Trasfondo historico, caracteristicas de la novela romantica y comparacion de La hija del bandido y El zarco
Enviado por Ninoka • 8 de Abril de 2018 • 3.314 Palabras (14 Páginas) • 528 Visitas
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Dentro de la lectura de El Zarco observamos como Ignacio Manuel Altamirano describe detalladamente la escenografía que tenía que ver con la naturaleza detalladamente, al igual que Refugio Barragán de Toscano lo hace en La hija del Bandido. La melancolía y el pesimismo, característica que se encuentra en ambas lecturas, es presentada de dos maneras opuestas; esto se debe a que María, personaje principal de La hija del Bandido, sale en busca de su abuelo creando estos sentimientos en su padre, Vicente Colombo. En El Zarco vemos como Manuela, personaje principal de esta segunda lectura, se escapa de su casa para ir con su amado que era un líder de los bandidos más famosos de la ciudad donde ellos vivían, creando este sentimiento en su madre causándole una enfermedad que la lleva a la muerte.
La mujer en estas lecturas fue un papel importante, ambas personajes principales eran mujeres. Toda la trama de estas lecturas ocurría alrededor de ellas. La mujer era vista como un objeto en La hija del Bandido en los momentos en que se roban a Paula y a Cecilia; en El Zarco vemos a las mujeres que eran parejas de los bandidos de la comunidad del Zarco como objeto. También la mujer se ve como símbolo de amor en la primera lectura, entre Adolfo a Cecilia y Rafael a María; en la segunda lectura vemos este símbolo de amor al final entre Nicolás y Pilar. En la primera lectura, La hija del Bandido, vemos la mujer como objeto de deseo con Patiño a María y Vicente a Paula; esto se puede ver en la segunda lectura, El Zarco, con El Tigre a Manuela. La mujer también fue vista como índole económica y social en La hija del bandido en el momento en el que el Vizconde planifica casarse con María para obtener la herencia que maría debía obtener al hacerse pasar como su sobrina; mientras tanto en El Zarco la mujer no fue tan vista como una índole económica y social.
Entrando con las temáticas del romanticismo ambas lecturas vemos como ambos autores presentan a la mujer con una descripción increíble, usando metafóricamente la comparación de esta belleza con la naturaleza que les rodeaba. Dentro de ambas lecturas observamos como la religión y el costumbrismo se ven atados a la trama. En La hija del Bandido vemos como la celebración de los quince años de María y la costumbre de asistir a la Iglesia nos reflejan esta característica; en El Zarco vemos como al final de la novela Nicolás y Pilar se casan por la Iglesia. También en ambas novelas se envuelve un sacerdote, en La hija del Bandido aparece en el momento de la muerte de Don Remigio confesándolo; del mismo modo en El Zarco vemos una escena similar en el momento en el que el sacerdote confiesa al Zarco antes de que lo asesinen y lo cuelguen. La temática del amor en estas novelas se presentan de dos maneras distintas: un amor de familiar y al prójimo (presentado en La hija del Bandido) y un amor de pareja (presentado en El Zarco). La hija del bandido nos muestra como María sale de su casa buscando a su abuelo y en el transcurso consigue una amiga que la considera como su hermana y la llega a querer tanto que arriesga su vida para salvarla; mientras tanto en El Zarco vemos como Manuela se escapa de su casa con el amor de su vida introduciéndose al mundo de los bandidos el cual terminó llevándola a la locura.
Al comparar estas dos obras podemos ver que provienen de una misma época, ya que tienen un trasfondo similar. Aunque sus autores son de diferente género y tienen un punto de vista distinto re afirma que son del mismo movimiento cultural. Se observan ciertas diferencias en las tramas, pero su temática es la misma: Movimiento del romanticismo, época del bandidaje, haciendo estas lecturas paralelas a una época donde los ideales, la cultura y los problemas sociales son los temas que originan muchas obras literarias describiendo un compromiso con la solución de los problemas creados por esos temas.
Resumen de El Zarco
Una joven de buena familia, Manuela, varias veces ha rechazado las proposiciones matrimoniales de Nicolás, el herrero del pueblo, hombre de origen indígena, muy trabajador y estimado, quien le ofrece cierta holgura económica; pero ella estaba enamorada del color azul claro de los ojos del Zarco, famoso bandolero, salteador de caminos, ladrón y asesino, que por aquel entonces aterrorizaba al país con sus crímenes. La joven huye con el bandolero. En el amor de Manuela hay una rara mezcla de deslumbramiento, codicia y vanidad, que actúan "como un punzante, pero sabroso filtro mágico". Pero el Zarco es un criminal amoral, un "plateado", como se les decía entonces, forajido de la peor especie, que roba y mata por inclinación natural, y se distingue por su intrepidez, crueldad e insaciable sed de riquezas. La joven pronto se desilusiona de él y se arrepiente de haberlo seguido. Por otra parte, Nicolás, desengañado de Manuela, vuelca todo su amor en Pilar, la hermana adoptiva de aquélla, joven buena y virtuosa que siempre había amado en secreto al herrero, y proyectan casarse. Este amor hiere profundamente el orgullo y la vanidad de Manuela, a quien amargan los celos, el dolor y la tristeza. El desenlace de la obra, comprimido en los dos últimos capítulos, resulta un tanto precipitado, efectista y confuso.
En una refriega, el Zarco y su temible banda se enfrentan con un grupo de hombres capitaneados por Nicolás; éste, de un sablazo a la cabeza, deja casi moribundo al bandido. El herrero lleva la noticia del suceso a las autoridades. Mientras, Manuela permanece llorando junto al cuerpo del Zarco, que aún respira. "Al regreso de Nicolás, llena de vergüenza se cubrió la cabeza con su rebozo y no fue reconocida por el valiente herrero." Ya en poder de la justicia, el Zarco y Manuela son llevados a prisión. El bandido se restablece por completo y cuando, junto con otros "plateados", es conducido a una nueva cárcel, sus hombres emboscan a la tropa, la exterminan y liberan a los presos. El Zarco, ahora más sanguinario que nunca, continúa infundiendo terror y espanto a toda la comarca. Mientras tanto, llega el día de la boda religiosa de Pilar y Nicolás. Tras la solemne ceremonia de la iglesia, la pareja parte rumbo al pueblo donde residirá. Por el camino se encuentran con Manuela, desencajada y temblorosa, quien se acerca desesperada al carruaje para pedirles perdón y les da la noticia de que en ese momento, y en su presencia, van a fusilar al Zarco, que ya está amarrado y con los ojos cubiertos con una venda. Ejecutan al Zarco de cinco balazos y luego cuelgan su cadáver. Manuela, que momentos antes había dicho "prefiero morir contigo antes que ver a Pilar con su corona de azahares al lado de Nicolás", se lleva las manos al corazón, da un grito y cae muerta.
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