Teoría del iceberg- La interpretación
Enviado por Rebecca • 17 de Junio de 2018 • 3.190 Palabras (13 Páginas) • 480 Visitas
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Una niña pequeña, encantadora e inocente es engullida por un lobo. Como de todos los cuentos de éste existen muchas versiones. La más conocida es la de los hermanos Grimm en la que la abuelita y la niña son rescatadas por el cazador.
Pero la original es la relatada por Perrault.
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Caperucita y el lobo, por Doré.
En su casa Caperucita es la muchacha en la pubertad protegida, sin problemas. Pero en casa de la abuelita enferma se ve indefensa ante el lobo. Éste es el seductor.
A Caperucita no le aterra el mundo exterior, sino que le parece atractivo. He aquí el peligro. Por eso se desvía del camino que le aconseja su madre ante la tentación del seductor lobo.
Caperucita Roja está luchando con los problemas de la pubertad, pero no está preparada psicológicamente. Intuye que algo va mal cuando ve a la abuela de manera extraña y hace preguntas relacionadas con los sentidos (oído, vista, gusto y tacto) porque es así como entiende el mundo el adolescente. Parece que intenta comprender la diferencia entre los dos hombres: el seductor (lobo) y el protector (cazador que representa el padre o el marido elegido).
El color rojo de la caperuza simboliza la edad sexual de la protagonista, que debe guardar su virginidad ante los seductores que quieren hacerla caer. Su peligro es la sexualidad incipiente para la que emocionalmente aún no está preparada.
Si quiere estar protegida en adelante, tiene que valerse por sí misma. De ahí que se le ocurra a ella llenar la barriga del lobo de piedras.
El salir de la barriga del lobo simboliza el renacer, crecer emocionalmente por aprender de los errores.
Pero ¿por qué engulle a la abuelita si la que ha caído en la tentación es Caperucita? El sentido es sencillo. La abuela representa la experiencia, el consejo y la protección del adulto. Caperucita debe dejarlo de lado para crecer y enfrentarse por sí misma a las tentaciones.
El niño comprende que las experiencias que nos perturban son las que nos hacen crecer. Se aprende que los deseos pueden acarrear problemas y que hay que enfrentarse a ellos, no esperar que te protejan, pues no se crecería.
Tomado de: http://elballetdelaspalabras.blogspot.com/2012/02/analisis-del-significado-de-caperucita.html
LOS TRES CERDITOS OJO
Bettelheim: Análisis de Los tres cerditos-Principio de placer frente a principio de la realidad
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Bruno Bettelheim- Análisis de «Los tres cerditos» Principio del placer frente a principio de la realidad
Fuente:Psicoanális de los cuentos de hadas de Bruno Bettelheim
El mito de Hércules trata de la elección entre el principio del placer y el principio de la realidad. El cuento de «Los tres cerditos»[i] se basa también en el mismo tema.
Historias como la de «Los tres cerditos» son muy apreciadas por los niños por encima de todos los cuentos «realistas», especialmente si el narrador las presenta con sentimiento. Los niños quedan extasiados si se representa ante ellos la escena de los soplidos y resoplidos del lobo ante la puerta del cerdito. «Los tres cerditos» enseña al niño pequeño, de forma agradable y dramática a la vez, que no debemos ser perezosos ni tomarnos las cosas a la ligera, porque, si lo hacemos, podemos perecer. Los planes y previsiones inteligentes combinados con el arduo trabajo nos harán vencer incluso a nuestro enemigo más feroz: el lobo. Esta historia nos muestra, también, las ventajas que comporta el crecimiento, puesto que, al tercer cerdito, que es el más listo, lo pintan normalmente como el mayor y el más grande.
Las casas que construyen los tres cerditos son símbolos del progreso en la historia del hombre: desde una choza sin estabilidad alguna, a una de madera, llegando finalmente a la sólida casa de ladrillos. Desde el punto de vista interno, las acciones de los cerditos muestran el progreso desde la personalidad dominada por el ello hasta la personalidad influenciada por el super-yo, pero controlada esencialmente por el yo.
El más pequeño de los tres cerditos construye su casa con paja y sin cuidado alguno; el segundo utiliza troncos, pero ambos completan su refugio lo más rápido que pueden y sin el menor esfuerzo, pudiendo así jugar el resto del día. Al vivir de acuerdo con el principio del placer, los dos cerditos pequeños buscan la gratificación inmediata sin pensar en absoluto en el futuro ni en los peligros que implica la realidad, aunque el mediano dé muestras de madurez al intentar construir una casa algo más sustancial que el pequeño.
De los tres tan sólo el mayor ha aprendido a comportarse según el principio de la realidad: es capaz de posponer su deseo de jugar, y actúa de acuerdo consu capacidad para prever lo que puede ocurrir en el futuro, incluso es capazde predecir correctamente la conducto del lobo, del enemigo o extraño que intenta seducirnos y atraparnos; por esta razón, el tercer cerdito puede vencer a fuerzas mucho más poderosas y feroces que él. El lobo destructor y salvaje representa las fuerzas asociales, inconscientes y devoradoras contra las que tenemos que aprender a protegernos, y a las que uno puede derrotar con la energía del propio yo.
«Los tres cerditos» causa en los niños un impacto mucho mayor que la fábula de Esopo «La cigarra y la hormiga», semejante pero claramente moralista. En dicha fábula, una cigarra, que se está muriendo de hambre en invierno, pide a una hormiga el alimento que, durante todo el verano, ha estado recogiendo laboriosamente. Ésta pregunta a la cigarra qué ha hecho durante todo el verano, y al enterarse de que había estado cantando, sin preocuparse de trabajar, le niega su ayuda, aduciendo: «Ya que pudiste cantar durante todo el verano, puedes también bailar durante el invierno».
Este es un final típico de las fábulas que son, igualmente, cuentos populares que han ido pasando de generación en generación. «Una fábula es, en su estado original, una narración en la que, con fines moralistas, unos seres irracionales, y a veces inanimados, actúan y hablan como si tuvieran intereses y pasiones humanas» (Samuel Johnson). Ya sea de modo beato o divirtiéndonos, las fábulas afirman siempre, y explícitamente, verdades morales; no hay ningún significado
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