CRITICA DE LA RAZON PURA.

...

Pero esto no era todo llego el momento en que Kant no solo se basaba en las ciencias también intentaba conjugar el racionalismo ya que era una corriente filosófica que se complementan con el criticismo o critica que era lo que Immanuel Kant le dio su vida para poderla complementar y dejar una idea puntual a la misma ya que era el sistema de pensamiento que se basa en el papel de la razón al obtener el conocimiento y el empirismo que se basaba en la teoría filosófica que intentaba decirnos que para obtener el conocimiento debíamos tener alguno experiencia de aquello, o mejor en palabras claves la experiencia es base de todo conocimiento, haciendo una crítica de estos dos partes del conocimiento o corrientes de la filosofía que se daba a conocer por medio de una cosa como fuente del conocimiento que se nos brinda como lo decía Copérnico que él también lo critico para dejar por completo su teoría que nos hablaba que estudiando los actos de alguien o el ser que era la fuente del conocimiento de algo cosa u objeto, atreves del ser se daba toda la sensibilidad que le es imposible separarlas debido a sus condiciones naturales.

Y llego hasta las resistencia que el encontró acerca de la obra que podemos citar a Pio Vlll, o su verdadero nombre que era Francesco Saverio María Felipe Castiglioni Ghisleri fue el papa de la iglesia católica Kant lo cito para darle a conocer que el mismo cuando decide prohibir su lectura la Critica de la razón pura ya que la dejo como decreto del 8 de julio de 1827, ya que era para él una amenaza de excomunión la cual se le fue negado volver a publicar sus escritos acerca de temas sobre teología ya que Pio Vlll había visto asuntos en los cuales antes de que el mismo retomara de la crítica dice que aunque era un cristiano de mucho nivel de creencia todo debía someterse a la crítica pero la religión se escabullen en ideas que llevan a lo ordinario y empiezan a citar a la religión a causa de sus nivel de santa y su poder político en esa entonces que era la reina o mejor dicho su majestad y Pio Vlll decide prohibirla al despertar sospechas que no eran sinceras en la religión acerca de que la razón no se le emite una crítica a lo que es capaz de oponer cargos por medio de un juzgado libre y público y por inseguridad se le prohíbe juzgar a la religión y Immanuel Kant no dejaría que se salieran con las suyas con la cual plantea que la fuente del conocimiento más sabio parte de la razón.

Conclusión

El conocimiento es lo más asociado para nuestro planes de aquí en adelante y esto nos puede servir puntualmente para que cuando dudemos en algo le demos un punto clave que parte desde la razón y nadie puede decir algo a cambio expresar de una manera más puntual expresarnos con aquellas diversidades de teorías hace que se expanda más la posibilidad de recopilar cualquier clase de información en lo cual el señor Immanuel Kant nos trata de decir que él para llegar a ese conocimiento tan maravilloso primero tuvo que estudiarlo muy bien a fondo ya que las capacidades del ser humano son tan grandes que en cualquier momento la gente evolucionara en un ser totalmente acuerdo, que es lo que necesitamos que una persona de el primero paso a la verdad absoluta.

Referencias

Las citas en castellano pertenecen a la traducción de Roberto R. Aramayo, Alianza, Madrid, 2000, Ak. V, 134, p. 256. (N. del traductor).

KANT, I. 2003. Crítica de la razón pura. (Traducción de Pedro Ribas), Madrid, Alfaguara.

KRÜGER, G. 1967. Philosophie und Moral in der kantischen Kritik, Tübingen, J.C.B. Mohr, 1931, 2, Aufl.1967.

RIEDEL, M. 1989. Urteilskraft und Vernunft. Kants ursprüngliche Fragestellung, Franfurt am Maim, Suhrkamp Verlag

Bibliografía

GRONDIN, J. 1989. Kant et le problema de la philosophie: l´a priori, Paris, Vrin.

GULYGA, A. 1985. Immanuel Kant, Frankfurt am Main, Suhrkamp.

KANT, I. 1949 / 2000. Kritik der praktischen Vernunft, Ak. V, 134. Las citas del original en Inglés corresponden a la traducción realizada por L.W. Beck, Critique of Practical Reason and Other Writings in Moral Philosophy, The University of Chicago Press, Chicago, 1949.