Sin mi hija no me voy.

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Leticia empieza a llorar y le dice al juez que ella mantuvo por 10 años Abdel y que tuvo que viajar desde España para solo ver a su hija 4 horas, el juez al escuchar esas cosas revoca lo dicho y le concede la patria potestad, pero le dice a Leticia que Sara debe respetar la religión de Irak y debe respetar su comportamiento, inmediatamente se lleva a su hija de Irak. Por miedo a que después no la dejen ir se de ahí. Cuando Sara llegara a su casa en España se pone muy feliz, ya que llega a su hogar de donde nunca debió de haber salido.

Al ver esta película me di cuenta de que en los países que tienen un sistema jurídico religioso musulmán, tienden a darle más derechos a los hombres que a las mujeres y que cuando un matrimonio se separa los hijos se le quedan al padre y no a la madre que comúnmente hacen otros países. Y que las mujeres viven muchas injusticias en esos países.

Estudiante del primer semestre de la carrera de derecho de la universidad veracruzana.

La historia da inicio en el año de 1986, y se lleva a cabo en Irán, cuando el periodista francés-iraní Freidoune Sahebjam, tiene un desperfecto mecánico en su carro y al llegar a un pequeño pueblo para que se lo arreglen, se encuentra con Sahra, una mujer que se da cuenta que él es un periodista y, a escondidas de los demás, le cuenta la terrible historia de su sobrina, Soraya.

Soraya está casada con Ebrahim, con quien tiene dos hijos y dos hijas. Pero Ebrahim se ha enamorado de una chica de 14 años de edad y para divorciarse de Soraya tiene que darle una especie de herencia, la cual él se niega a brindar, de tal manera que, de una manera fría y calculadora, maquina una forma de deshacerse de Soraya: la acusa de adulterio, un delito grave bajo la religión islámica, para lo cual su castigo es la muerte por lapidación. En este punto es fácil para el espectador comprender que las mujeres iraníes no tienen voz ni voto en las decisiones grandes de su país, así como también puede establecer y ser testigo de la injusticia llevada a sus máximas consecuencias.

En un país donde la vida de los ciudadanos y la ley del gobierno están dirigidos por una religión, con sus preceptos antiguos y violentos, llenos de ignorancia y prejuicios. Un país donde el laicismo está ausente, su atraso en la educación y en las relaciones sociales es evidente ya que los derechos de las mujeres son violados. En el islam se justifica el asesinato (como también lo hace el antiguo testamento de la Biblia), y si esta religión es seguida de una manera fundamentalista por muchas personas en el mundo, podemos decir con tristeza que la violencia no tendrá fin y que las mujeres seguirán siendo maltratadas hasta el grado de la lapidación.