Trabajo final Recepción El espectáculo de la violencia en un Chernobyl olvidado
Enviado por tolero • 28 de Noviembre de 2018 • 2.075 Palabras (9 Páginas) • 307 Visitas
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al navegador de la web a que “descubra la central nuclear en su tour”, y es allí donde el espectáculo comienza. Es indiscutible que el morbo del ser humano permite que estas actividades lucrativas tengan éxito, fortalecen estas actividades que reproducen la violencia a cada uno de nuestros hogares.
La imagen logra despertar ese sentimiento de complicidad con ella, como afirma Rancière (2010), en el momento en que también la culpabilidad sale a flote para el receptor de la imagen; preguntas como ¿qué podría estar haciendo por aquel sujeto? ¿cómo podría ayudarlo? Quedan borradas, quedan convertidas en nada. Sontag (2003) afirma que la fotografía ofrece modos distintos de comprender y un modo compacto para memorizar, es como si fuese una cita o un proverbio, pero lo que hace más excitante a una fotografía es la permisividad que tiene de mostrar lo que consideramos real. Cuanto más perturbadora es la imagen más se está logrando el cometido de un fotógrafo de violencia, pero no necesariamente la fotografía de guerra cumple estos requisitos como ella lo propone, por el contrario, apelo más a la idea de que la violencia en una imagen no es exclusiva de rasgos como sangre, muerte, situaciones bélicas, por el contrario, la imagen para ser intolerable y violenta tiene en sí misma todo un ambiente hostil, y un contexto de violencia que la rodea incesantemente. No solamente la guerra es entendida de esa forma, también catástrofes accidentales como la de Chernobyl. El contexto de soledad, desconocimiento, incertidumbre, miedo, terror, pánico, sentimiento de abandono y cólera por la pérdida son tal vez características de estos fenómenos que muestran una imagen que no puede ser tolerada, y si se miran bien, son características que también una imagen de guerra tiene; son circunstancias históricas distintas, pero merecen caber dentro de una nueva propuesta de cómo se vive el dolor del otro, de ese sujeto que me es distinto pero que sufre.
Una de las imágenes que más se difundió de la catástrofe fue la del Reactor 4 de la central nuclear de Chernobyl, fue una de las primeras en ser mostradas y fue tomada desde el aire. En esta imagen todas las características antes dichas están presentes y no necesita estar poblada de humanos en ella para poder caber dentro de lo que puede denominarse una imagen de violencia.
Las fotos de acontecimientos infernales parecen más auténticas cuando no tienen el aspecto que resulta de una iluminación y composición «adecuadas», bien porque el fotógrafo es un aficionado o bien porque —es igualmente útil—ha adoptado alguno de los diversos estilos antiartísticos consabidos.
Es esto que señala Sontag lo que ocurre con esta imagen, no solo está despojada de rastro humano, sino que carece de una preparación o puesta en escena; podría asumirse que es una fotografía para tener un registro del evento únicamente, que no fue pensada en tomar, que tal vez no pensaron en la rapidez con la que iba a ser expuesta al mundo cuando avisaran que el accidente de Chernobyl era uno de los más grandes en materia nuclear. Tal vez el fotógrafo no predijo la fuerza que tenía esa foto, no iba a imaginarse que un receptor de la imagen supondría que, aunque estuviera despojada de humanos, estaba repleta de humanidad: pronto iban a morir personas por la irradiación, pronto no quedaría nada de la periferia de esa imagen. Eso misma ocurre con las fotografías de los Liquidadores -sujetos que iban a la zona de la catástrofe a limpiar y ayudar lo que más pudiesen-, se sabe que morirán, aun si son vistas en un contexto de aquella época o en el día de hoy; se sabe que esa gente sufrirá y morirá, y eso contiene una fuerza violenta tan fuerte que se normaliza en el momento en que el espectador reconoce que lo intolerable de esas imágenes es ser cómplice pero no poder actuar ante ella.
Normalizar la violencia no es un trabajo difícil, es un trabajo que debe efectuarse paulatinamente y a través de la historia. Es difícil trazar los límites entre violencia y espectáculo, y violencia y normalización de la misma, pero es seguro afirmar que no únicamente las imágenes de guerra son intolerables a los ojos del mundo, que la difusión de las imágenes cada vez es más sencilla y gratuita de hacer, que cualquiera puede ser fotógrafo de la realidad y podemos controlar el cómo queremos que esta se vea. Ya tomar fotografías no es un tema únicamente de construir memoria o guardar recuerdos, también es un arma de violencia, de control y de ánimo lucrativo con la misma violencia. Tal vez el observador y el fotógrafo no son tan diferentes al final, tal vez como observadores violentamos más el dolor y sufrimiento de Chernobyl al verla, examinarla y detenernos en ella sin poder hacer más que no tolerarla. ¿Vendría a considerarse correcto cuando un observador de la imagen descubre la fuerza de violencia que esta tiene, probablemente desee apartar la mirada, pero cuando se trata de una situación que permite hacer de un acto de violencia un evento espectacular, donde estos límites entre lo que podría considerarse correcto e incorrecto tienen una línea muy delgada por cruzar?, ¿Es posible encontrar ese momento en que lo límites se rompen y se cruzan entre sí? ¿Son los medios de comunicación quienes tienen el control de violencia, son quienes deciden cuándo estos límites se rompen o es una cuestión de quien mira la imagen?
Anexo de imágenes
“Liquidadores” rumbo al sector destruido.
Reactor 4 tomada desde el cielo.
Más liquidadores.
Liquidador con niño abandonado. 1986, octubre. Fotógrafo: Igor Kostin.
Gente del pueblo desconocía la situación. No hay información detallada. Fotógrafo: Paul Fusco-Magnun
Novinki Asylum 1997. Paul Fusco-Magnun
Niño de 10 años con leucemia. Bielorrusia 1995. Fotografía: Anatoli Kliaschuk.
Fotógrado: Igor Kostin.
BIBLIOGRAFÍA
Rancière, J. (2010). El espectador emancipado. Buenos Aires: Ediciones Manantial SRL.
Sontag, S. (2003). Ante el dolor de los demás. Madrid: Santillana Ediciones Generales, S.L.
Proteger.org. (n.d.). Proteger. Retrieved 20 de 05 de 2017 from Las imágenes olvidadas a 30 años del desastre nuclear: http://www.proteger.org/chernobyl-las-imagenes-olvidadas-a-30-anos-del-desastre-nuclear/
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