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CHINA PROTAGONISTA DE NEGOCIOS INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI

Enviado por   •  21 de Marzo de 2018  •  7.993 Palabras (32 Páginas)  •  681 Visitas

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La demanda por energía y materias primas se estima que aumentará de forma que no podrá ser sostenible, la ineficiente administración de su sistema financiero acompañado de un sistema legal está escasamente desarrollado rodeado de corrupción la desigualdad en la repartición de la renta afectan negativamente al futuro económico chino.

Políticas como la del hijo único (hasta hace unos meses cambiada a dos hijos por familia) buscan elevar los porcentajes de la tasa de población joven más sin embargo son medidas tardías que no aseguran buenos números para un futuro, al ser un país que se ha mantenido bajo políticas muy estrictas la mano de obra en China se enfrenta con barreras geográficas y sectoriales.

La falta de un sistema moderno judicial no ha permitido avanzar en materia de propiedad intelectual afectando considerablemente a la inversión extranjera, esto y cualquier detalle según los críticos y gobiernos siempre afectará la imagen, reputación y status de un país que sale de los parámetros de beneficio para los inversores extranjeros, el fuerte crecimiento demográfico actual está provocando un aumento de la demanda energética y continuará creciendo, por lo que la dependencia energética aumentará de 10,5 mbd en 2015 a 13,6 mbd en 2030 según la agencia internacional de energía.

Otra problemática muy fuerte es la contaminación y el fuerte deterioro ambiental en a principales ciudades chinas acompañado de la escasez de agua ha hecho que las miradas se enfoquen en zonas poco industrializadas pero las reformas gubernamentales no ayudan mucho a no querer dar concesiones para que esta pueda ser explotada ya que quedaría en manos de quienes el gobierno chino es un partidario.

La ausencia de democracia no será problema mientras el crecimiento económico se mantenga, la falta de mano obra calificada, el interés de la regiones costeras ricas por beneficiarse del comercio y de las inversiones de países extranjeros esperando que los centros financieros internacionales se acerquen a las capitales financieras chinas.

En resumen, el fuerte crecimiento actual de la economía china no garantiza que vaya a continuar de la misma manera durante las próximas décadas. Al contrario, razones socioeconómicas, políticas y demográficas indican que no es difícil que se produzca una crisis económica en este gigante asiático, y ésta provocaría una profunda crisis política y social donde el poder económico de las regiones y de las ciudades de la costa aumentaría, en detrimento del poder central.

REFORMAS DE LAS DÉCADAS DE 1970 Y 1980 EN CHINA, QUE DIERON PAUTA A LA APERTURA ECONÓMICA Y SU INTELIGENCIA AL MERCADO MUNDIAL.

Desde 1978, las reformas económicas comenzaron en dos fases. La primera fase, a finales de los 70 y principios de los 80, involucraba la descolectivización de la agricultura, la apertura del país a la inversión extranjera y el permiso a emprendedores de iniciar empresas. Sin embargo, la mayoría de la industria permaneció estatizada e ineficiente, haciendo de carga al crecimiento económico. La segunda fase de la reforma, a finales de los 80 y 90, involucraba la privatización y contratación de la mayor parte de la industria estatizada y el levantamiento del control de precios, las políticas proteccionistas y regulaciones, aunque los monopolios públicos en sectores como la banca y el petróleo permanecieron.

Reformas 1978-1984

Las primeras reformas de Deng comenzaron en la agricultura, un área olvidada durante largo tiempo por el Partido Comunista. A finales de los 70, los insumos y la producción de alimentos se había vuelto tan deficiente que los funcionarios del gobierno fueron advertidos que China estaba a punto de repetir el "desastre de 1959" -una referencia a la hambruna que había matado a decenas de millones durante el Gran Salto Adelante. Deng respondió descolectivizando la agricultura y enfatizando el sistema casero de responsabilidad, que dividía la tierra de las comunas populares en lotes privados. Los granjeros fueron capaces de quedarse con la producción de la tierra luego de pagar una porción al Estado. Esto incrementó notablemente la producción agrícola y los niveles de vida de cientos de millones de granjeros y estimuló la industria rural.

Las reformas también fueron implementadas en la industria urbana para incrementar la productividad. Fue presentado un sistema dual de precios, en el que a la industria estatal le era permitido vender cualquier producción por encima de la cuota establecida y las materias primas eran vendidas al precio establecido y a precio de mercado, permitiendo a los ciudadanos evitar los racionamientos de la era Maoísta. A las empresas privadas se les permitió operar por primera vez desde la llegada del comunismo y gradualmente comenzaron a recuperar un mayor porcentaje de la producción industrial. La flexibilidad en los precios también fue incrementada, expandiendo el sector de servicios.

El país también fue abierto a la inversión extranjera por primera vez desde la era Kuomintang. Deng creó una serie de zonas económicas especiales para la inversión extranjera, que estaban relativamente exentas de regulaciones burocráticas e intervenciones que dificultaran el crecimiento económico. Estas regiones se convirtieron en motores de crecimiento para la economía nacional.

Reformas 1984-1993

Durante este período, las políticas de Deng Xiaoping continuaron más allá de las reformas iniciales. Los controles sobre la empresa privada y la intervención gubernamental continuaron en descenso, hubo una privatización a pequeña escala de empresas del Estado. Un notable desarrollo fue la descentralización del control estatal, dejando a los líderes locales de provincia que experimentaran formas de incrementar el crecimiento económico y privatizar el sector estatal. municipalidades y zonas comerciales, firmas pertenecientes al gobierno local pero efectivamente privadas, comenzaron a ganar participación de mercado a expensas del sector público. La oposición conservadora, dirigida por Chen Yun, evitó muchas grandes reformas que hubieran dañado los intereses de grupos especiales en la burocracia del gobierno. La corrupción y desmedida inflación aumentaron el descontento, contribuyendo a las protestas de la Plaza de Tian'anmen de 1989 y una reacción conservadora, lo que produjo la expulsión de varios reformistas clave y amenazara con revertir muchas de las reformas de Deng. Sin embargo, Deng mantuvo sus reformas y en 1992, afirmó la necesidad de continuarlas en su gira sureña. También reabrió la Bolsa de Shanghai, cerrada por Mao

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