“Una pequeña historia del pasado”
Enviado por Helena • 17 de Agosto de 2018 • 1.080 Palabras (5 Páginas) • 403 Visitas
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Y nosotros íbamos con Urbano a ver a su hermana, a bebernos el tepeche que siempre le quedábamos a deber y que nunca le pagábamos, ¡y decir que una vez tuvimos que saltar la barda de la escuela para huir de él!, porque nunca teníamos dinero. Después hasta se quedó sin amigos, porque todos al verlo, le sacábamos la vuelta para que no fuera a cobrarnos.
Estoy algo arrepentido por ello, pudimos haber sido los mejores amigos y nunca le hubieran pasado cosas malas y la gente nunca lo hubiera juzgado.
Lo expulsaron de escuela por tres razones, la primera no era muy aplicado que digamos, segunda le hacía burla al personal de limpieza de la escuela y tercera su tutor hablo con él por sus malas calificaciones frente a toda la clase, de hecho tú estabas ahí y Urbano le levanto la voz diciéndole que la escuela no valía la pena y ese mismo día lo llevaron a la dirección.
Sólo que te falle mucho la memoria, no te has de acordar de eso.
Dicen que su tío Gustavo, el del molino, le arrimó una paliza, y que él, de coraje, se fue del pueblo.
Lo cierto es que no lo volvimos a ver sino cuando apareció de vuelta aquí convertido en policía y fue una gran impresión para todos. Siempre estaba en la plaza de armas, sentado en la banca con la carabina entre las piernas y mirando con mucho odio a todos, los niños cuando pasaban por ahí se echaban a correr por el gran miedo que generaba. No hablaba con nadie. Y si uno lo miraba, él se hacía el desentendido como si no conociera a la gente y tomaba su tequila mirando hacia el techo.
Fue entonces cuando mató a su cuñado, el de la mandolina. Al Nachito se le ocurrió ir a darle una serenata, en el toque de Ánimas. Entonces se oyeron los gritos y la gente que estaba en la Iglesia rezando el rosario salió a la carrera y allí los vieron: al Nachito en el piso, con la nariz rota y dando gritos de ayuda y al Urbano dando una puñetazos uno tras otro. Hasta que un policía cerca de ahí desprendió a Urbano de la muchedumbre y fue el que llamó al jefe de la policía para reportar el hecho, después lo metió en una pequeña celda de la pequeña estación donde trabajaba.
Allí lo dejaron pasar la noche. Dicen que pidió que el padre cura le diera la bendición, pero este se la negó.
No dudaron y lo enviaron a una corte y lo condenaron a 10 años en la cárcel, pero por una enfermedad de uno de los presos Urbano se contagió y murió en su celda. Después se dio a conocer a todos los habitantes de la Colonia en donde vivíamos y nos quedamos en un gran silencio.
Trata de acordarte de ese pobre hombre, recuerda que siempre estuvimos juntos desde jóvenes.
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