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El trasfondo histórico de la critica de la razón pura.

Enviado por   •  31 de Enero de 2018  •  2.404 Palabras (10 Páginas)  •  396 Visitas

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La lógica lograba hacer abstracción de los objetos del conocimiento para poder evaluarlos, empujando a la razón a que se ocupe de otras cosas que no sea sólo de sí misma y de su forma, logrando ayudar a la ciencia a adquirir conocimientos certeros y nuevos. Como en las Ciencias existe una razón hay intrínsecamente un conocimiento a priori qué se relaciona tanto con el conocimiento teórico que determina sus conceptos, como con el práctico que los ejecuta en la realidad efectiva.

Dicha relación es evidenciada en dos disciplinas; en las matemáticas que determinan racionalmente sus objetos, y la física, que usa en parte las determinaciones racionales, pero orientando su diálogo hacia otras fuentes del conocimiento. Ahora bien, las matemáticas se vienen abriendo paso a través de la historia del pensamiento humano; desde la época de la Grecia antigua y si se quiere desde los egipcios que le empezaron a cultivar, aunque su andar haya sido a tientas. Esto hasta la revolución cartesiana de las matemáticas, donde se dan los parámetros para no errar el rumbo de la ciencia, llegando a tener más relevancia que el descubrimiento del nuevo continente, pero que en el mundo moderno cambiaban drásticamente el modo hacer ciencia, una ciencia con repercusiones en la explotación de recursos de tan famoso Cabo y beneficiando a países europeos cuyos gobiernos, a excepción de la reciente Francia del terror, todavía se mantenían en monarquía.

El descubrimiento del objeto a priori con el cual se realizan las investigaciones traza una iluminación en los conceptos y un cambio en las ciencias. Los grandes avances de la ciencia, desde la demostración del triángulo isósceles, las esferas en el plano inclinado de Galileo, la suspensión de un objeto de cierto peso en el aire por Tornicelli o la transformación de metales de Stahl, solo son posibles en el momento que los científicos comprenden que la razón entiende sobre aquello que ha producido según su interés y planificación previa.

Se tienen en cuenta los principios de los objetos del conocimiento y las leyes que las rigen, para poder tomar a la naturaleza una esclava que debe develar sus secretos, responder a las preguntas que la ciencia haga. La cuestión que se me aparece, es si este trato hacia la naturaleza, esta nueva concepción de la misma, tiene consecuencias hasta la actualidad, en tanto la crisis ambiental heredada de las grandes revoluciones científicas de la modernidad.

“incluso la física tiene que agradecer la tan provechosa revolución de su manera de pensar únicamente a la ocurrencia de buscar en la naturaleza (no atribuirle de manera infundada), de acuerdo con lo que la razón misma introduce en ella, aquello que debe aprender de ella, de lo cual ella, por sí misma, no sabría nada. Sólo por esto la ciencia de la naturaleza ha alcanzado la marcha segura de una ciencia” [B XIV]

Teniendo en cuenta en que consiste la revolución científica, entramos en los terrenos de la metafísica, aquella encargada de los conceptos, que a diferencia de las matemáticas que aplica dichos conceptos, no ha tenido tan grandes avances como esta, a pesar de ser una ciencia antigua. El tanteo de la metafísica ha sido meramente entre conceptos, totalmente alejada de respuestas dictadas por la experiencia, y hay que aclarar porque en ella no se ha dado el mismo avance en relación con estas otras ciencias. Lo que ha alentado dicha revolución científica es el cambio en los modos de pensar.

Kant se arriesga a cambiar nuestro punto de referencia con relación a los objetos, a esto se refiere con el giro copernicano de la metafísica. Copérnico, al ver que sus investigaciones no iban a ningún lado por concebir primeramente las estrellas en movimiento girando en torno del espectador, se ve obligado a replantearse, ensayando que pasaría si el que se moviera fuera el espectador y las estrellas estuvieran fijas. Su resultado ya no es un secreto. Así mismo ha ocurrido en el plano metafísico, en donde la concepción de que el conocimiento se rige por los objetos, ha debido ser replanteada para establecer que el sujeto posee conocimientos a priori sobre las cosas, es decir se tiene una intuición de los objetos.

Estos objetos pueden o ser dados por la experiencia o ser objetos puros del conocimiento, que deben tener concordancia entre sí. Se supone ya “el nuevo método de pensamiento, a saber, que conocemos a priori de las cosas sólo aquello que nosotros mismos ponemos en ellas.” [B XVIII] Este método utilizado por las ciencias naturales busca confirmar o refutar las razones a priori por medio de experimentos; en el ámbito metafísico el experimento funciona para solucionar la parte conflictiva de ambos puntos de vista, logrando acertar una correspondencia. En el experimento encontramos lo incondicionado, aquello que tiene realidad efectiva, pero que, aunque es desconocida por nosotros, nos empuja a pasar los límites de la experiencia para conocerla. Si la metafísica había separado el conocimiento de las cosas en sí mismos del conocimiento de las cosas como fenómenos, era la dialéctica quien las pone en concordancia con la idea de lo incondicionado.

Después de esta concordancia queda encontrar un conocimiento práctico de la misma, que logre ensanchar su conocimiento con datos extraídos de la naturaleza y de las cosas en general, por medio de la razón especulativa. Es en este giro copernicano de la metafísica donde las leyes que se constituyen encontraron certeza en lo que inicialmente era una simple hipótesis, tal como Newton que, partiendo de las hipótesis de Copérnico, demuestra las fuerzas gravitatorias que rigen el universo. En este sentido la Crítica, como tratado del método que traza un camino al sistema científico, presenta esta reforma del pensamiento “no de manera hipotética, sino apodíctica, a partir de la naturaleza de nuestras representaciones de espacio y de tiempo, y [a partir] de los conceptos elementales del entendimiento” [B XXII]

B XXXII - XXXV: la edad de la crítica

Aunque han sido importantes los avances de la razón especulativa y el mundo se ha visto beneficiada del uso de la razón pura, dicho conocimiento ha sido monopolizado por las escuelas, privatizado para uso exclusivo y no para ser compartido a la humanidad. Se ha llegado a un nuevo método gracias a la crítica, pero ni los dogmáticos se han enterado de tales avances. La ineptitud frente a la especulación racional se puede remediar al anclarnos en lo temporal y teniendo esperanza en una vida futura, hacer una exposición clara de ciertos deberes que produzca conciencia de libertad, y evidenciar en la belleza natural la existencia de un creador. Sin embargo las escuelas se han aprovechado

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