que trata de la alta aventura y rica ganancia del yelmo de Mambrino, con otras cosas sucedidas a nuestro invencible caballero"
Comienza a llover mientras siguen por el camino. A la distancia don Quijote ve a un hombre a caballo con una cosa en la cabeza que brilla como si fuera de oro y le dice a Sancho que es el yelmo de Mambrino sobre el que hizo el juramento. Sancho tiene sus dudas: "Lo que veo y no es sino un hombre sobre un asno, pardo como el mío, que trae sobre su cabeza una cosa que resplandece".
En realidad es un barbero que ha puesto su bacía de lata encima de su cabeza para protegerse de la lluvia. Don Quijote se lanza contra el barbero y le exige que le entregue el "yelmo". Para evitar el golpe de la lanza, el barbero se cae del asno y Sancho recoge la bacía del suelo. Don Quijote se prueba el "yelmo", pero como le queda grande y le falta la celada dice: "Sin duda que el pagano a cuya medida se forjó primero esta famosa celada, debía de tener grandísima la cabeza; y lo peor de ello es que le falta la mitad".
Sancho se ríe porque sabe que es una bacía simple, pero a don Quijote no le hace ninguna gracia y dice que a lo mejor el yelmo cayó en manos de alguien quien fundió la mitad para aprovecharse del oro y convirtió la otra mitad en algo que se parece a una bacía de barbero. El barbero sale corriendo y Sancho le pregunta a su amo qué deben hacer con su asno, pero don Quijote le responde que no se acostumbra a despojar a los que vence.
Almuerzan y siguen por el camino sin rumbo.
Sancho le dice a don Quijote que le preocupa
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