Gerencia Universitaria en el Siglo XXI

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y transcendentales cambios, debido a la exigencia de una sociedad que se orienta hacia un nuevo modelo de país y de ciudadano concebido en la constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Esta nueva visión del país ha traído como consecuencia que las instituciones educativas tengan que reorientar su papel, adoptando nuevos modelos e implementando nuevas estrategias educativas orientadas para tales fines. En consecuencia, el papel del gerente educativo no puede continuar siendo el mismo; la realidad le exige cambios en su actuar como docente, para dejar de ser simples dadores y ejecutores de contenidos e información desconectada de la realidad y de la vida estudiantil.

El docente debe comprender que la realidad es otra, y por consiguiente también es otro su rol, y como gerentes hay que estar claro y consciente del papel que juega la educación para asumir nuestra tarea con compromiso, entrega institucional y sentido patrio.

El gerente educativo de hoy, debe explorar y enmarcarse en la búsqueda de la excelencia, es necesario un reencuentro con el yo, poder silenciarnos para poder encontrar nuestras vos interna, nuestros sentimientos y escuchar el corazón. Debe buscarle el verdadero sentido a la vida y fomentar la educación en el amor hacia la libertad, para poder liberarse uno mismo liberando a los demás. El Gerente debe tener una capacidad reflexiva sobre las implicaciones del trabajo realizado por los docentes, implementar medidas que permitan el acercamiento al conocimiento, formularse interrogantes acerca de la teoría y la práctica educativa, estableciendo las respectivas conexiones con la retroalimentación de los subordinados, manteniendo un pensamiento crítico, constructivo todo bajo escenarios democráticos.

La necesidad de contar con una educación de calidad ha sido una constante demanda de la sociedad del conocimiento, como un imperativo del exigente mundo que vivimos, lo que lleva a las Universidades a demandar un trabajo eficiente de los docentes e investigadores universitarios y exigirles métodos de avanzada para enfrentar los desafíos del futuro. Uno de los retos de las instituciones de Educación Superior es el de enfrentar un mundo en el cual los sistemas productivos de bienes y servicios están en permanente cambio, ocasionados por el avance vertiginoso de la información, la creatividad humana, las distintas formas de percibir el tiempo, situaciones que llevan a plantearse nuevos desafíos a la docencia, la extensión, a la investigación y por ende, a la producción.

De manera que, gerenciar la calidad educativa, sugiere la necesidad de crear modelos educativos administrados con criterios de excelencia gestionándola de una manera sistemática y visible, adoptando un sistema de calidad académico y administrativo que garantice alcanzar satisfactoriamente el funcionamiento de una estructura administrativa que satisfaga las necesidades de la demanda educativa y del aprendizaje en la sociedad del conocimiento y formar recursos humanos altamente capacitados para que respondan a los requerimientos del país, de la región y localidad, mediante una educación Integral, con sólidos basamentos éticos en esta sociedad cambiante, competitiva y global.